La escritora neerlandesa Lieke Marsman tiene 34 años. Publicó su primer poemario, «Cosas que me digo a mí mismo», en 2010, con tan solo veinte años.
Entonces ganó tres premios de poesía.
Desgraciadamente, en 2018 le diagnosticaron un cáncer de huesos poco común que la consumía lentamente.
Tres meses después Lieke Marsman escribió este poema.
Es un poema de honesta resistencia pública en un sensible período de su vida. Cuando la armadura de la racionalidad aprieta demasiado, hay que quitársela y abrirse a otros mundos, descubrió entonces Lieke Marsman.
Hubo que amputarle el brazo derecho y el omóplato.
Lieke Marsman nunca se rindió.
Retomó el hilo de su pasión, la escritura, ahora con la mano izquierda.
Lieke Marsman hoy es una escritora laureada en su país y es considerada una de las voces más destacadas de la literatura neerlandesa.
EL SIGUIENTE ESCANEO DURARÁ CUATRO MINUTOS
Por Lieke Marsman
Antes queremos advertirte
Antes de que la bruma te hunda,
en morfina irreal de la rutina impura,
antes queremos decirte, con voz segura,
sobre tus fasciculaciones y sacudidas
o ese bulto que notas en tu espaldilla.
Seguro en Google buscaste sin tregua
con ansiosa plegaria, cada lunar o peca,
Hace poco fuiste al médico por piel seca,
te dijeron: solo es mucha gel en la ducha.
Mas al oír «condrosarcoma»,
se heló en tu alma la fragua,
cual noche lunaria, el wife router
desconectaste en tu hogar.
¿Sabes al fin tu real prioridad?
¿Sabes lo que te ofrece la vida?
¿O esas sin fin terapias,
O el curso zen de ocho semanas,
te enseñan a que toleres el sufrimiento?
¿a qué a ritmo fugaz un ejercicio de respiración
puede expulsar temporalmente
cada feo augurio de tu cuerpo?
¿Y ser libre es tolerar el dolor?
¿Es ser libre de penuria?
Falso.
Ser libre es necesitar aire fresco
y poder levantarse y caminar
No digas que no te advertimos
(Versión en español: Omar Pérez Santiago)
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El gran valor literario de Lieke Marsman