Más de 20 organizaciones de civiles internacionales y de Latinoamérica enviaron una carta al primer ministro de Antigua y Barbuda. Gaston Browne, expresando su preocupación por la posición de este país a favor de reapertura de la caza comercial de ballenas en la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
La Comisión se reunió la semana pasada en Portoroz, Eslovenia para retomar sus asambleas plenarias tras cuatro año sin sesionar presencialmente debido a la pandemia COVID-19.
Durante las sesiones, el representante de Antigua y Barbuda, Daven Joseph, se destacó por realizar largas y continuas intervenciones orientadas a promover la reanudación de la caza de ballenas, mediante la presentación de una resolución específicamente orientada a terminar con 40 años de protección a las ballenas de la caza comercial.
Joseph también se destacó por obstruir los avances de este organismo internacional en materia de conservación y uso no letal de los cetáceos. La nación caribeña fue una de las 17 que boicoteó la creación del santuario de ballenas de Atlántico Sur al no presentarse en la sala cuando la propuesta fue sometida a dicusión para su posterior votación.
Sin embargo, un artículo publicado el 20 de octubre pasado afirma que el gobierno de Antigua y Barbuda no ha dado su aprobación para que alguno de sus representantes ante la CBI apoye iniciativas para levantar la moratoria global sobre la caza comercial de ballenas, que se encuentra vigente desde 1986.
En la carta liderada por la organización Ocean Care, las organizaciones civiles solicitan al primer ministro que aclare públicamente cuál el papel que desempeña y el mandato que tiene el representante de Antigua y Barbuda en la CBI.
Para Elsa Cabrera, directora del Centro de Conservación Cetacea, una de las organizaciones adheridas a la carta, “es necesario conocer los verdaderos motivos que mantienen a Antigua y Barbuda como miembro de la CBI. Es un país que no tiene ninguna relación histórica con la ballenería y tampoco realiza ningún tipo de capturas de cetáceos.” Cabrera recordó que en 2010, una investigación periodística reveló que Japón entrega financiamientos pesqueros a naciones del Caribe y África a cambio de su adhesión, apoyo y votos a favor de su política pro caza comercial de ballenas en la CBI.
Las organizaciones civiles esperan recibir una respuesta del primer ministro Browne, quien no se ha pronunciado respecto de esta acción conjunta.
Fuente: Loop News, Centro de Conservación Cetacea