El Centro Ecoceanos señaló que este año han muerto cinco trabajadores de la industria salmonera, de los cuales dos eran buzos, debido a las precarias condiciones de seguridad laboral. En tanto, en el 2022 murieron cinco trabajadores, de los cuales tres eran buzos, destacándose el accidente de Kateryn Pérez Moraga, mujer buzo de 30 años, quien falleció a 27 mts de profundidad.
Aysén, Chile, 16 de octubre de 2023. (Ecoceanos News). Una nueva muerte de un trabajador de la industria de cultivo de salmón ocurrió durante la temporada 2023. El buzo Víctor Alex Soto Soto (50 años) falleció el 10 de octubre, mientras extraía peces muertos desde el fondo de las balsas-jaulas del centro de engorda de salmones “Estero Frío”, ubicada en región de Aysén, Patagonia chilena.
Al igual que en casos previos, el buzo Víctor Alex Soto que trabajaba para este centro salmonero de la Exportadora Los Fiordos, propiedad de la compañía AquaChile, se encontraba subcontratado por la empresa de buceo “Héctor Molina Ltda.”. Producto de la integración de la antigua AquaChile, Los Fiordos, Salmones Magallanes y los activos del área salmones de Friosur, AquaChile es la empresa productora más grande en Chile y la segunda a nivel mundial.
Con anterioridad, el 24 de julio falleció el asistente de buzo Esteban Vargas Galarce (62 años), al ser golpeado en su cabeza por una estructura de fierro durante las operaciones del centro de cultivo de salmones “Williams”, Isla Clarence, región de Aysén. Este trabajador estaba subcontratado por la empresa de Servicios Acuícolas Integrales Vigmar, para laborar para la compañía salmonera MultiExport (MultiX), propiedad compartida de la multinacional estadounidense Cargill, la transnacional japonesa Mitsui y el empresario chileno José Gutiérrez.
La subcontratista Vigmar posee un staff de 100 buzos los cuales entregan servicios a grandes salmoneras, tales como Ventisquero (capitales alemanes), Australis Seafood (capitales chinos), AquaChile (grupo chileno AgroSúper) y MultiX.
La necro salmonicultura chilena: Cuando la muerte acompaña la expansión industrial y las billonarias ganancias exportadoras
Durante los diez meses de 2023 han fallecidos cinco trabajadores en labores de la salmonicultura industrial, de los cuales dos eran buzos de 50 y 62 años.
El 2022 murieron cinco trabajadores, de los cuales tres eran buzos, entre las que destacó el caso de Kateryn Pérez Moraga (30 años), mujer buzo que falleció a 27 mts. de profundidad mientras realizaba labores de mantenimiento en un centro de cultivo de la salmonera Nova Austral, en la región de Magallanes. Dos buzos que intentaron socorrerla sufrieron el síndrome de descompresión (“mal de presión”), dejando en evidencia la precaria seguridad laboral existente por parte de la empresa de capitales noruego-norteamericana.
Centro Ecoceanos: Los tercermundistas estándares laborales en la salmonicultura chilena
Según el Centro Ecoceanos, entre el 2013 y 2023 han muerto 76 trabajadores y trabajadoras en esta industria acuícola exportadora. En los últimos años, entre el 2021 y 2022, 17 trabajadores murieron según los registros de la organización ciudadana chilena.
El director del Centro Ecoceanos, el médico veterinario Juan Carlos Cárdenas, ha llamado la atención de los mercados y consumidores internacionales sobre el hecho que las producciones de salmón que alcanzan el millón de tons anuales valoradas sobre los 6 billones de dólares anuales, se encuentran asociadas a tasas de mortalidad laboral
de “carácter tercermundista”.
A su vez, indicó que “Chile junto con presentar el récord de mortalidad de trabajadores de la salmonicultura global, posee las más extensas jornadas de trabajo y los menores salarios, falta de seguridad laboral, altos niveles de subcontratación y de contrataciones temporales, unidas a una alta infraccionalidad de los derechos laborales y de género, cuando se la compara con los estándares de países salmoneros competidores, tales como Noruega, Escocia o Canadá”.
Ecoceanos instó a la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeanette Jara Román (PC), a “aumentar tanto la transparencia sobre la infraccionalidad laboral de esta industria, así como las acciones de fiscalización de los centros de cultivos, plantas procesadoras y las actividades de transporte naviero y terrestre, asociado a la expansión territorial de las salmoneras en la Patagonia chilena”.