Santiago de Chile, 24 de Marzo de 2011. (Radio del Mar). Hace un par de meses, todos los canales de televisión incluyeron en sus noticieros centrales el asalto ocurrido en una residencia del sector de Vitacura. Esto que ya se ha transformado en usual, tuvo esta vez la característica especial de que la afectada era hija del señor Cristian Zegers, Director del Diario La Segunda. Este hecho generó un gran operativo policial y la presencia personal del Director Nacional de Seguridad Pública, que trató de justifiicar su presencia, declarando que eso era una señal del nuevo estilo que estaba implantando el gobierno, para estar al lado de las víctimas de delitos de esas características. Por supuesto que en las decenas de hechos similares ocurridos, nunca más se le vió aparecer.
Esto se recuerda por un hecho ocurrido el día martes en el exclusivo barrio de La Dehesa, en que fue asaltada una casa por un grupo de jóvenes delincuentes, que sustrajeron especies sin que los dueños de casa ni sus hijos hayan sufrido daño físico alguno. De inmmediato se constituyó en el lugar el señor Luis Jaramillo Martínez Fiscal de lla Zona Oriente, quien asumió la dirección de las diligencias que se realizaron. Es sabido que el rol de los fiscales es decretar medidas cautelares cuando los detenidos son puestos a su disposición y se establece un plazo para investigar, pero nunca se presentan en el lugar de los hechos a menos que haya víctimas fatales. Pero el señor fiscal no llegó solo, sino que lo hizo acompañado por una sicóloga del Ministerio del Interior, para prestar el apoyo que las víctimas pudieran requerir, en un hecho que puede calificarse de inédito, pues estas profesionales jamás concurren a situaciones parecidas y que ocurren todos los días en Santiago. Es evidente que las personas que residían en esa casa, cuyo nombre no fué dado a conocer, gozaban de privilegios o tienen un status especial que los hace merecedores de esa atención tan exclusiva.
Pero ese mismo día, falleció en la calle el señor Juan Cortés sin recibir atención médica ni siquiera ser ingresado al consultorio «Fernando Mattioletti» en la Comuna de la Florida. Fué posible ver en los noticieros la desesperación de su familia pidiendo a gritos que alguien lo atendiera pues el ataque cardíaco se había producido en la entrada del consultorio. Rato después salió un paramédico para comprobar en un segundo que ya era cadáver y no se justificaba ingresarlo, dejándolo en la calle.
Pero esta hiistoria tiene un epílogo aún más doloroso y denigrante. Por haber fallecido el señor Cortés sin atención médica, debió esperarse la llegada de un fiscal para que autorizara el retiro del cuerpo. Pero este fiscal, colega del otro tan diligente en La Dehesa, llegó sin inmutarse 7 horas después, ante la angustia y rabia de esa familia que lo vió todo ese tiempo botado en la calle como un animal.Seguramente el señor fiscal Nacional tan amigo de las cámaras y las declaraciones cuando suceden hechos de alto impacto, ni siquiera tuvo tiempo de enterarse de lo vivido por la familia del señor Cortés, pero eso es lógico, todo sucedio en el sector poniente de la capital.*****FIN*****
