En el marco del seminario “Tsunamis recientes y futuros en Chile: ¿qué aprendimos, dónde estamos, qué nos falta?”, expertos y autoridades se reunieron para compartir la evidencia científica disponible para mitigar el riesgo de tsunami en las ciudades costeras de Chile.
En 2021, el académico del Departamento de Arquitectura USM e investigador principal del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres; CIGIDEN, Jorge León, comenzó el proyecto Fondecyt 1210184 “An integrative framework for tsunami vertical-evacuation planning”, cuyo objetivo ha sido proponer e implementar en nuestro país la evacuación vertical en caso de tsunami.
La evacuación vertical consiste en utilizar como zona segura un edificio o infraestructura, que cuente con varios pisos en altura (mínimo ocho) a fin de subir lo máximo posible, antes que el agua de un tsunami inunde las zonas más bajas.
Según la evidencia recabada durante tres años de investigación, por Jorge León junto a su equipo, las ciudades costeras en Chile presentan dificultades para evacuar de forma horizontal. “Tenemos esta certeza, ya que distintos tipos de modelamientos y trabajos empíricos de campo lo demuestran”, señaló durante el seminario “Tsunamis recientes y futuros en Chile: ¿qué aprendimos, dónde estamos, qué nos falta?, que se llevó a cabo el 26 de marzo en la Casa Central USM en Valparaíso.
Para estimar el riesgo e impacto asociado a la amenaza de terremoto y tsunami, el Terremoto de 1730 en la Bahía de Valparaíso, es uno de los eventos más utilizados por los investigadores para modelar distintos escenarios de desastre. “Si ocurre un terremoto de esta magnitud, la evacuación horizontal -es decir, evacuar a los puntos de encuentro que define Senapred como áreas seguras en los cerros- probablemente no será viable”, aseguró León.
Evacuación vertical virtual
Durante su presentación, el investigador principal de CIGIDEN, indicó que las ciudades estudiadas para este proyecto Fondecyt fueron Arica, Iquique, Talcahuano y Viña del Mar. Todas ellas cuentan con edificios de hormigón armado, con una altura superior a los ocho pisos, lo que los convierte en posibles candidatos para la implementación de la evacuación vertical”.
¿Cómo se puede identificar y evaluar si un edificio presenta las condiciones para evacuar verticalmente en caso de tsunami? Para responder a esta pregunta, Jorge León y su equipo, primero se plantearon cuáles son los edificios que las personas consideran aptos para una evacuación vertical.
Para constatar esta decisión recurrieron al uso de la realidad virtual con cámaras 360º integradas a un software que recogía los datos de una plataforma tipo google street view. Esto les permitió modelar -en un contexto urbano de cientos de hectáreas- un escenario virtual similar a la realidad, donde las personas encuestadas elegían un edificio para evacuar ante la alerta de tsunami.
Esta instancia se llevó a cabo en diferentes lugares, como el Museo Fonck de Viña del Mar, la Plaza de Armas de Iquique y recientemente en hall del edificio consistorial de la Municipalidad de Talcahuano bajo el nombre “Alerta Tsunami”. Esta experiencia también estuvo disponible en 2023 durante el Día de los Patrimonios en el edificio del SHOA en Valparaíso.
La importancia del diseño estructural de los edificios
A partir de esta experiencia, se pudo saber cuál es la tendencia de las personas en relación a su opción de evacuación vertical y “por donde va la gente al edificio y hasta qué piso quieren llegar”, señaló Jorge León.
En efecto, uno de los edificios que escogió la mayoría de las personas que experimentaron la evacuación vertical virtual en Viña del Mar, fue el hotel Novotel, no obstante, la tendencia de las personas en relación a un edificio, no sería suficiente para que este sea apto para albergar a un grupo de personas en caso de tsunami.
Para evaluar si determinado edificio es capaz de resistir el golpe de un tsunami, Jorge León acudió a su co-investigadora, académica de Ingeniería UC e investigadora CIGIDEN, Rosita Jünemann, quien generó diversos escenarios sísmicos “en los que se somete un edificio a una carga combinada del sismo y el impacto del tsunami”, explicó el experto.
“La idea es visualizar las probabilidades de falla de estos edificios y de esta manera, evaluar qué tan resistentes son, además de clasificar a aquellos que sean los más óptimos para ser usados en caso de Evacuación Vertical”, señala León.
El académico de Arquitectura USM, indicó durante su presentación que “integraremos todos estos resultados para poder ponerlos al servicio de la evaluación de los edificios. Nuestro objetivo es generar un indicador de idoneidad por edificio, con el fin de que los tomadores de decisión puedan comparar y enfocar los esfuerzos sobre cuáles edificios son más óptimos que otros para evacuar”.
El terremoto de 1730 y el presente