Se debería establecer un fondo especial orientado al cumplimiento de los objetivos del gran proyecto de investigación, en un plazo prudente, en el cual las propuestas de investigación sean evaluadas tanto con el criterio de excelencia como el de pertinencia.
Por: Dr. Eduardo Tarifeño Silva, Biólogo Marino, Ph.D.
Miembro Titular del Consejo Nacional de Pesca, nominando por el Sr. Presidente.
24 de agosto de 2016.
El Gobierno acaba de decretar la creación oficial del “Parque Marino Nazca-Desventuradas” para proteger el ecosistema marino en el entorno de las islas San Félix y San Ambrosio, ubicadas en el Pacífico Sur Oriental, a 800 km al oeste del Puerto de Chañaral. Con una superficie terrestre de apenas 1,4 km2, este parque marino representa una superficie marina de 300 mil km2, donde no está permitida la pesca ni la intervención humana de ningún tipo.
La formalización de este parque marino constituye el cumplimiento del Gobierno de la promesa anunciada por Chile en la conferencia internacional “Our Ocean” realizada en Valparaíso en octubre pasado. Pero las buenas intenciones no deben quedarse sólo en la firma del decreto de creación y definir el plan de administración de este parque, sino que deben ir acompañadas con otras acciones que permitan y aseguren el real cumplimiento del objetivo de su creación.
En primer lugar, debería establecerse una base de operaciones que permita el control efectivo en terreno de la pesca ilegal de flotas extranjeras que no cumplen las leyes internacionales para el control de la pesca en alta mar, como ocurre con en el entorno marino de la Isla de Pascua.
También, se debe contemplar la puesta en marcha de un gran proyecto de investigación de la biodiversidad marina en todo el área protegida, que incluya la construcción y operación en forma permanente de un laboratorio de investigaciones marinas para conocer la gran diversidad de la flora y fauna que fue visualizada por los estudios que sentaron las bases ecológicas y ambientales para la creación de este parque natural.
Es obvio que lo primero por conocer es la biota protegida dentro del parque, tarea en la cual las tradicionales y nuevas técnicas taxonómicas juegan una función gravitante. En este aspecto, se debería fomentar este tipo de estudios entre las tesis de pregrado de las carreras de biología marina y programas de postgrados en las universidades chilenas. Además, se deberían considerar las investigaciones oceanográficas que complementen los estudios de la realción estructura-función de todos los sistemas ecológicos existentes en el área.
Pero, este gran desafío de investigación científica requiere contar con investigadores con experiencia y en la fase de formación que asuman las tareas de largo plazo que significa el conocimiento de la biodiversidad marina presente en el área. Para ello, se deben dar las condiciones adecuadas para promover la formación de estos especialistas en las universidades nacionales.
Por otra parte, el financiamiento requerido para este gran desafío de investigación científica marina, no debe quedar supeditado únicamente a los fondos concursables disponibles en Chile y extranjero, sino que se debería establecer un fondo especial orientado al cumplimiento de los objetivos del gran proyecto de investigación, en un plazo prudente, en el cual las propuestas de investigación sean evaluadas tanto con el criterio de excelencia (la mejor investigación posible) como el de pertinencia (cumplimiento de los objetivos específicos del gran proyecto).
De esta manera, podemos quedar optimistas que la creación del “Parque Marino Nazca – Desventuradas” no se quedará sólo en la firma protocolar de su creación.