Había más de 300 personas bailando en el interior de la discoteque Pulse, un templo de la fiesta gay en Orlando, Florida.
El asesino homofóbico y transfóbico Omar Mateen, llegó a a las 2 de la madrugada a la discoteque. Dicen que habría pagado su entrada, a pesar que venía con un arma de guerra usado en la guerra de Vietnam, un rifle AR-15 semiautomático y una pistola 9 milímetros.
La discoteque es relativamente pequeña y estaba abarrotada de gente alegre.
El asesino disparó a mucha velocidad en varias rondas.
El arma era tan poderosa que pudo disparar hasta 600 municiones por minuto.
El criminal Omar Mateen compró su AR.15 la semana pasada, en Florida.
Disparó a la multitud. Bastaba con disparar al bulto para llenar el local de sangre.
39 muertos en la discoteque. Muchos heridos quedaron en el interior sin la atención médica vital. Los muertos subieron luego a 50.
El criminal salió de la discoteque y volvió a entrar.
Tomó rehenes en uno de los baños. La policía negoció por teléfono con el maleante y se demoró tres horas en intervenir.
Tres horas después la policía intervino y decidió tomar por asalto el lugar.
A las 5 de la madrugada se produjo un tiroteo y los equipos Swat mataron al asesino.
La consternación y la condena es mundial por esta acción del odio.