- Esta nueva unidad tiene como objetivo coordinar a las comunidades que habitan las zonas en transición (antes llamadas «zonas de sacrificio»), las industrias y al Estado, para trabajar en conjunto en nuevos modelos de producción en la línea de una economía sostenible.
- La nueva oficina está a cargo de Gloria Lillo, ingeniera en Recursos Renovables de la U. de Chile y máster en Ciencias Medioambientales, Recursos Naturales y Políticas Públicas.
Con el fin de fortalecer la transformación que la sociedad chilena ya inició para enfrentar el cambio climático, el Ministerio del Medio Ambiente creó la Oficina de Transición Socioecológica Justa, iniciativa encargada de dar forma al cambio de modelo de desarrollo propuesto por el gobierno del Presidente Gabriel Boric, que se haga cargo de las crisis climática, ecológica y de desigualdad, incorporando la justicia social y ambiental en los territorios.
«Trabajar en el marco de una Transición Sociecológica Justa está en el corazón de un gobierno ecológico», explica la ministra Maisa Rojas. «Por eso es fundamental crear esta oficina, para que dentro del Ministerio del Medio Ambiente podamos abordar el desafío de esta transición con una institucionalidad robusta. Ese es el objetivo de esta oficina», agrega.
La nueva oficina promoverá la transición desde un modelo vulnerable a la crisis climática y ecológica -centrado principalmente en actividades económicas extractivas y una distribución desigual de la riqueza y las cargas ambientales- a un modelo de resiliencia que fortalece y desarrolla industrias innovadoras y sustentables.
«Hablamos de procesos de transición social y ecológicamente justos porque nos importa que el desarrollo productivo en estos territorios pase desde actividades altamente contaminantes a actividades sustentables y bajas en emisiones, pero también con consideraciones como la equidad territorial, el desarrollo económico inclusivo y condiciones de trabajo decente», explica el subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño. «Por tanto, son procesos complejos que consideran no solo lo ambiental, sino también el ámbito social, las condiciones laborales y cómo desarrollamos un nuevo modelo productivo en estos territorios, que nosotros llamamos territorios en transición«.
Esta instancia está a cargo de Gloria Lillo Ortega, ingeniera en Recursos Renovables de la U. de Chile y máster en Ciencias Medioambientales, Recursos Naturales y Políticas Públicas de la U. de Radboud (Holanda). «Avanzar hacia un desarrollo productivo sostenible, que genere redistribución de la riqueza y trabajo decente, maximiza el bienestar de la población y reestablece el equilibrio ecológico del territorio», explica la jefa de la nueva oficina.
La labor que asumirá la Oficina de Transición Socioecológica Justa es desafiante: deberá acercar a las personas y las comunidades que habitan las zonas en transición (antes llamadas «zonas de sacrificio»), junto a las industrias y al Estado, para que todas las partes puedan trabajar juntas en nuevos modelos de producción que permitan avanzar hacia una economía sostenible. «Lo más importante es destacar que el Gobierno no busca imponer nada, sino articular el trabajo entre todos los actores para construir los nuevos modelos de desarrollo justo y limpio que el país necesita», agrega Gloria Lillo.
Lillo trabajó en el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, además de participar como investigadora en campañas para Greenpeace y como coordinadora del programa de Transición Socioecológica Justa de la fundación alemana Heinrich Böll. Además, hace algunos años fue profesional de Adaptación en la División de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente.
Pese a la reciente creación de la Oficina de Transición Socioecológica Justa, el trabajo en esta materia ha sido parte de una estrategia que viene desarrollándose desde hace al menos seis años. «Con los CRAS (Consejo para la Recuperación Ambiental y Social) ya se venía avanzando desde hace años y aunque eso se detuvo en 2019, este año se retomó fuertemente ese trabajo. Pero también se creó el Comité Interministerial de Transición Socioecológica Justa, que reúne a los ministerios de Medio Ambiente, Energía, Economía, Trabajo, Salud y Desarrollo Social, donde se trabaja con las distintas carteras para avanzar en la creación de los modelos de desarrollos justos y sostenibles», recalca Lillo.
Además, ya se generaron Comisiones Locales de Transición Socioecológica Justa en zonas que ya iniciaron un proceso de transición energética desde el Ministerio de Energía, instaladas en las llamadas «zonas de sacrificio». «Será mucho trabajo, pero estoy convencida en que, junto a todos los sectores, desde las comunidades a las industrias, conseguiremos entregarle a Chile los nuevos modelos de desarrollo sostenible que se merece», dice Lillo.
«Trabajar en el marco de una Transición Sociecológica Justa está en el corazón de un gobierno ecológico», explica la ministra Maisa Rojas. «Por eso es fundamental crear esta oficina, para que dentro del Ministerio del Medio Ambiente podamos abordar el desafío de esta transición con una institucionalidad robusta. Ese es el objetivo de esta oficina», agrega.
La nueva oficina promoverá la transición desde un modelo vulnerable a la crisis climática y ecológica -centrado principalmente en actividades económicas extractivas y una distribución desigual de la riqueza y las cargas ambientales- a un modelo de resiliencia que fortalece y desarrolla industrias innovadoras y sustentables.
«Hablamos de procesos de transición social y ecológicamente justos porque nos importa que el desarrollo productivo en estos territorios pase desde actividades altamente contaminantes a actividades sustentables y bajas en emisiones, pero también con consideraciones como la equidad territorial, el desarrollo económico inclusivo y condiciones de trabajo decente», explica el subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño. «Por tanto, son procesos complejos que consideran no solo lo ambiental, sino también el ámbito social, las condiciones laborales y cómo desarrollamos un nuevo modelo productivo en estos territorios, que nosotros llamamos territorios en transición«.
Esta instancia está a cargo de Gloria Lillo Ortega, ingeniera en Recursos Renovables de la U. de Chile y máster en Ciencias Medioambientales, Recursos Naturales y Políticas Públicas de la U. de Radboud (Holanda). «Avanzar hacia un desarrollo productivo sostenible, que genere redistribución de la riqueza y trabajo decente, maximiza el bienestar de la población y reestablece el equilibrio ecológico del territorio», explica la jefa de la nueva oficina.
La labor que asumirá la Oficina de Transición Socioecológica Justa es desafiante: deberá acercar a las personas y las comunidades que habitan las zonas en transición (antes llamadas «zonas de sacrificio»), junto a las industrias y al Estado, para que todas las partes puedan trabajar juntas en nuevos modelos de producción que permitan avanzar hacia una economía sostenible. «Lo más importante es destacar que el Gobierno no busca imponer nada, sino articular el trabajo entre todos los actores para construir los nuevos modelos de desarrollo justo y limpio que el país necesita», agrega Gloria Lillo.
Lillo trabajó en el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, además de participar como investigadora en campañas para Greenpeace y como coordinadora del programa de Transición Socioecológica Justa de la fundación alemana Heinrich Böll. Además, hace algunos años fue profesional de Adaptación en la División de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente.
Pese a la reciente creación de la Oficina de Transición Socioecológica Justa, el trabajo en esta materia ha sido parte de una estrategia que viene desarrollándose desde hace al menos seis años. «Con los CRAS (Consejo para la Recuperación Ambiental y Social) ya se venía avanzando desde hace años y aunque eso se detuvo en 2019, este año se retomó fuertemente ese trabajo. Pero también se creó el Comité Interministerial de Transición Socioecológica Justa, que reúne a los ministerios de Medio Ambiente, Energía, Economía, Trabajo, Salud y Desarrollo Social, donde se trabaja con las distintas carteras para avanzar en la creación de los modelos de desarrollos justos y sostenibles», recalca Lillo.
Además, ya se generaron Comisiones Locales de Transición Socioecológica Justa en zonas que ya iniciaron un proceso de transición energética desde el Ministerio de Energía, instaladas en las llamadas «zonas de sacrificio». «Será mucho trabajo, pero estoy convencida en que, junto a todos los sectores, desde las comunidades a las industrias, conseguiremos entregarle a Chile los nuevos modelos de desarrollo sostenible que se merece», dice Lillo.