Por: Omar Pérez Santiago
Liga Ciudadana
06 de julio de 2011
Los anuncios de Piñera sobre educación superior son espeluznantes por lo conservadores, considerando la inmensa demanda popular por un cambio radical. No basta mejorar la información a los estudiantes, crear una Subsecretaria de la Educación Superior y mejorar las becas, como propone el gobierno. Eso no soluciona la inmensidad del problema. Piñera está entrando en un oscuro callejón sin salida, pues cuando los gobiernos pierden la vergüenza, el pueblo le pierde el respeto.
Josefina Bilbao, presidenta de la Comisión Nacional de Centro de Formación Técnica (Conifos) y ex ministra del presidente Frei, presentó, en el año 2006, una acción legal en contra de la Organización de Consumidores (Odecu), «por maliciosa propaganda» a raíz de la publicación de un informe sobre la mala calidad de estos establecimientos. Josefina Bilbao señaló que en el estudio de la Odecu había un uso falso de información, lo que habría significado una baja importante en el número de matriculas de estos centros educacionales en 2006. Sin embargo, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago declaró inadmisible el recurso de protección de la ex mInistra.
La actitud de Josefina Bilbao demostró la poca sensibilidad que existía en las autoridades de la Concertación sobre el real estado de la educación en Chile.
¿Qué decía el informe de la organización de consumidores del 2006?
El Sistema de Educación Superior chileno contaba entonces con 60 Universidades, 38 Institutos Profesionales y 109 Centros de Formación Técnica. Los Centros de Formación Técnica reconocidos por el Estado tenían una matricula total de 68.862 alumnos.
El informe decía que la información que recibían los estudiantes acerca de la calidad y el carácter institucional de los Centros de Formación Técnica aparecía muy disminuida y que los estudiantes en general no tenían una cabal comprensión del funcionamiento del sistema. La información no llegaba con claridad a los usuarios y era muy posible que la escasa información llevara a confusiones y a decisiones erróneas. El informe se basaba en los datos publicados por el ministerio de Educación, institución que vigila a los Centros de Formación Técnica.
Pero, además, la conclusión del estudio indicaba preocupantes diferencias en la calidad y en la estabilidad institucional de entre los 109 Centros de Formación Técnica (CFT).
El estudio estableció que 9 Centros estaban en proceso de cierre o de drástica fiscalización y que , según el estudio, no era recomendable de ningún modo matricularse allí. Otros 27 estaban supervisados y no tenían un real proyecto de desarrollo institucional. Frente a estos, el estudio recomendaba a apoderados y alumnos tener especial precaución al momento de matricularse. Existían 57 Centros de Formación que estaban en proceso de acreditación de su autonomía, pero que aún no han obtenido la autonomía. Frente a estos el estudio de la Odecu recomendaba que los usuarios estudiaran concretamente los antecedentes de cada uno estos Centros, antes de matricularse. El estudio reconocía que existían CFT que impartían una buena formación y que eran una alternativa viable para muchos jóvenes que quieren estudiar carreras técnicas cortas e insertarse rápidamente en el mundo laboral. Pero, esos Centros eran los menos, y eran los que se encontraban en el rango de autónomos y autónomos acreditados institucionales. Odecurealizó el mismo estudio al año siguiente con similares resultados.
Hoy, según las cifras oficiales, hay 77 CFT y sólo 12 acreditados. Los CFT tienen 128 mil estudiantes matriculados.
La Concertación equivocó el camino en cuanto a la educación superior. Y el gobierno de Piñera también se equivoca hoy. En el fondo, Piñera y la Concertación desean conservar el actual sistema, pero lo único que harán será reventarlo. Los centros de Formación técnica no funcionarán con más becas. Los CFT seguirán su camino errado y seguirán apareciendo instituciones brujas, seudo institutos. Los costos se traspasarán a los estudiantes. El camino al infierno está lleno de buenas declaraciones.
La Concertación convirtió la educación técnica superior en algo chanta. El gobierno de Piñera no entrega soluciones y lo único que hará será aumentar las desigualdades, legitimará definitivamente el lucro, el despilfarro de recursos públicos y aumentará el descontento.
Lo que el país necesita es una educación pública sólida y de carácter, el país necesita educación técnica pública que vaya a superar la tremenda, la horrible diferencia entre la educación para los ricos, (la minoría) y los pobres (la mayoría).
