Ciudadanos, pescadores artesanales, los operadores turísiticos, delfines, lobos marinos y surfistas de la región del Bío Bío, se encuentran amenazados por el intento de establecer a 2.000 mts de sus prístinas costas y santuario de la Naturaleza, un megaproyecto de producción intensiva de salmones para la exportación. De manera sigilosa la familia Stengel,- unas de los 7 clanes beneficiados con la corrupta ley Angelini-Longueira de pesca de privatización pesquera -, y las autoridades de la Subsecretaría de pesca (Subpesca) e investigadores y académicos de la universidad regional han estado analizando los sitios mas convenientes para ubicar 11 grandes centros de cultivos a mar abierto (offshore), los que tendrían una capacidad de producción anual de 24.000 tons de salmones.