Las mujeres visitaron las dependencias de Fundación Chinquihue en Puerto Montt y conocieron de cerca el trabajo de una destacada acuicultora de pequeña escala en Puerto Varas. La iniciativa fue posible gracias a un proyecto financiado por el Gobierno Regional del Biobío.
Con una visita a las instalaciones de Fundación Chinquihue finalizó una gira tecnológica de dos días, la que trasladó a siete pescadoras del Biobío hasta la región de Los Lagos.
Las mujeres, quienes anteriormente habían sido beneficiadas con salas de procesamiento micromodulares para elaborar productos del mar con valor agregado financiadas por el GORE Biobío, y que a la fecha ya cuentan con su resolución sanitaria, proceden de las comunas de Arauco (caletas Tubul y Llico), Tirúa (caleta Tirúa), Tomé (caleta Cocholgüe), Lota (caleta Lota Bajo) y Hualpén (caleta Lenga).
La instancia se dio en el contexto del proyecto «Transferencia apoyo al desarrollo de la pesca artesanal, región del Biobío», el cual es financiado por el GORE Biobío, y que ejecuta Fundación Chinquihue en esa región.
En la oportunidad, las mujeres de mar conocieron de primera fuente el trabajo que se realiza en algunas de las unidades de Fundación Chinquihue en la ciudad de Puerto Montt, como son su hatchery, la sala de prototipaje de productos del mar, Ruka Iyael, así como su distribuidora de productos del mar, Comercial Chinquihue.
Esta gira también contempló una visita a la acuicultora de pequeña escala y emprendedora Andrea Oyarzo, quien vive en Caleta Rollizo, comuna de Puerto Varas. Ella es beneficiaria del «Programa de recuperación económica a través de microemprendimientos familiares (MEF)», financiado por el GORE Los Lagos y ejecutado por Fundación Chinquihue.
Actualmente desarrolla una serie de recetas con valor agregado en su micromódulo de procesamiento de productos del mar, el que se adjudicó en el mencionado proyecto, y que la ha llevado a formalizarse y a lograr comercializar sus productos bajo la marca «Azul Gourmet».
Beneficiarias
Karen Cisterna, una de las siete participantes de esta gira, está dedicada a la pesca artesanal desde hace décadas. «Prácticamente empecé de chiquitita a trabajar con mi papá», recuerda. Desarrolla esta actividad productiva en la caleta Tubul, comuna de Arauco. «Actualmente me dedico a trabajar en los productos congelados del mar, como son la macha y el piure», comenta.
Dichos productos los elabora en una sala de procesos totalmente equipada, la que cuenta con la respectiva resolución sanitaria y que obtuvo gracias al programa «Transferencia agregación de valor a productos pesca artesanal, región del Biobío», financiado por el GORE Biobío, ejecutado por Fundación Chinquihue, y que finalizó con 30 beneficiarias en dicha región.
Calificó su experiencia tras la gira como «buenísima». «Hemos aprendido que querer siempre es poder (…). La gira me pareció maravillosa porque vinimos acá a la fundación. Pudimos conocer el equipamiento con el que cuentan en su sala de procesos», expresó la pescadora.
Algunas de las ideas que se lleva tras su visita a la región de Los Lagos tienen que ver con probar nuevos formatos de elaboración. «Yo no he hecho el proceso de conservas y me gustaría mucho trabajar en conservas, en lo que es la macha y el piure, la carne de jaiba, que también se puede hacer. Mi meta ahora es obtener la olla autoclave», cerró.
Otra de las participantes de esta gira fue Gladys Merino, quien proviene de caleta Lenga, comuna de Hualpén. Pescadora artesanal por tradición familiar, asegura que su papá «es pescador artesanal desde los siete años». En dicha caleta trabaja con recursos como la navajuela y el carapacho.
Al igual que su compañera de caleta Tubul, cuenta con una sala para la elaboración de productos del mar con su respectiva resolución sanitaria gracias al GORE Biobío.
«La salida que tuvimos a Caleta Rollizo fue muy enriquecedora», dice. La mujer de mar asegura que esta experiencia le inspiró para continuar con sus actividades productivas como pescadora. «A veces una siente que no va a poder y la verdad es que tras conversar con Andrea y conocer su experiencia, como que una siente motivación para continuar», reconoce.
Pero además de motivación, se lleva algunas nuevas ideas para implementar estando de vuelta en sus tierras. «Me gustó mucho el tema del ahumado. Nosotros tenemos bastante materia prima como para echar mano allá, entonces tenemos varias cositas en mente», afirmó.
Gira tecnológica
Karyn Rojas es actualmente funcionaria de Fundación Chinquihue Biobío y fue la encargada de organizar esta gira por la región de Los Lagos. Asegura que el objetivo del viaje consiste en «promover el intercambio de experiencias entre pescadoras artesanales de distintas localidades y, en este caso en particular, brindar a las pescadoras de la región del Biobío la oportunidad de conocer la experiencia de una pescadora artesanal, que haya obtenido un micromódulo de agregación de valor, que lo esté trabajando y que, además, haya desarrollado un producto, como es el caso de Andrea Oyarzo».
Rojas destacó la buena acogida que esta actividad tuvo entre las pescadoras artesanales del Biobío. «Pude percibir que muchas de ellas mostraron mayor motivación para seguir avanzando en sus emprendimientos, principalmente gracias a los nuevos aprendizajes adquiridos, lo que les permite soñar con el desarrollo de sus propios productos, apuntando a nuevos y mejores mercados, promoviendo así la idea de que, sin una mayor extracción de recursos, ellas puedan obtener mejores ganancias, que en el fondo eso es lo que se busca para ellas», concluyó.