- Centro Ecocéanos: El empresariado salmonero es el único que ha tenido una reacción destemplada contra el informe de las Naciones Unidas.
- Una moratoria a la expansión salmonera y la salida de la industria de las áreas de protección ambiental son claves desde el punto de vista ambiental, ya que “las operaciones de los centros de cultivo al interior del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado representan el 30% de las concesiones totales otorgadas irregularmente a esta mega industria en Chile».
Magallanes, Chile, 28 de marzo, 2024 (Ecocéanos News). El presidente de la Asociación de Productores de Salmón de Magallanes descalificó de plano el informe de David Boyd, Relator Especial de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente presentado en el 55° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, Suiza. El documento señala que la industria salmonera es “una de las principales amenazas para el medioambiente que enfrenta la Patagonia” y recomendó al Estado de Chile “establecer una moratoria a la expansión de la salmonicultura industrial intensiva a la espera de un análisis científico independiente”.
Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Productores de Salmón de Magallanes, afirmó a Salmonexpert que “se trata de un documento que en 22 páginas intenta simplificar años de debate en políticas públicas”, donde la referencia a la salmonicultura “se reduce a dos párrafos del informe”.
El Relator Especial de las Naciones Unidas realizó una visita oficial a Chile en mayo del 2023, documentándose en terreno sobre los impactos ambientales, las violaciones de los derechos humanos y la existencia de las denominadas “zonas de sacrificio” provocadas por empresas mineras, forestales, de energía, pesqueras, acuícola y agroindustriales, entre otras.
Respecto a la mega industria de salmonicultura, Boyd indicó que “ha aumentado de forma llamativa su producción y huella marina en Chile. Según los datos de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, Chile se ha convertido en el segundo mayor productor de salmón del mundo, con más de 1.200 concesiones en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes”.
El informe señala que en los últimos 30 años “la industria salmonicultora de Chile ha sostenido una tasa de crecimiento medio del 117% anual, lo cual ha causado daños ecológicos a ecosistemas situados a menudo en territorios indígenas”.
El relator de la ONU identificó a la salmonicultura como “una de las principales amenazas para el medioambiente que enfrenta la Patagonia, especialmente el Parque Nacional Kawésqar, el que es importante para la conservación de diversas especies y ecosistemas, entre ellos 32 especies de cetáceos”.
También Boyd destacó que “la industria del salmón ha contribuido al aumento de los desechos industriales en las playas, el agua y los fondos marinos”. Esto, luego de haber observado instalaciones de la industria salmonera en el estuario de Reloncaví, e informar la reciente instalación de un nuevo centro de cultivo de salmones en Hualaihué, región de Los Lagos, el que pone en peligro un humedal cercano.
En el capítulo de conclusiones y recomendaciones el relator de Naciones Unidas, David Boyd, señala que para que Chile alcance “sus objetivos medioambientales, cumplir sus compromisos en materia de derechos humanos, mitigar la desigualdad y acelerar los progresos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, debería aumentar considerablemente el presupuesto del Ministerio del Medio Ambiente.
Y respecto a su visita a la zona sur donde opera la industria salmonera, el relator ONU recomienda establecer “una moratoria sobre la expansión de la acuicultura del salmón a la espera de un análisis científico independiente de los impactos ambientales adversos”.
Empresarios salmoneros se suman a la estrategia anti Naciones Unidas en Chile
Frente al contenido y las propuestas del informe de las Naciones Unidas, Carlos Odebret en representación de las empresas salmoneras transnacionales que operan en la Patagonia chilena, ironizó sobre el informe, indicando que el parque nacional que señala Boyd se encuentra en tierra, “por lo que suponemos que el relator se refiere a la Reserva Nacional Kawésqar, una zona de 2,6 millones de hectáreas y donde la salmonicultura tiene concesiones otorgadas por 0,01% del área de la reserva”.
En relación a la recomendación de establecer una moratoria a la expansión de la industria del salmón, el presidente de la Asociación de Productores de Salmón de Magallanes la descartó en tono sarcástico, afirmando que “la moratoria está vigente, pues desde hace más de una década que no se pueden ingresar nuevas solicitudes de concesión en el sur de Chile. Por ello, es interesante la propuesta de realizar el análisis científico para levantar esta restricción (sic)”.
Centro Ecocéanos: El empresariado salmonero es el único que ha tenido una reacción destemplada contra el informe de las Naciones Unidas
Frente a la posición de los industriales del Salmón, Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecocéanos, señaló que “el negacionismo descalificador del empresariado salmonero transnacional que opera en el sur de Chile, desacreditando el informe y las propuestas del Relator Especial de la ONU, evidencia ante la comunidad internacional que son un poder fáctico que opera como un Estado paralelo y poder colonial en los territorios de la Patagonia chilena. Es llamativo que el empresariado salmonero es el único en tener una destemplada reacción contra el informe de Naciones Unidas”.
Presión ciudadana para el cumplimiento de las recomendaciones de la ONU
Frente al destructivo accionar ambiental y la violación de los derechos humanos de las comunidades locales y pueblos originarios del sur de Chile, el Centro Ecocéanos, junto a 100 organizaciones ciudadanas, científicos independientes, comunidades costeras y de pueblos indígenas, ha exigido al gobierno del presidente Gabriel Boric implementar la recomendación del Relator de Naciones Unidas de establecer una moratoria a la expansión productiva y territorial de la industria salmonera en el sur de Chile, asociada a la presentación de un plan gubernamental de salida de los centros de cultivo de salmón de los parques nacionales y las áreas protegidas.
Para el Centro Ecocéanos, las exigencias de una moratoria a la expansión salmonera y la salida de la industria de las áreas de protección ambiental son claves desde el punto de vista ambiental, ya que “las operaciones de los centros industriales de cultivo de salmónidos al interior del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado (SNASPE), representan el 30% de las concesiones totales otorgadas irregularmente a esta mega industria en Chile, las cuales son responsables del 60% de su producción que bordea el millón de toneladas anuales”.