31 - enero - 2025

VIDEO: El retorno de los algueros Changos a la costa central de Chile

Este es un documental/etnográfico biocultural que surge como resultado de una investigación acción participativa desarrollada entre los años 2020/2022 junto a los integrantes de los asentamientos mareros/changos de Topocalma, LaPolcura/Tanume y la Lancha, ubicados en 3 de las 4 comunas costeras de la provincia Cardenal Caro [Litueche, Pichilemu y Bucalemu] en la región de O’Higgins en Chile.

 

Estas comunidades, para permanecer en su hábitat ancestral,  han debido enfrentar históricamente extensos juicios por despojo, en condiciones de la más absoluta asimetría de poder contra parte de los que aún son miembros de la oligarquía política y económica chilena ligada a la gran hacienda costera colonial. La tónica histórica de las políticas pesqueras locales y nacionales aplicadas en el área ecogeográfica vital que forma parte de la territorialidad de estas comunidades ancestrales, ha sido de constante violencia ontológica y cognitiva, ya que se han aplicado sistemáticamente y desde el retorno de la democracia, una serie de normativas deficientes y sin enfoque de DDHH, que jamás han incorporado los saberes/conocimientos y prácticas sustentables de manejo de especies hidrobiológicas desarrollados por estas comunidades en las normativas pesqueras, privilegiando por ende, un ordenamiento que favorece la sobreexplotación de especies [humanas y no humanas] y espacios en pos de la mercantilización capitalista de los bienes comunes y de su asignación a particulares mediante el otorgamiento de derechos de propiedad privada a perpetuidad por medio de la figura legal de concesión, que en en Chile se asemeja al derecho a la propiedad privada.  A lo antes mencionado, se suma además el reciente proceso proliferación ilegal de loteos de lujo en medio de las zonas rurales que deslindan al oeste con el océano Pacifico, siendo la zona en la que estas comunidades del mar han desarrollado su forma de vida y costumbres en armonía con la naturaleza, desde tiempos inmemoriales. Se trata en resumen, de un proceso de elitización y destrucción de la costa y del mar y del acelerado proceso de despojo y usurpación de los últimos bienes comunes que van quedando sin privatizar en este territorio llamado Chile y que afecta directamente a los descendientes de pueblos originarios locales y su derecho a tierras y territorios para poder seguir reproduciendo su forma de vida y costumbres ancestrales de manera digna. Históricamente dedicado a la pesca, agricultura, ganadería, así como a diversas formas de recolección y manejo de especies medicinales y alimenticias presentes en el bosque nativo local [reemplazado por monocultivos de especies foráneas], este territorio/maritorio ha sido habitado y co/construido por  las comunidades mareras y campesinas locales costeras, desde tiempos prehispánicos, siendo herederas de un largo linaje biocultural que se traduce actualmente en la mantención y perfeccionamiento de finos y sosfisticados saberes/conocimientos y prácticas de manejo y uso ecológico sustentable del paisaje, presentes en su memoria de especie, expresados a través de la elaboración de diversas estrategias y formas de uso y apropiación de la naturaleza. Entre ellas destaca de manera notable, el sistema de manejo de praderas de macroalgas pardas, denominado PARCELAS DE MAR,  en las que focalizaron su labor productiva manteniendo el principio de comunalidad, asignando a usuarios históricos un derecho consuetudinario en cuanto a la poda selectiva y estacional del Cochayuyo como especie objetivo de manejo desde hace 40 años, sin impactar de manera negativa en el medioambiente, ni tampoco en la diversidad biológica y cultural de la que también forman parte estas comunidades. Así, la memoria biocultural ancestral comunitaria y su resiliente activación por parte de las comunidades mareras, viene a explicar en gran medida su adaptación exitosa y efectiva  frente a diversas crisis causadas por alteraciones antrópicas y naturales, que impactan cada cierto tiempo de manera negativa en la abundancia y disponibilidad de especies hidrobiológicas y terrestres de las que dependen de manera vital, y que han sido recolectadas/cazadas por ellos y por sus antepasados desde tiempos inmemoriales. Estas comunidades además hoy se autoreconocen como parte del antiguo pueblo Chango que usó y construyó no sólo la balsa de cueros de lobos inflados, sino milenarias balsas de totoras para labores de pesca lacustre y marina. Alguerxs milenarixs, es entonces una invitación para entender y releer a los actuales mareros de C, Caro como herederos y continuadores de las prácticas y forma de vida de los antiguos changos de la costa central de Chile

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