Al igual que en las temporadas anteriores, se destaca el trabajo colaborativo por el resguardo de la fauna marina silvestre de este santuario.
Por octavo año consecutivo el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura coordina las acciones de rescate de crías de lobos marinos en la lobería de Cobquecura junto a los participantes del comité de resguardo del Santuario de la Naturaleza Islote Lobería e Iglesia de Piedra de Cobquecura, entre ellos el Comité de Defensa de Flora y Fauna (CODEFF), la Municipalidad de Cobquecura y el programa Pimex de Oceanografía de la Universidad de Concepción, además de la colaboración permanente de la Armada.
El operativo comienza la segunda quincena de enero y se extiende tradicionalmente hasta mediados de febrero, con la construcción de corrales y la asistencia de voluntarios capacitados para el resguardo y asistencia de la recuperación de las crías.
René Vega, Director Regional de Sernapesca Ñuble, indicó que “al igual que en veranos anteriores, el trabajo operativo de rescate se complementará con un trabajo de difusión hacia la ciudadanía de manera presencial en la playa de Cobquecura y en redes sociales, donde Sernapesca permanentemente entrega recomendaciones, como: realizar avistamiento seguro de al menos 50mts, no molestar, no hostigar, ni alimentar a fauna marina, y ante varamientos llamar al 800 320 032”.
Desde CODEFF, Luciano Pérez Fuentealba, presidente nacional sostuvo que, “estamos hace 32 años trabajando en la zona, antes de que fuese declarado santuario nosotros ya estábamos colaborando en resguardo del ecosistema costero, por lo que hemos tenido que realizar un trabajo con las autoridades para que vayamos aportando desde nuestras distintas aristas y se logre un equilibrio en un comité de gestión, lo que ha sido un desafío para nuestra organización. Queremos que las actividades que se realicen en la costa sean cada día más compatibles con la conservación”.
También destacó la alianza estratégica que existe con Sernapesca, explicando que ha permitido potenciar los recursos para los resguardos del ecosistema, lo que calificó como muy provechoso y positivo.
En la temporada anterior, se contabilizaron 326 rescates de lobos marinos cachorros, de los cuales se lograron 285 reinserciones, algunos en playa y otros asistidos en embarcaciones para acercarlos a la lobería. De estos ejemplares, varios vararon más de una vez, lo que fue posible determinar gracias al marcaje efectuado, en tanto, otros no sobrevivieron.
Cabe destacar que igual que en las temporadas anteriores, el trabajo colaborativo por el resguardo de la fauna marina silvestre de este santuario en fundamental. Instituciones públicas, privadas, organizaciones de la sociedad civil y la propia comunidad de pescadores artesanales aportando embarcaciones para la reinserción de ejemplares a su hábitat, son una muestra de los esfuerzos para resguardar uno de los parideros de lobos marinos más importante del país.