En marzo pasado, los Estados miembros acordaron iniciar las negociaciones para un tratado que ponga fin a la contaminación por plásticos. Hoy, vertemos 11 millones de toneladas de plástico cada año en los océanos y se estima que dicha cifra se duplique para 2030.
Por María José Torres, coordinadora residente del Sistema de las Naciones Unidas en Chile
Los océanos son el pulmón del planeta, y un amortiguador vital frente a los impactos del cambio climático. Además, producen alimentos, empleo, minerales y recursos energéticos necesarios para que la vida en el planeta perdure y prospere. El 70% de la superficie de la tierra es océano y albergan cerca del 80% de la vida en el mundo. Generan el 50% del oxígeno que necesitamos, absorben el 25% de todas las emisiones de dióxido de carbono y capturan el 90 % del calor adicional que generan dichas emisiones.
Hoy, es importante levantar la alerta: la salud de los océanos se encuentra en un evidente estado de deterioro como consecuencia de la triple crisis planetaria. Esta triple crisis incluye cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación, y hace urgente una acción global a todo nivel. El costo de la inacción o la falta de acción oportuna puede significar que en 2100 más de la mitad de las especies marinas del planeta hayan desaparecido por la acidificación de los océanos o porque los residuos plásticos están asfixiando nuestros mares.
Como Naciones Unidas estamos trabajando con el fin de enfrentar la triple crisis y creemos aún que no es demasiado tarde. En marzo pasado, los Estados miembros acordaron iniciar las negociaciones para un tratado que ponga fin a la contaminación por plásticos. Hoy, vertemos 11 millones de toneladas de plástico cada año en los océanos y se estima que dicha cifra se duplique para 2030. Con este primer tratado internacional jurídicamente vinculante contra la contaminación por plásticos se puede poner freno a esta práctica que pone en peligro el futuro de nuestros mares.
Chile ha dado un importante paso con la ley que regula los plásticos de un solo uso, cuya primera etapa prohíbe que establecimientos de venta de alimentos entreguen a sus clientes bombillas y cubiertos de plástico, entre otros. Además, en 2024 se hará obligatorio el uso de plásticos elaborados con recursos renovables y que sean compostables. La Ley crea un espacio importante para la corresponsabilidad de manera que el Estado, los empresarios/as, consumidores/as y ciudadanos/as nos involucremos para hacer frente a la crisis.
En el ámbito de la acción colectiva e internacional, saludamos la II Conferencia sobre los Océanos (Lisboa, 27 de junio y el 1 de julio), organizada por los gobiernos de Kenia y Portugal. Esta iniciativa busca promover soluciones científicas innovadoras con el fin de iniciar un nuevo capítulo en la acción mundial para los océanos.
Desde Chile, país costero de punta a cabo, tenemos mucho que decir. Es por eso, que como ONU Chile les invitamos a dialogar, este 25 de mayo (a través de nuestros canales digitales), y avanzar en buenas propuestas camino a la Cumbre de los Océanos.
Comprometámonos con una relación de respeto y equilibrio con nuestros mares: luchar contra la contaminación en los mares, ayudar a la protección de los ecosistemas o de la protección de especies en peligro, participar en la limpieza de playas y líneas costeras son algunas de las acciones que se proponen. Solo así lograremos avanzar en el Desarrollo Sostenible y contribuir a que las generaciones futuras sigan considerando los océanos una fuente de vida y el sustento de la humanidad.