19 - septiembre - 2024

Implementación de Acta de Protección de Mamíferos Marinos de EE.UU. en Chile debería ampliarse a una visión ecosistémica de las relaciones tróficas que sostienen a los grandes cetáceos

Entrevista a Biólogo Marino Marx Buscaglia: «La MMPA ·debe ser ampliada ya no solo por la presión de la ley sino que por decisión propia de nuestro país a una cuestión ecosistémica. Si digo cuántos animales están muriendo por la acción de la pesquería, no solo habría que considerar de manera directa, sino también indirecta, porque hay relaciones tróficas que sostienen a los grandes cetáceos y si yo estoy depredando a sus propias presas, obviamente las estoy afectando».


Puerto Montt, 12 de junio de 2023. (radiodelmar.cl)- El biólogo marino y académico de la Universidad Andrés Bello (UAB), Marx Buscaglia participó en el seminario “Ley de Protección de Mamíferos Marinos de EE.UU. en Chile”, organizado por Otec Fundación Chinquihue, donde se revisó los avances de Chile para cumplir con los estándares que impone el Acta de Protección de Mamíferos Marinos de Estados Unidos de Norteamérica (MMPA-US, por sus siglas en inglés), regulación extra nacional que exige que las importaciones pesqueras en el mercado norteamericano no provengan de actividades que impactan negativamente a ejemplares y poblaciones de mamíferos marinos.

Radiodelmar.cl entrevistó al investigador Marx Buscaglia sobre sus principales visiones expuestas durante el seminario realizado en Puerto Montt, la denominada capital salmonera chilena. En dicha actividad, Buscaglia propuso a los representantes del Estado, empresas, investigadores y a la sociedad civil, que se debería optar por una visión de  “sistema socioecológico», en el cual el ser humano es una parte integrante de los ecosistemas a los cuales interviene.

Para el académico esto significa que es necesario entender “que hay que cubrir necesidades humanas de manera permanente, sólo sí el ecosistema es conservado y preservado».

Frente al actual proceso de implementación del MMPA-US, Buscaglia señala que “el Estado norteamericano nos pide que los productores chilenos cumplan las mismas exigencias que tienen los productores de Estados Unidos de América, y nos hemos dado cuenta que los productores chilenos en algunos casos están muy avanzados, mientras que  en otros casos no tienen ningún nivel de avance».

El biólogo marino señala que existen diversas percepciones sobre cómo enfocar este desafío, ya que existen colegas que interpretan la normativa norteamericana en el sentido de «cuántos animales mueren directamente, o son afectados directamente por la actividad productiva. Cuántos mueren enmallados en las redes o en los cables; cuántos son heridos o muertos en las hélices de las embarcaciones».

A su vez, “existe otro grupo de investigadores que pensamos que esto debe ser ampliado hacia una cuestión ecosistémica, no solo por la presión de la ley, sino por decisión de nuestro país”, asegura Buscaglia

Agrega que “si digo cuántos animales están muriendo por la acción de la pesquería, no solo habría que considerar esto de manera directa, sino también indirecta, ya que hay relaciones tróficas que sostienen a los grandes cetáceos, y si yo estoy depredando a sus presas, obviamente las estoy afectando».

Otras propuesta del académico es atender a la nueva Ley de Costas, en la cual estos territorios donde existe un diálogo entre el mar y la tierra, ya no deben ser considerados como una línea costera, sino que una zona costera. «Estamos haciendo uso intensivo de la línea de costa conformada por los bosques de macroalgas, los que son las guarderías, donde muchas especies de peces y de crustáceos comienzan sus ciclos de vida” señala el académico.

Respecto a la labor del Estado que debe hacer cumplir el MMPA-US , Buscaglia afirma que “existe una desregulación de la labor del Estado. Tenemos un Estado empequeñecido, que no tiene herramientas para solucionar todas las presiones que aparecen sobre los diversos ecosistemas”.

  • La zona sur austral de Chile presenta una rica diversidad de ballenas equivalente al 40% de las especies descritas a nivel global, las que interactúan con un creciente tráfico desregulado de embarcaciones, mayoritariamente pesquera y de transporte de la industria salmonera. En este contexto, ¿Cómo se podría profundizar la aplicación del concepto “socioecológico”?

Yo partiría diciendo que la administración de los espacios territoriales en la historia de Occidente, ha sido vista tradicionalmente desde lo productivo, o desde lo ecológico. Desde la conquista de los imperios europeos de América del Norte, Centro y Sur, África, y parte de Asia, los conquistadores exploraron las riquezas materiales,- minerales, seda, madera-, con una visión productivista, del ‘yo voy a lugar para extraer lo que necesito para hacer crecer mi economía’. Esa visión productivista está muy ligada a la visión del crecimiento sostenido, de crecimiento permanente. Por otro lado, tenemos una visión mucho más moderna, llamada ecológica o ecocéntrica, donde es mucho más complejo que decir: “vamos a proteger el ecosistema”, porque todas las especies, incluidos los humanos, utilizamos el ecosistema mediante nichos ecológicos, porque tenemos un bio tono que es propio, porque tenemos que alimentarnos, porque necesitamos abrigo”.

Buscaglia indica que “ el asunto es romper el paradigma del crecimiento permanente. No existe en términos biológicos o ecológicos, una especie, una población, una comunidad, que pueda crecer permanentemente. Siempre hay en todas las comunidades una meseta, un punto de estabilización. Entender un sistema socioecológico no es otra cosa que entender que el ser humano es una parte integrante del ecosistema, tal como los otros animales. Comprender un sistema ecológico, significa entender que hay que cubrir necesidades humanas, pero que esas necesidades humanas pueden ser cubiertas permanentemente sólo si se conserva el ecosistema”.

En el tema de sistema de fiordos o canales de la región de Aysén, y parte de la región de Los Lagos (…) coexisten una diversidad de especies que hasta hace poco se mantenían más o menos, (señalo esto, ya que decir prístino es una exageración), en un equilibrio ecosistémico mucho mayor que en el resto del país, y probablemente mayor que en el resto de América. Previa a la llegada de la salmonicultura y la pesca industrial a la región de Aysén y de los Lagos a comienzo de los ‘80s, existieron previamente la industria peletera y la industria ballenera, del ciprés, de las pieles de los lobos finos y de nutrias. Hubo una utilización intensiva del ecosistema por parte de los seres humanos en esa ecorregión subantártica, desde Melinka al sur. Esta utilización intensiva del ecosistema previo a la salmonicultura, dejó huellas. La industria ballenera dejó huellas globales debido a la caza indiscriminada e intensiva de las grandes ballenas, rorcuales y cachalotes. También la industria peletera causó un daño severo en los ecosistemas. Posteriormente ha venido una ola de usos intensivos, tales como la industria del ciprés, y las pesquerías de erizos y merluza.

La llegada de la salmonicultura a complejizado aún más la situación. No digamos que la salmonicultura llega a destruir, porque el ecosistema no estaba limpio.Ya como humanidad nos habíamos sobregirado ecológicamente. Chile alcanzó su sobregiro ecológico para el año 2023.

Buscaglia indica que “la propuesta es que al considerar un sistema socioecológico, debemos reducir la tasa de impactos sobre los ecosistemas. Obviamente asegurando una empleabilidad y sueldos justos, derechos laborales, y de todo lo que tiene relación con la manutención de las familias que viven de la pesca artesanal, industrial y de la salmonicultura. Sería extraño que se pudiera crear con un chasquido de dedos una industria cien por ciento amigable con el ecosistema, y que pueda sostener laboralmente a miles de familias. Sin embargo, sí es posible avanzar en cuestiones de sostenibilidad reales, que no sean slogan donde la actividad económica humana tenga un valor como factor primordial, y no cause prejuicio a las cadenas tróficas.

Cuando hablamos de ballenas, existe una moratoria donde estas especies no pueden ser cazadas.Sin embargo, sí las afectamos al predar los ecosistemas que sostienen a las ballenas, afectando a los crustáceos y la fauna ictica que son las presas de las ballenas y de los demás mamíferos marinos.

A su vez, estamos haciendo uso intensivo de la línea  de costa conformada por los bosques de macroalga, que son las guarderías donde muchas especies de peces y de crustáceos comienzan sus ciclos de vida, tales como las nutrias, ya sean chungungos o huillines, sobretodo el chungungo y el delfín chileno, que viven en zonas expuestas.O las toninas que se alimentan de aguas más superficiales cercanas a la línea de costa, en los bosques de macroalgas.

Cuando se hace uso intensivo de costa,- ya sea por la industria salmonera, o la industria inmobiliaria, como está ocurriendo en las regiones de Aysén o de los Lagos, se ejerce una presión muy fuerte sobre esta zona costera, existiendo una desregulación de la labor estatal, al tener un Estado empequeñecido que no tiene herramientas para solucionar todas las presiones los diversos ecosistemas.

Imaginémonos una línea de costa impoluta, como estaba originalmente. Sobre esa zona, esos canales y esas aguas existe un interés de conservación y preservación. Hay un interés de uso por parte de los pueblos originarios, de la pesca artesanal, industrial, acuicultura, inmobiliarias, agentes portuarios, de las desalinizadoras, y la instalación de energía eólica. Es mucha la presión, ya que son muchos los usos que pretenden instalarse en las áreas costeras.

Por ello hay que tener un visión ecosistémica, que sea administrada desde la socioecología, la que permita que estas actividades se instalen en la zona de costa dando más importancia a unas y a otras, teniendo una visión estratégica acerca de cómo se utiliza el ecosistema, pero siempre entendiendo que el ecosistema tiene que ser cautelado, que hay relaciones tróficas que tienen que cuidarse.

La visión ecosistémica en ningún sentido se opone a la existencia de la actividad humana e industrial, pero si empuja con decisión que el primer factor que tiene que ser cautelado es la permanencia y cuidar la biodiversidad, y los índices o patrones, que demuestran que son indicadores de sanidad del ecosistema.

  • En relación con la implementación del MMPA, ¿Que nos podría señalar?

Lo que nos pide el Estado nortamericano es que los productores chilenos cumplan las mismas exigencias que tienen los productores de Estados Unidos de América. Sin embargo nos hemos  dado cuenta que los productores chilenos en algunos casos están muy avanzados, mientras que en otros no tiene ningún nivel de avance.

Hay un primer desafío de estandarizar, que todos los productores chilenos alcancen estándares equivalentes al de los productores de Estados Unidos de América, en los sectores de pesca y acuicultura. Entendiendo que la legislación en uno y otro país no es la misma, ni tiene la misma clasificación.Para ellos no es lo mismo la pesca artesanal, ni la pesca industrial. Lo importante es concentrarse en las pesquerías. Por ejemplo la de merluza, que se descompone en artesanal, mediana o grande, Lo importante es que cada uno de esos grupos cumplan con los estándares del MMPA. Lo mismo con los productores de salmones, de truchas…

  • En la aplicación del MMPA ¿se contempla la industria de miticultura a pesar de tener impactos sobre los mamíferos marinos?

Me parece que no está contemplada, pero habría que chequear eso. Lo primero es estandarizar, saber qué hay, cuánto hay y donde están de los mamíferos en estas aguas, que co-habitan con nosotros. Luego saber cómo impactan efectivamente las actividades productivas chilenas en estos animales.Cuántos mueren, quedan heridos, etc. Luego viene una discusión sobre la base de las distintas visiones entre los colegas.Algunos piensan en la interpretación de la ley norteamericana: Cuántos animales mueren directamente, o son afectados indirectamente por la actividad productiva, cuántos mueren enmallados, cuántos mueren enredados en los cables, cuántos son heridos, o muertos en las hélices de las embarcaciones.

Existe un grupo de investigadores que pensamos que esto debe ser ampliado, ya no sólo por la presión de la ley, sino por decisión propia de nuestro país a una cuestión ecosistémica. Si digo cuántos animales están muriendo por la acción de la pesquería, no solo habría que considerar de manera directa, sino también indirecta, porque hay relaciones tróficas que sostienen a los grandes cetáceos, y si yo estoy depredando a sus propias presas, obviamente las estoy afectando.

La buena noticia es que la comisión nacional de uso de borde costero que preside la Subsecretaria de Fuerzas Armadas, ex Subsecretaria de Marina, cambió el concepto de borde costero por zona costera, entendiendo que hay un área de influencia, y que no es una línea. Asume también que hay que avanzar hacia la visión ecosistémica. Que la administración de los espacios costeros tiene que ser visto desde una visión de ecosistema y no desde una visión productiva. La Comisión Nacional de Uso de Borde Costero, de las que se desprenden las comisiones regionales de uso de borde costero (CRUB), van a tener que asumir estas nuevas visiones y definiciones que tiene la Subsecretaria.

  • ¿Qué recepción vio de su presentación en el seminario donde existían diversas visiones, unas conservacionistas y otras provenientes del mundo de la industria?

No voy a hacer una apreciación valórica, pero las personas que quieren producir ya entendieron que necesitan un ecosistema equilibrado y sano. La crisis del virus ISA que afectó gravemente a la industria salmonera, se debió en gran parte a un desequilibrio de las condiciones ecosistémicas, producto de una sobreproducción en términos de volúmen en espacios donde no estaban calculadas las capacidades de carga. En los grandes blooms o afloraciones de fitoplancton y marea roja, los que terminan siendo un problema económico, y a la postre un problema social, se produce un desequilibrio ecosistemático. Tal como los incendios que se producen por un desequilibrio ecosistémico, porque hemos reemplazado bosque nativo por plantaciones forestales. Los productores se han dado cuenta que es necesario mantener el equilibrio ecosistémico. Entonces, más allá de las intenciones y motivaciones, estamos confluyendo en una solución, en una forma de atender la problemática de la humanidad, y esa es que el crecimiento permanente es imposible. Nada puede crecer eternamente, porque se agotan los recursos que sostienen el crecimiento. Se agota el oxígeno, la celulosa,el agua, los trabajadores, y se agotan las personas.

En segundo lugar, para poder mantener un estándar de sociedad, de desarrollo, que es diferente a un estándar de crecimiento, necesitamos un equilibrio entre la especie humana y el resto de las especies. Esto es un sistema socioecológico.

  • A nivel de la investigación en mamíferos marinos y sus ecosistemas, ¿Cuáles son los desafíos en esta área?

El mayor desafío es pasar de 0.4 del PIB que se invierte en Chile en investigación, a uno cercanos al 1%. Estamos muy abajo de estándares de la OCDE y de otros países americanos en términos de inversión en ciencia. Los investigadores e investigadoras chilenos son muy eficientes, tienen altas tasas de investigación y de publicaciones. Sin embargo se continúa haciendo ciencia con muy pocos recursos, lo que nos estanca en la generación de conocimiento. Sin conocimiento es imposible poder avanzar en cuestiones asociadas a la sostenibilidad, a la conservación, preservación y producción sustentable. *****RDM*****

 

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