24 - noviembre - 2024

Conversación con la muerte y la melancolía. Turbadores poemas existenciales de Clemens Altgård

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—¿Quién eres?

—La Muerte.

—¿Y a qué has venido?

—Hace tiempo que camino a tu lado. ¿Estás preparado?

—El espíritu es fuerte pero la carne es débil.

La Muerte levanta su capa y está a punto de tapar el cuerpo del hidalgo Antonius Brock.

—Espera un momento. Juguemos una partida de ajedrez.

—Soy un gran jugador, le dice La Muerte.

Antonius Brock escoge dos piezas de distinto color, y se las ofrece a La Muerte, una en cada mano y con los puños cerrados. La Muerte se queda con las piezas negras.

«El séptimo sello» (1957), de Ingmar Bergman

El existencialismo en imágenes de Ingmar Bergman -central en la cultura y las artes de los nórdicos- se vincula con el existencialismo del filósofo danés Sören Kierkegaard. La melancolía como referente fundamental de la existencia estética. La cofradía de los enterrados en vida. El más desdichado y el más melancólico. El mundo que envejece, aumenta la disolución y la ruina. El fin del mundo. La tristeza y la acidia.

Melancolía es también el film del danés Lars von Trier, una ficción apocalíptica de fatalismo y depresión, que comienza con  una eminente y bella colisión en la que la tierra será absorbida por un planeta llamado Melancolía.


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Son estos temas también presentes en los recientes poemas del sueco Clemens Altgård, poeta, crítico, dramaturgo y traductor.

Ingmar Bergman nació en Uppsala el año 1918. El filósofo existencialista Kierkegaard nació en la Plaza Nytorv de Copenhague, en 1813. El poeta Clemens Altgård nació no lejos de allí,  en Laholm, en Escania, en 1959. Y ha vivido casi toda su vida en Malmô. Clemens Altgård,, creador de la mítica y juvenil La Pandilla de Malmö, ha publicado ahora, después de 20 años, un nuevo libro de poemas, titulado Odöd. No-muerto.

Su universo es caduco y tedioso y sinrazón. La llovizna -cita a Tarkovski-, y su forma es negar la relación con lo real o relacionarse con él  de manera estética, sin sucumbir ante el señuelo de los ideales. ¿Culpable? ¿No Culpable: el No-yo, lo sensible. La ironía corrosiva en oposición del orden, de la sistematización de la existencia. El corazón del spleen  y lo fragmentario como un modo de contar.

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Clemens Altgård escribe sobre la desilusión de la vida cotidiana, y la conformidad de la misma. No está muerto, pero tal vez no del todo vivo. Entre los papeles, la lluvia, las deudas,  y la sinrazón, esos pequeños pasajes de los que se compone la vida y  que no tienen valor o no vale la pena vivir.

Una conversación:

Una habitación, una mesa.

y un par de sillas, dos

personas, tal vez un florero,

bastan como instrucciones escénicas.

No es la muerte suave y  la vida dura …

Especulamos

como si fuera el mercado de valores.

Y cada fe es una auto negación

(Tal como dijo Nietzsche en el Anticristo)

Bueno, entonces quizá sea hora de

encolar los modelos de construcción.

Con un par de alas en la mano izquierda

y en el firme puño derecho

algo que más parece una tortuga

metido uno en líos, por así decirlo.

Los papeles en el cajón del escritorio

no se quejan, y los problemas

se ven bien como gráficos de barras

mientras el día persigue la próxima mañana.

Es lo más parecido a un film animado

titilando en el interior del cerebro

donde las hojas de los viejos dioses de los meses

caen,en la grava, dando tumbos

con las descoloridas  ninfas del calendario.

Sombras se apresuran sobre el papel

partículas de polvo caen

de tus pestañas,

filtradas a través de la luz, en mis palabras.

Tal vez la muerte sigue siendo suave a pesar de todo,

entre fragmentos y otros desechos.

Descomposición:

¿Quién te oye respirar

cuando la habitación se ensancha

alrededor de la medianoche?

Notas dispersas

En papeles y blocks:

Ametralladora como signo

de una época.

Pájaro carpintero como símbolo

De la irritación irracional.

Algunos pantanos, enebros y plazas

como punto de partida de

un drama con vagabundos.

Un escape a la soledad

y un regreso

como cuando uno sale de la tina

aproximadamente

y la suciedad se adhiere.

Entonces resulta así

(aproximadamente):

Ningún día está enraizado

y la víctima no huye

sino es atraída magnéticamente

hasta el punto donde el peligro es mayor.

Casi todos pueden ver la bola de fuego

casi todos pueden puede ver el ala cayendo.

Todos excepto aquel cuyo cráneo está  amenazado.

Pero no se debe tomar

personalmente – la descomposición

que vive en lunes, martes

etcétera – siete años de mala suerte

se dice que significa.

Es casi hermosa

cuando se ve a distancia.

Sí, realmente von oben (desde arriba)

en forma de cristales de nieve contra

un espacio oscureciéndose

como un retrato de la poeta Karin Boye

con los ojos amarillos brillantes

y el cabello azul.

Bajo suave rocío

Finalizado el invierno más largo en años

la gente camina con paraguas.

Acaso no les gusten las gotitas de agua.

Acaso los paraguas

sólo son una protección

de una amenaza imaginaria,

como silos portadores desean

esconderse

de los contrasentidos de sus vidas

o de un ojo

espía.

A mí me da lo mismo,

agradecido de que otro día

se encienda, aunque débilmente.

La luz flota sobre la materia

así  el día sea una aboveda

sobre  flores secas,

cuadros de ajedrez, pisos de piedra

y techos de automóvil.

Así pronto las partículas de polvo

brillarán una vez más.

El verdadero resplandor blanco.

Es ciertamente solo lo que ciertos llaman

Arte y Poesía.

Parece como si el mismo aire

deseara ocultarse.

Paradojas de la vida:

Ojo de nube.

Ojo elástico.

Vigila en el alto cielo.

Tengo un día parecido de nuevo.

Gracias por otro día.

Brilla, débilmente.

La luz se cuela a través de la calefacción central.

Es tan popular hoy en día:

Flores secas,

cuadriculado, el nuevo negro.

Real representación blanca.

La hoja donde se escribe una poesía

que se imprime.

 

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Clemens Altgård en su ciudad, Malmö

Texto y traducción Omar Pérez Santiago

 

 

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