Santiago de Chile, 21 de marzo 2011. (Radio del Mar. Fuente: Agencias). Los aliados “multilaterales” consiguieron imponer una zona de exclusión aérea en Libia en las primeras 24 horas de iniciadas las acciones bélicas mientras una segunda ola de bombardeos conjuntos se prolongaba anoche desde ayer la tarde y hasta entrada la madrugada.
El segundo alto al fuego libio, ofrecido por un vocero del régimen, fue recibido con escepticismo en Gran Bretaña y Francia. De hecho, según EE.UU., la tregua fue “rápidamente violada” .
Qatar fue el primer país árabe que se sumó ayer con cuatro aviones de ataque a los bombardeos. China, Rusia y la Unión Africana repudiaron los bombardeos. La Liga Arabe, que inicialmente había apoyado la denominada no fly zone , exigió protección para la población civil y un alto el fuego. Una inquietante fractura en el frente árabe, que preocupa a la coalición de cara a los próximos días.
Después de la destrucción de cuatro tanques por los aviones franceses que dejaron al menos 14 muertos en el terreno, la operación bélica comenzó a cumplirse paso a paso, como sucedió en los primeros días de la guerra en Irak. ¿El objetivo? Degradar la defensa antiaérea Libia, en un ataque que se prolongó durante la madrugada en la zona costera del país. Todas las fuerzas están bajo comando norteamericano actualmente.
Estados Unidos y Gran Bretaña se unieron en esta acción, con el lanzamiento de 120 misiles de crucero desde submarinos clase Trafalgar británicos y los barcos norteamericanos USS Barry y USS Stout, estacionados en el Mediterráneo. Los aviones Tornado de la Fuerza Aérea británica participaron en las acciones al igual que un bombardero norteamericano US B2, que lanzó cuarenta bombas sobre una pista aérea libia, a 150 kilómetros de Trípoli.
Estos fuertes bombarderos eran técnicamente necesarios para imponer la no fly zone sobre el espacio aéreo libio. El desmantelamiento de las defensas antiaéreas le otorga a la coalición multilateral una mayor libertad en su misión y con menor riesgo para la vida de los pilotos que patrullan. El objetivo de la resolución de la ONU del jueves pasado es imponer una zona de exclusión para impedir el ataque de la aviación y la artillería de Kadafi sobre los civiles libios.
La resolución de la ONU no especifica si su mandato incluye o no un cambio de régimen. Puede haber serias diferencias en la coalición sobre este mandato y si incluye o no legalmente la eliminación de Kadafi y su entorno.
Un vocero del Pentágono afirmó que “Kadafi no es un objetivo” . Pero sus instalaciones lo son. Anoche había humo en las cercanías del complejo donde vive el líder libio, probablemente por un ataque sobre su artillería antiaérea.
El portaaviones francés Charles de Gaulle se encuentra navegando hacia aguas libias, con capacidad de 20 aviones. Francia ha contribuido con aviones Rafale y Mirage, aviones de radar Awacs, el portahelicópteros Mistral y dos fragatas. Gran Bretaña aporta sus aviones Tornados, Eurofighters y 3 submarinos. En el área, los norteamericanos han desplazado sus aviones de combate F15 y F16, Awacs, el portahelicópteros Kearsarge, dos destructores equipados con misiles mar tierra Tomahawk y el portaaviones Enterprise.
En la segunda noche de bombardeos, la Cruz Roja mostró “su profunda preocupación ante la intensificación en recientes días de combates en las ciudades y alrededor de centros densamente poblados en Libia”. Yves Daccord, su director general, recordó que los ataques a civiles están estrictamente prohibidos en la ley humanitaria al igual que el uso de escudos humanos.
La Liga Arabe apoyó en la cumbre de París la implementación de la zona de exclusión aérea. Pero ayer denunció que lo que pasa en Libia “difiere del objetivo de imposición de una zona de exclusión aérea”. La cancillería británica le respondió en un comunicado. “A diferencia de Kadafi, la coalición no está atacando civiles. La resolución de la ONU autoriza todas las medidas necesarias para proteger a la gente de Libia”, especificó.
Rusia y China se sumaron a los críticas por los muertos civiles y los bombardeos. Admitieron como cierta la muerte de 48 civiles en los ataques, como lo anunció el gobierno libio. Junto con Alemania se habían abstenido de votar la resolución 1973 en la ONU.
El almirante norteamericano Mike Mullen, jefe del Estado mayor conjunto estadounidense admitió que existe la posibilidad de que Kadafi se mantenga en el poder y que el objetivo de la operación militar conjunta es “clara y limitada”. “Es muy incierto cómo terminará”, explicó a la cadena NBC. Advirtió que el líder libio deberá hacer “algunas opciones sobre su propio futuro”.
Hasta ahora y antes de que intervenga la OTAN, el comando de la operación está a cargo del almirante norteamericano Samuel Locklear, que coordina los ataques aéreos y navales desde el Mount Witney, la nave líder de la Sexta Flota de EE.UU. Como es un comandante de la OTAN, cuando esta organización se hago cargo, es altamente probable que todo continúe bajo su mando.*****FIN*****