Santiago de Chile, 11 de Mayo 2011. (Radio del Mar. Fuente: Agencias). La Liga no engaña, conquistada siempre por el mejor, brillante como acostumbra el Barcelona en los últimos tiempos. He aquí el dominador del siglo XXI, campeón en seis de los diez últimos cursos, vigesimoprimer título de su historia, un estilo innegociable para llegar al éxito. No hay mayor secreto en el equipo de Pep Guardiola que el trabajo y el buen gusto, la apuesta por un fútbol diferente al que nadie se acerca, tan convencido de sí mismo que ni las trampas ni los satélites le alteran porque habla en el campo, que es donde mejor se expresa. Con dos jornadas de adelanto, como los buenos estudiantes, el Barça entona el alirón después de su empate de convenciencia ante el Levante y piensa ya en Wembley, destino final de una temporada estresante. Ahí, en un escenario tan mítico como idolatrado, busca la perfección. Quiere reinar en Europa como la hace en España. El fútbol loa al Barcelona. [Narración y estadísticas]
Ocurrió en Valencia como otras veces, como en 2005 con aquella carrera enloquecida de Eto’o, también con la segunda equipación que desluce un poco esa foto para siempre. Tampoco importa porque el Barcelona es el mismo de azulgrana o de verde, abrumadoramente superior con una idea que tiene a Guardiola como punto de partida. Son tres años de felicidad en el Camp Nou, confirmado el Barcelona como la referencia porque la entidad es estable y robusta en su estructura aunque cambien las caras y los jefes. El Barça es así, tan suyo, tan de todos los que aprecian el buen fútbol, aunque sobre el pacto y las formas ante el Levante.
Por la retina, ahora que se festeja la hazaña, miles de imágenes resumen este curso tan brillante. Gana el Barcelona de Guardiola, un tipo diferente, avanzado a su época, tan osado que en la era del músculo y del doble o triple pivote prefiere imaginación y desborde. Gana el Barcelona de Xavi, pieza capital para comprender la querencia por el balón, su manejo y la velocidad. Gana el Barcelona de Iniesta, héroe de todos después de lo de Sudáfrica, aplaudido en cualquier campo porque en todo el mundo gusta. Y gana el Barcelona de Messi, ser universal, único en su especie, tan decisivo en la portería contraria como lo es Valdés en la propia. En el Barça, en definitiva, ganan todos porque impera una idea común, vetados los individualismos y los objetivos personales. De ahí que todos viajaran. Un equipo, al fin y al cabo.
Todos tan felices
Olía a empate en el Ciutat de Valencia antes de que empezara la fiesta, tan positivo un punto para unos como para otros, y con esas se jugó durante buena parte de la tarde-noche, apenas sin tensión ya que ha abundado en la temporada, hermanados dos equipos que tan bien han hecho las cosas. El Levante se ve salvado con 44 puntos y su campaña merece también un aplauso tremendo. Ante el Barcelona, aplicó la misma fórmula de otras citas con Caicedo como protagonista, pícaro el ecuatoriano para sonrojar a Piqué a la carrera. Antes se había adelantado Keita, quien mejor para resumir el espíritu del Barcelona, con un golazo de cabeza a pase de Xavi, emotiva la piña para celebrar un tanto definitivo. Ya hay campeón y es brillante, indiscutible, azulgrana y solidario. En el campo, nadie lo hace tan bien. En estos momentos es imposible.*****FIN*****
