El Villarrica fue declarado zona saturada en 2017 debido a sus altos niveles de fósforo y nitrógeno, aportados por diversas actividades humanas, como por ejemplo las descargas de aguas servidas y aguas mixtas, la intervención de humedales, la agroindustria y la acuicultura…
Por Tomás Gárate Silva
Alcalde de Puerto Varas
Fernando Coz
Director ejecutivo Fundación Chile Lagos Limpios
jueves 19 de enero de 2023
A propósito de la contaminación del lago Villarrica esta semana debido al florecimiento de algas, conocido como bloom, resulta pertinente destacar las distintas iniciativas que buscan proteger los lagos del sur de Chile.
No es casualidad que el fenómeno esté ocurriendo ahora. El Villarrica fue declarado zona saturada en 2017 debido a sus altos niveles de fósforo y nitrógeno, aportados por diversas actividades humanas, como por ejemplo las descargas de aguas servidas y aguas mixtas, la intervención de humedales, la agroindustria y la acuicultura, que sumado al aumento de la temperatura del agua son la combinación letal para el florecimiento de estas algas tóxicas.
Un poco más hacia el sur, los actores e instituciones en torno al lago Llanquihue buscamos aprovechar estos aprendizajes para no replicar el mismo escenario. La reactivación de la Asociación de Municipios de la Cuenca; el Plan Lago Sin Huellas, del Municipio de Puerto Varas; el Plan Maestro de Aguas Lluvias para la misma ciudad del Ministerio de Obras Públicas; así como el programa de monitoreo impulsado por la Fundación Chile Lagos Limpios y el programa Lago en Línea del Gobierno Regional y la Universidad San Sebastián, han dado pasos concretos en esa dirección.
Pese a lo anterior, a menudo se dice que el Llanquihue es un lago “enfermo”, lo que está lejos de ser verdad. Si bien presenta niveles de contaminación por emisiones de fuentes puntuales y difusas, estas se concentran en sectores específicos de sus cuatro ciudades y no corresponden a un estado generalizado: con un nivel de transparencia de 15 metros, sigue siendo uno de los lagos norpatagónicos más transparentes de nuestro país.
Sin embargo, la viabilidad ecológica del lago Llanquihue está lejos de encontrarse asegurada a largo plazo. Como parte de las organizaciones mencionadas, queremos hacer un llamado urgente para abordar la conservación de nuestros lagos con una mirada preventiva, con rigor científico y estrechas colaboraciones para lograr un balance entre desarrollo y conservación de nuestra naturaleza. Así y solo así, podremos disfrutarla por muchos años más.