La estrategia de las asociaciones patronales acuícolas apoyadas en sus medios de comunicación, lobistas y parlamentarios ha sido el de pasar a la ofensiva política acusando de “ánimo persecutorio” al organismo fiscalizador estatal, y a las organizaciones ambientalistas de implementar una estrategia “antiempleo”, contraria al desarrollo de las regiones, cuando se aplican sanciones por graves incumplimientos legales e impactos sanitarios y ambientales.
Santiago de Chile, 25 de marzo del 2025 (Ecoceanos News). El consejo de administración de la empresa transnacional china Joyvio envió el 2023 un informe a la bolsa de valores de China en Shenzhen, donde consignaron la existencia en Chile de operaciones generalizadas de carácter ilegal en el sector salmonero. Estos antecedentes entregados al mercado de valores del país asiático contrasta con la actual ofensiva que está implementando el empresariado exportador en Chile, donde las megaempresas transnacionales y grupos familiares vinculados con el sector pesquero y salmonero acusan a los organismos de fiscalización ambiental de “ánimo persecutorio”, debido a que la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) está aplicando procesos sancionatorios contra grandes empresas salmoneras acusadas de implementar ilegales sobreproducciones de estos peces carnívoros introducidos en aguas chilenas -inclusive al interior de parques nacionales y áreas protegidas-, así como situaciones de elusión del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Según Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecoceanos, “durante décadas la megaindustria productora y exportadora de salmónidos ha operado en Chile bajo una permisiva y corrupta alianza gubernamental-empresarial, donde miles de toneladas de peces que se producían anualmente violando los límites establecidos en las Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA) y proyectos técnicos no constituían casos excepcionales, sino que era una práctica masiva y habitual”.
El Centro Ecoceanos denuncia que “hasta el 2020 la Superintendencia del Medio Ambiente fue cómplice de esta ilegal situación al no fiscalizar ni aplicar la legislación y regulaciones ambientales y sanitarias a estos graves incumplimientos, no actuando cuando las sobreproducciones de la industria sobrepasaban en 100.000 toneladas los volúmenes de producción autorizados, lo cual evidenciaba los laxos criterios de fiscalización hacia la industria acuícola”.
¿Los tiempos están cambiando en Chile?
Sin embargo, desde hace cuatro años, la SMA comenzó a ejercer una mayor labor de fiscalización y la aplicación de la ley y normativa reguladora a estos enclaves industriales exportadores en las regiones de la Patagonia chilena. Un reportaje emitido por Radio Bío Bío informó que la empresa china Joyvio -la cual adquirió en el 2019 la compañía salmonera chilena Australis Seafoods-, que actualmente tiene demandado a su expropietario Isidoro Quiroga por entrega de información falsa, emitió un informe que fue presentado el 30 de enero de 2023 ante la bolsa de valores de China en Shenzhen.
La visión china de las prácticas del empresariado salmonero en Chile
En este documento del consejo de administración de la empresa china explica que en Chile la producción de salmones se regula a través de dos mecanismos: Los límites a la cantidad de alevines (juveniles), y a través de un límite máximo del peso total de la cosecha. “Hasta 2020, la industria solía cumplir estrictamente con el primer tipo de regulación, mientras que la supervisión del segundo tipo era relativamente laxa. La mayoría de las empresas de acuicultura sobreproducían en diversos grados” afirma Joyvio en el documento.
Sin embargo, las malas prácticas empresariales y las complicidades de los entes gubernamentales permitieron que un gran número compañías salmoneras operaran con altos e ilegales volúmenes de producciones, muy superiores a los autorizados, sin que por ello tuviesen ninguna consecuencia de orden legal. “A partir de 2021, las autoridades reguladoras comenzaron a fortalecer el control sobre el segundo tipo de regulación, recibiendo notificaciones de infracción por sobreproducción la mayoría de las empresas de acuicultura en Chile”, indica Joyvio en el escrito a las autoridades chinas.
El corrupto modelo de negocios salmonero en Chile apoyado en el caradurismo parlamentario y empresarial
Según el Centro Ecoceanos, “la denuncia entregada mediante este informe a la bolsa de valores de China en Shenzhen confirma la existencia en Chile de un corrupto modelo de negocios salmonero basado en la sobreproducción sistemática de alto impacto ambiental y sanitario, que ha violado sistemáticamente los volúmenes aprobados originalmente en las Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA) y los proyectos técnicos de las propias empresas”.
Inicio de una campaña empresarial de desprestigio y amedrentamiento del Estado y la sociedad civil
A pesar que las acciones del SMA efectuadas después del 2020 han venido confirmado el corrupto modus operandi de la industria salmonera exportadora con base en el sur de Chile, la estrategia de las asociaciones patronales acuícolas apoyadas en sus medios de comunicación, lobistas y parlamentarios ha sido el de pasar a la ofensiva política acusando de “ánimo persecutorio” al organismo fiscalizador estatal, y a las organizaciones ambientalistas de implementar una estrategia “antiempleo”, contraria al desarrollo de las regiones, cuando se aplican sanciones por graves incumplimientos legales e impactos sanitarios y ambientales.
“El ilegal y destructivo accionar de la industria salmonera durante años ha tenido como resultado la grave destrucción de los ecosistemas marino-costeros, así como el incremento de las zonas anaeróbicas (baja o desaparición del oxígeno disuelto) en las columnas de agua y en los fondos oceánicas de las regiones patagónicas donde se encuentran instaladas las balas-jaulas. Este comportamiento amenaza el patrimonio ambiental y la salud de los prístinos ecosistemas patagónicos, especialmente cuando ello ocurre acumulativamente desde hace años en el interior de parques nacionales y áreas protegidas”, señaló Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecoceanos.
La mayor conflictividad entre entes estatales y las empresas salmoneras, y al interior del gremio salmonero debido a la aplicación de sanciones, constituyen un nuevo escenario donde la pregunta es ¿Enfrentará la industria salmonera el desafío de respetar la ley, o le torcerá la nariz al Estado usando a los tribunales y la presión política?