Tokio, 3 de mayo de 2011 (EFE).- Los pescadores de la ciudad japonesa de Taiji, conocida por ser el escenario del documental «The Cove», no tienen planes de iniciar la caza de ballenas en sus costas durante esta temporada, informó hoy la agencia local Kyodo.
La suspensión de la caza de cetáceos en Taiji por primera vez desde 1988 se debe a que una nave ballenera de la localidad tiene que suplir la falta de barcos de las zonas afectadas por el terremoto y tsunami del 11 de marzo en el noreste japonés.
Esto ha provocado la cancelación de la llamada caza de ballenas con fines científicos frente a las costas del puerto de Ayukawa, en Ishinomaki (provincia de Miyagi), una de las zonas más afectadas por el maremoto.
El devastador desastre natural ha obligado a cambiar los planes balleneros de Japón, que realizará esas labores este año en las costas de Hokkaido, donde el navío con base en Taiji participará en la captura de cetáceos de la familia de los zífidos.
La temporada ballenera en Taiji se prolonga normalmente hasta septiembre, pero, debido a los cambios, se cree que el ballenero de la localidad no podrá llegar a tiempo por la falta de navíos a causa del terremoto que afectó al noreste japonés.
Miyato Sugimori, de la asociación de pescadores de Taiji, dijo a Kyodo que «será difícil» que se pueda iniciar la caza en las costas de la localidad.
No obstante, debido a que el puerto de Taiji no sufrió daños importantes por el tsunami originado por el terremoto de 9 grados de marzo es probable que la caza de delfines que comienza anualmente en septiembre no se vea afectada.
Taiji se hizo famoso por el film «The Cove», ganador en 2009 del Óscar a mejor documental, en el que se muestra cómo se realiza la matanza de delfines en las ensenadas de su costa, una práctica muy criticada internacionalmente desde entonces.
Los conservacionistas y ecologistas argumentan, además, que la caza de cetáceos con fines científicos no es más que una coartada para evitar la prohibición internacional de la caza comercial de ballenas desde mediados de los años 80.
En febrero, Japón ya decidió suspender la temporada de caza de ballenas en la Antártida debido a las acciones de la organización ecologista Sea Shepherd contra su flota ballenera y para garantizar así la seguridad de las tripulaciones.