07 - febrero - 2025

En el tiempo de las revueltas populares, ahora parece ser el turno de Siria

Santiago de Chile, 24 de marzo 2011. (Radio del Mar. Fuente: Agencias). La sangrienta represión de las fuerzas de seguridad sirias, que ayer abrieron fuego contra cientos de jóvenes en Deraa, no ha amedrentado a los habitantes de esta ciudad del sur del país. Miles de personas (20.000, según algunos testigos) han marchado en los funerales por nueve manifestantes muertos ayer, coreando consignas en las que reclaman libertad y en medio de un fuerte despliegue militar. Una fuente de un hospital de la ciudad afirma que ayer recibieron 37 cadáveres, lo que eleva considerablemente la cifra de 15 fallecidos que calculaban activistas de derechos humanos. Se teme que el número de muertos sea superior.

El Gobierno sirio ya maniobra para aplacar las protestas. El Ejecutivo ha anunciado que adoptará decisiones «muy importantes» próximamente para atender las «demandas justificadas» del pueblo, según ha comunicado hoy una consejera del presidente del país, Bashar al Assad, tras los incidentes de Deraa. «Las demandas de la población de Deraa están siendo estudiadas y son motivo de preocupación», ha señalado la consejera, Bouthaina Shaaban, añadiendo que «están justificadas». En este sentido, ha adelantado que «el próximo periodo será testigo de importantes decisiones en todos los niveles».

La matanza de manifestantes en Deraa ha recibido el rechazo internacional. Alemania ha urgido al Gobierno sirio a que ponga fin a la violencia contra los civiles, y Reino Unido y Francia le han instado a emprender reformas para abrazar la democracia. «La violencia debe acabar inmediatamente. El Gobierno sirio debe garantizar que se respeten los derechos humanos y civiles básicos, así como el imperio de la ley», ha señalado el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, en un comunicado.

Gritos contra el Gobierno

«Los traidores no matan a su propia gente. Dios, Siria, libertad. ¡Que la sangre de los mártires no se derrame en vano!», es uno de los cánticos que se oían en el cementerio sur de Deraa. La procesión ha partido de la mezquita de Al Omari, epicentro de las protestas de la última semana, y no se ha informado de incidentes violentos. La ciudad, según cuentan testigos citados por la cadena Al Yazira, está tomada por cientos de soldados con fusiles kaláshnikov que patrullan las calles principales bajo una fuerte lluvia, e impiden reuniones públicas. Hay puestos de control en las entradas de la ciudad, que impiden el acceso a los periodistas.

Protagonismo de la policía secreta

En días anteriores, el Ejército había adoptado un papel más secundario, dejando el control de las protestas contra el régimen de Bachar el Asad a la policía secreta y unidades especiales, en esta zona agraria que se ha convertido en el epicentro de unas inéditas manifestaciones exigiendo libertades políticas y el fin de la corrupción. Se trata de los peores disturbios a los que ha hecho frente El Asad desde que tomó el poder en 2000, tras la muerte de su padre. En Siria rige el estado de emergencia desde 1963, y no se toleran disensiones contra el Gobierno.

La represión brutal de ayer refleja la escalada dramática de una semana de protestas en esta ciudad fronteriza con Jordania, durante la cual han muerto al menos 44 civiles desde el viernes. «Recibimos los cadáveres a las cinco de la tarde (una hora menos en la España peninsular). Todos tenían heridas de balas», ha dicho el trabajador del hospital, que no ha querido dar su nombre.

Los incidentes de ayer comenzaron de madrugada, cuando las fuerzas de seguridad trataron de entrar la mezquita de Al Omari, con la excusa de detener a una «banda armada» que había acumulado armas y municiones en el edificio y había «secuestrado niños que usaba como escudos humanos», y dispararon contra los manifestantes que trataron de impedir el asalto, causando varios muertos. Las fuerzas de seguridad volvieron a abrir fuego en los funerales contra estas víctimas, aunque la mayoría de los fallecidos se produjeron en la tarde, cuando dispararon indiscriminadamente contra cientos de jóvenes de localidades vecinas que trataban de acceder a Deraa para protestar contra la violencia.

Es muy difícil confirmar el número de muertos en los distintos enfrentamientos de ayer, ya que algunos heridos y muertos han podido ser trasladados a hospitales de otras localidades. Activistas de derechos humanos han entregado a la cadena BBC una lista con 45 personas que afirman que han muerto en la represión, mientras que otros activistas y testigos citados por France Presse hablan de hasta un centenar.

Las autoridades sirias han negado en los últimos días las cifras de fallecidos dadas por los opositores, y han acusado a «partes extranjeras», en referencia a Israel, de «propagar mensajes» sobre Deraa y fomentar la revuelta. En un tradicional bastión del partido gobernante, el Baaz, se han escuchado en los últimos días muestras de descontento contra la alianza de El Asad con Irán y el partido-milicia libanés Hezbolá.

Los manifestantes prodemocráticos han convocado una protesta multitudinaria para mañana en todo el país, con el nombre de «Viernes de dignidad», a través de redes sociales, una herramienta clave en las revueltas de Túnez y Egipto. También en Siria se utilizó Facebook para convocar a los opositores al régimen, en una página llamada «la revolución siria contra Bachar el Asad 2011», a marchas para lograr «una Siria sin tiranía, sin ley de emergencia ni tribunales de excepción». Tras unas pequeñas protestas en la capital, rápidamente disueltas, el movimiento se ha asentado en el sur.

Países como EE UU, Francia y Reino Unido han expresado su preocupación por los acontecimientos en Siria. Mientras que Washington y París han condenado el uso de la violencia, Londres ha pedido «respeto» al derecho a «protestas pacíficas» y «contención a todas las partes, incluidas las fuerzas de seguridad sirias», en las manifestaciones convocadas mañana.*****FIN*****

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