Santiago de Chile, 26 de Septiembre 2011. (Radio del Mar. Fuente: Agencias). ¿Cómo que no saben dónde cayó? Después de habernos tenido a todos mirando al cielo durante 48 horas, ahora resulta que nadie sabe dónde diablos cayó el bendito satélite. ¿En algún lugar del Pacífico norte? ¿Así de ambiguo e informal? No puede ser. Otra estafa más a la pobre opinión pública que se pasó el día encerrada en su casa para no recibir en la cabeza una bola de fuego de 6,5 toneladas de basura espacial.
Tanto hablar de que había una posibilidad entre 3.200 de que el artefacto espacial cayera encima de alguien, que no faltaron los especuladores de siempre, que abandonaron su casa con la remota esperanza de que el satélite la dejara convertida en cenizas y después pudieran ganarle a la NASA un juicio millonario.
Pero no. Una vez más las expectativas de la gente quedaron desintegradas en algún lugar sin que nadie sepa dar una explicación. Ahora habrá que esperar hasta octubre ya que según dicen caerá un viejo telescopio alemán llamado Rosat. Ahí habrá que ponerse a resguardo una vez más, porque aseguran que las posibilidades de que caiga encima de un desprevenido transeúnte serán mayores que las de esta semana.
Ahora bien, especulaciones al margen, uno se pregunta: ¿Cómo puede ser que los súper científicos norteamericanos sean capaces de llevar estos artefactos a la atmósfera superior y después perder el control como si nada? Y como si esto fuera poco, lanzar como única advertencia que si alguien ve caer una bola de fuego de 10,6 metros de largo por 4,5 metros de diámetro, que crea puede ser una pieza del UARS, no se asuste ni lo toque y contacte urgentemente a una autoridad local para recibir ayuda.
¿Se imagina la cara del oficial de turno de la comisaría del barrio si aparece un vecino agitado y a los tropezones a contarle que el Satélite de Investigación de la Atmósfera Superior (UARS por sus siglas en inglés) de 5.987 kilos, reposa en su vereda desde la madrugada de ayer, justo al lado del contenedor de la basura que la Intendencia no se digna vaciar desde hace más de 15 días?
¡Ah! y ojito con pretender quedarse aunque sea con el espejito trasero del satélite, porque la NASA advirtió a los desaprensivos vecinos que el aparato es propiedad de Estados Unidos de América y aunque sea solo chatarra espacial caída irresponsablemente del cielo para poner en peligro la vida de cualquier cristiano, no puede ser tocada ni manipulada.
¡Cosa de no creer! Como si no nos sobrara la basura en la Tierra, ahora tenemos que lidiar también con la del espacio y encima cuidar su propiedad intelectual. Faltaba más.*****FIN*****