La Ciudad como Personaje en Rayuela: Características de Buenos Aires en la Obra de Cortázar
Dos meses antes de morir, en 1983, el escritor Julio Cortázar pasó una semana en Argentina. El fotógrafo Dani Yako le tomó la foto a Cortázar de espaldas a la calle San Martín.
En 1963 se publicó su novela Rayuela, obra central del boom latinoamericano.
En la novela «Rayuela» de Julio Cortázar, Buenos Aires no es solo un escenario, sino un personaje en sí mismo. La ciudad está presente en toda la obra, moldeando la trama y las experiencias de los personajes. A través de sus descripciones vívidas y evocadoras, Cortázar captura la esencia de Buenos Aires, destacando sus características más distintivas:
1. Una ciudad vibrante y cosmopolita: Cortázar retrata a Buenos Aires como una metrópolis bulliciosa, llena de vida y movimiento. Las calles rebosan de gente, los cafés y bares están siempre llenos, y el aire vibra con una energía palpable. Esta vitalidad se refleja en el ritmo acelerado de la novela, que salta entre diferentes escenarios y personajes sin pausa.
2. Un espacio de contrastes: Buenos Aires es una ciudad de contrastes, donde lo antiguo y lo moderno se mezclan, lo rico y lo pobre se codean, y lo sagrado y lo profano se entrelazan. Cortázar explora estos contrastes a través de las diferentes locaciones que describe, desde los barrios opulentos hasta las zonas marginales.
3. Un escenario de juegos y rupturas: La ciudad es un espacio lúdico donde los personajes se divierten, experimentan y rompen con las normas. Los tableros de rayuela pintados en las calles sirven como símbolo de este espíritu lúdico, invitando a los jugadores a saltar entre casillas y desafiar las reglas.
4. Un laberinto de calles y emociones: Buenos Aires se presenta como un laberinto de calles, donde los personajes se pierden y encuentran a sí mismos. Esta sensación de desorientación se refleja en la estructura fragmentada de la novela, que no sigue una narrativa lineal y obliga al lector a reconstruir la historia por sí mismo.
5. Un espejo del alma: La ciudad también funciona como un espejo del alma de los personajes. Sus estados de ánimo se reflejan en los lugares que visitan y en las atmósferas que los rodean. Buenos Aires se convierte así en un espacio de introspección y autodescubrimiento.
6. Un lugar de memorias y nostalgia: Para algunos personajes, Buenos Aires representa un lugar de memorias y nostalgia. La ciudad está impregnada de recuerdos, tanto felices como dolorosos, que los personajes reviven a medida que recorren sus calles.
7. Un escenario de transformación: La ciudad también puede ser un lugar de transformación. Algunos personajes experimentan cambios profundos en su forma de ver el mundo y a sí mismos durante su tiempo en Buenos Aires.
En definitiva, la ciudad de Buenos Aires juega un papel fundamental en la novela «Rayuela» de Julio Cortázar. No solo es un escenario, sino un personaje en sí mismo que moldea la trama, las experiencias de los personajes y la atmósfera general de la obra. A través de sus descripciones vívidas y evocadoras, Cortázar captura la esencia de Buenos Aires, destacando sus características más distintivas y convirtiéndola en un elemento esencial de su narrativa.
foto: Dani Yako, 1983. Buenos Aires.