Santiago de Chile, 26 de Septiembre 2011. (Radio del Mar. Fuente: Agencias). Hasta ahora eran sospechas con muchos indicios, pero nadie sabía con certeza lo que les había pasado a los 1.270 presos que habían organizado un motín para pedir por sus derechos en 1996. Al lado de la cárcel de Abu Salim, en la afueras de Trípoli, las autoridades rebeldes hallaron ayer los cuerpos de las víctimas de aquella revuelta carcelaria que terminó a sangre y fuego con todas esas vidas y se convirtió en la mayor matanza del régimen de Muhammar Kadafi.
El portavoz militar del Gobierno Jaled Sharif, anunció que por fin habían encontrado el lugar donde habían enterrado a los presos. Acompañado por un antiguo interno del penal y por un médico forense, Sharif explicó que los “mártires” habían sido asesinados a balazos y enterrados dentro de la prisión durante cuatro años.
Recién después fueron trasladados a una fosa pegada a Abu Salim, donde ahora los encontraron.
El 28 de julio de 1996 los presos se amotinaron exigiendo mejoras en sus condiciones de reclusión . “Nos daban una comida al día y pasaban lista pegándonos con un cazo (recipiente de metal). Era una muerte lenta. Nos manifestamos primero el 27. Ese día hirieron a 20 y mataron a siete. Yo fui uno de los heridos, me dieron dos balazos en la pierna. Nos dijeron que aceptaban nuestras peticiones, que nos volviéramos a la celda. Pero nos engañaron. A los heridos nos llevaron a otro sitio. Y al resto los mataron”. Al día siguiente los presos llegaron a tomar dos rehenes y a uno de ellos lo mataron , según reveló un antiguo preso a la organización Human Rights Watch.
Después de que se terminara esa revuelta, los presos desaparecieron.
Ni contestaban a las cartas, ni se permitía visitarlos, ni enviarles mensajes a través de los carceleros o abogados. Durante cinco años muchos familiares siguieron llevándoles alimentos que los funcionarios fingían entregar.
Seis años después, el Gobierno informó a algunas personas de que sus parientes habían muerto, pero no les decían cómo . En 2009, los familiares empezaron a manifestarse en silencio con las fotos de sus allegados, con el miedo de correr la misma suerte.
Al finalizar la conferencia de prensa, Sharif invitó a los periodistas a que lo siguieran en sus coches a lo largo de la ciudad hasta Abu Salim. Al llegar se encontraron un descampado con tres pequeños montones de huesos sobre hojas de papel. Pero removiendo la tierra, comenzaron a salir más y más huesos y pedazos de ropa a rayas que llevaban los presos y que estuvo enterrada por 15 años.*****FIN*****