‘5 razones por las que Trump va a ganar’ es el texto / advertencia que Michael Moore ha publicado en su propio blog: “Esto no es un accidente. Está pasando. Y si crees que Hillary Clinton va a vencer a Trump con hechos e inteligencia y lógica, entonces es obvio que te has perdido este año».
No es ciencia ficción. Las posibilidades de que Donald Trump sea el próximo presidente de los EE. UU. son ahora mayores de lo que lo eran hace sólo unas semanas. Hillary Clinton sigue por delante en la mayoría de los sondeos electorales, pero una reciente encuesta de la cadena CBS arroja un empate entre la demócrata y el candidato republicano, mientras que esta de la CNNcoloca por delante al millonario neoyorquino con una intención de voto del 48% frente al 45% de ella. Cuando se incluye a otros candidatos (el libertario Gary Johnson o la verde Jill Stein) las diferencias se amplían dos puntos: 44% a 39%.
El sondeo de la CNN también dice que Hillary supera por cinco puntos a Trump en la intención de voto de los blancos con educación universitaria mientras que su rival la supera a ella ¡en 39 puntos! entre los blancos sin estudios superiores. Antes de la convención republicana, esa ventaja era “solo” de 20 puntos para Trump. Traducido al lenguaje común: Donald Trump ha “rebotado” casi seis puntos en intención de voto tras la convención republicana y es mucho más presidenciable ahora que hace unos meses.
En realidad, estos sondeos no pueden ser tenidos demasiado en cuenta porque han sido realizados inmediatamente después de la convención republicana y eso siempre beneficia al candidato expuesto en el escaparate. Los sondeos reales serán los que se lleven a cabo dentro de dos o tres semanas, cuando los espejismos provocados por las convenciones republicana y la demócrata, que se celebra esta semana, se hayan disipado.
Pero que alguien le explique eso al director Michael Moore. “Este desgraciado, ignorante, peligroso payaso a tiempo parcial y sociópata a tiempo completo va a ser nuestro próximo presidente”, escribía hace apenas unos días en un texto publicado en su propio blog y titulado ‘5 razones por las que Trump va a ganar’. El texto de Moore empieza con algunas advertencias al votante escéptico. “Esto no es un accidente. Está pasando. Y si crees que Hillary Clinton va a vencer a Trump con hechos e inteligencia y lógica, entonces es obvio que te has perdido este año en el que 16 candidatos republicanos lo han intentado todo y le han lanzado a Trump hasta el fregadero de la cocina en 56 elecciones primarias sin que nada pudiera detener a esta mole”. Y continúa con las cinco razones que le convencen de que Trump va a ganar las elecciones:
1.- El Medio Oeste americano
“Trump va a centrar buena parte de su atención en Michigan, Ohio, Pennsylvania y Wisconsin. Son estados tradicionalmente demócratas pero que han escogido a gobernadores republicanos desde 2010 (…) ¿Cómo puede estar tan reñida la carrera después de todo lo que ha hecho o dicho Trump? Quizá es porque Trump ha dicho (correctamente) que el apoyo de los Clinton al acuerdo NAFTA ha ayudado a destruir los estados industriales del Alto Medio Oeste”. Y añade Moore: “Aquí vienen las matemáticas. En 2012, Mitt Romney perdió por 64 votos electorales. Añade los votos de Michigan, Ohio, Pennsylvania y Wisconsin. Son 64. Todo lo que tiene que hacer Trump para ganar es asegurar los estados tradicionalmente republicanos desde Idaho a Georgia (estados que NUNCA votarán por Clinton) y añadir estos otro cuatro estados. No necesita Florida. No necesita Colorado o Virginia. Sólo Michigan, Ohio, Pennsylvania y Wisconsin”.
2.- El último hombre blanco cabreado
“(Los hombres blancos cabreados) tienen la sensación de que el poder se ha escurrido entre sus manos, de que su manera de hacer las cosas ya no es la predominante. Este monstruo, la feminazi, la cosa que sangra por sus ojos o por donde sea que sangre, como dice Trump, les ha conquistado. Y ahora, después de que un negro les haya dicho durante ocho años lo que tienen que hacer, ¿van a tener que sentarse a ver cómo una mujer se convierte en su jefa durante ocho años más? Y después de ella vendrán ocho años de gays en la Casa Blanca. Y después los transgénero. Ya ves por dónde van los tiros. Para entonces, los animales disfrutarán de derechos humanos y un puto hámster va a ser el presidente de los EE. UU. ¡Esto tiene que parar!”.
3.- El problema con Hillary
“Afrontémoslo. Nuestro mayor problema aquí no es Trump, sino Hillary. Es muy impopular y casi el 70% de los electores creen que no es honrada y que no te puedes fiar de ella. Es una representante de la vieja política y no le preocupa nada excepto lo que le puede llevar a la victoria electoral. Y por eso lucha ahora contra el matrimonio gay y a los pocos minutos está oficiando una boda gay. (…) A los jóvenes no les gusta, y no pasa un solo día sin que un millenial me diga que no va a votar por ella. Ningún demócrata, y desde luego ningún independiente, se va a despertar el 8 de noviembre ilusionado con su voto de la misma manera que les ilusionó el día en que Obama fue nombrado presidente o cuando Bernie Sanders apareció en las primarias”.
4.- El voto deprimido de los que votaron a Sanders
“Parad de decir que los votantes de Sanders no vamos a votar por Hillary. Vamos a votar por ella. Las encuestas dicen, de hecho, que más votantes de Sanders van a votar por Hillary que votantes de Hillary votaron por Obama en 2008. Ese no es el problema. El problema es que el votante que el día 8 se arrastre hasta su colegio electoral para votar por Hillary va a ser un votante deprimido. Y eso quiere decir que no va a arrastrar con él a cinco votantes más. No va a trabajar voluntariamente diez horas al día durante los meses previos a las elecciones. Tampoco va a hablar con entusiasmo de Hillary. Porque, cuando eres joven, tienes tolerancia cero con los falsos y con los que te cuentan rollos. Volver a la era Clinton es para ellos como volver a pagar por la música, o usar MySpace, o llevar por la calle uno de esos teléfonos enormes y mierdosos”.
5.- El efecto Jesse Ventura
“Que nadie descarte las travesuras del electorado o infravalore el hecho de que muchos votantes fantasean con la idea de convertirse en un anarquista por desarmarizar una vez cierran la cortina y se encuentran a solas en la cabina de votación. Porque ese es uno de los pocos lugares donde no hay cámaras de seguridad, ni aparatos de escucha, ni esposas, ni niños, ni jefes, ni policías. Ni siquiera hay límites de tiempo. Puedes quedarte ahí todo el día y nadie te dirá nada. Puedes apretar el botón y votar lo que te dicta tu partido o puedes votar por Mickey Mouse y el Pato Donald. No hay reglas. Y por eso, y por el enfado de muchos hacia un sistema político roto, millones de votantes van a votar por Trump. No porque estén de acuerdo con él, no porque les guste su intolerancia o su ego, sino sólo porque pueden. Sólo porque eso va a tocar las narices y volver locos a papá y a mamá. (…) Minnesota es uno de los estados más inteligentes del país. Pero también está lleno de gente que tiene un sentido del humor muy oscuro. Votar por Jesse Ventura fue su manera de gastarle una broma a un sistema político enfermo. Y esto va a pasar de nuevo con Trump”.
FUENTE ORIGINAL: http://www.revistagq.com/noticias/politica/articulos/michael-moore-donald-trump-presidente/24342