La derecha más lúcida, esa derecha «que se las trae», debe mirar con un poco de verguenza y una risa burlona, pero complice, toda la forma de gobernar de Piñera. La República aparece con desprolijidad, desorden, y mezclada todavía con virgencitas, torturadores, mercanchifles y rufianes de poca monta. Todos tratando de hacer un «negocito» con el Estado. Mientras, el gran negocio lo siguen haciendo empresas y familias tradicionales, y, por supuesto, las multinacionales.
Santiago de Chile, 30 de Noviembre 2010. (Radio del Mar). Termina este 2010 y lo menos que puede decirse de estos 10 meses de gobierno, es que es un periodo lleno de actitudes y situaciones extrañas que hace plantearse ciertas interrogantes para el futuro. En un gobierno que, como lo han dicho los Senadores Allamand y Longueira, no es de la Alianza sino de Piñera, es imposible pedir explicaciones a los parlamentarios oficialistas o a los Ministros.
Viviendo todavía con el resto de la cuenta de ahorro que le entregó el rescate de los mineros, Piñera no puede seguir mucho tiempo más sin explicarle al país cuáles son los ejes de su política y hacia donde va el país. Pese a las balbuceantes explicaciones sobre una educación de mejor nivel y 50 liceos de excelencia a nivel nacional, no se sabe qué se quiere en educación, y el proyecto tan publicitado no ha tenido una circulación masiva ni ha existido un debate con las actores involucrados. Por supuesto, ni hablar de política agraria, nada de pesca, ni de recursos naturales, menos de medio ambiente. Y de minería sólo se sabe que hay un famoso ministro que no se ha dado cuenta que los 33 mineros ya salieron a la superficie. En Salud, en tanto, se avanza en entregar más fondos a las clínicas privadas y anular los servicios públicos. Sernam no andan mejor que la JUNJI y la Ministra del Trabajo llega a dar pena por su imprudencia política. En vivienda ya vimos a la gente durmiendo en la calle esperando un ticket para un subsidio. Y en relaciones exteriores tuvimos a Piñera abrazado con Santos en Colombia, retado por la canciller alemán, cometiendo vergonzosos errores diplomáticos, y como mayor éxito mostrarse reunido con la directiva de un club de fútbol ingles. Para que hablar del ministro de exteriores que dedicó su cumpleaños a un expreso cubano. Y…. capítulo aparte tiene nuestro sionista Ministro del Interior, del que se puede estar seguro, que el viejito Pascuero le trajo un gran látigo.
Pero son muchas las cosas extrañas y de las cuales en algún momento el gobierno deberá responder. Por ejemplo, a dónde fueron, cómo y por quién fueron gastados los miles de millones de pesos para materiales para la reconstrucción y que fueron acercados a los grandes consorcios vinculados a gente de gobierno a cuenta de las compras que se harían. El Ministerio de Defensa está mas hermético que nunca y transformando en secreto militar se ha convertido el financiamiento de un puente mecano comprado para obras civiles y sobre el que se habría pagado un escandaloso sobreprecio. También siguen sin aclarar las responsabilidades por la contratación hecha por el retirado Comandante en Jefe del Ejercito, General Ricardo Izurieta, hoy subsecretario de guerra, de ex agentes de la CNI y la no renovación de contratos a civiles para sustituirlos por militares en retiro.
Falta también que el Presidente aclare las consultas acerca de fondos cuestionados en el Instituto Nacional del Deporte que dirige su amigo y socio Ruiz Tagle, y que la Contraloría ha ordenado auditar. De la misma manera hay preguntas acerca de por qué el Ministro de Justicia pide la renuncia inmediata al Director del Registro Civil por funcionamiento incompatible con el cargo en una gran licitación, lo que antes varios parlamentarios habrían llamado corrupción. Es extraño también que este ministro siendo tan estricto no haya pedido aún la renuncia del Director de Gendarmería, ya que por lo menos ha sido negligente y tiene responsabilidad administrativa en los últimos hechos de la cárcel de San Miguel.
Respecto a los nombramientos en cargos claves y otros de segundo nivel, estos han sido hechos con una desprolijidad y apresuramiento propios de quien decide y a quien no se le puede discutir. Funcionarios regionales con antecedentes de estar vinculados a violaciones de derechos humanos, otros tan «rascas» que no pudieron limpiar sus antecedentes en Dicom. Seremis y Jefes de Servicio que fue necesario echar por mal uso de bienes fiscales. Están también los racistas y los que mandan circulares sobre la vestimenta de los funcionarios, donde resaltan una Ministra y otras que actúan de manera vergonzosa por su incapacidad. Un Subsecretario del Trabajo que fue echado sin que se supiera porqué. Y cómo olvidar al ilustre embajador en Argentina, vergonzosamente destituído por defender la dictadura militar chilena. Un capítulo aparte merecen también los conflictos de interés de diferentes Intendentes y otras autoridades.
Pensar que en la campaña presidencial, una de las cosas que se planteó con más fuerza, es que de ganar la Alianza llegarían los mejores a gobernar. El problema es que no ganó la Alianza, fué Piñera el que ganó. ¿ Entonces hasta cuándo debemos esperar para que el señor Presidente se digne a decirle al país qué pasa y para donde va Chile?. *****FIN*****
