Descueran a la Filsa 2016. Una escritora y una editora acusan malos tratos a escritores y falta de rentabilidad
Algo está pasando con la Feria internacional de libro de Santiago 2016, que se realiza en la estación Mapocho y considerado el festival literario y editorial del año.
La escritora Natalia Berbelagua ha acusado, en un artículo publicado en Intemperie, maltratos a escritores en la Filsa. Ella escribe en su artículo titulado «Más vale no ser un autor en la FILSA»:
«Me pregunto acerca de la desfachatez de cobrar 3 mil pesos por actividades mal organizadas de poco atractivo para los asistentes, en un país donde las cifras de lectura hablan por sí solas, el que no les interese el pago a los autores por su presencia, la mala gestión.»
Por otro lado, Catalina Infante de la editorial Catalonia ha explicado en un artículo de Intemperie titulado «No ir a FILSA: se puede», las razones que tuvieron este año para no participar de la Feria del Libro.
Según Catalina Infante los stand en FILSA son caros. Los últimos dos años la afluencia de público ha disminuido, así mismo las ventas. La FILSA dura demasiado, casi tres semanas y las novedades editoriales deben competir con cientos de otras obras. Para la mayoría se hace imposible competir. Además, las salas en los lanzamientos de libros son frías.
También se escuchan voces entre otros escritores y editores que ha decido organizar el sábado 5 de noviembre una ANTI FILSA en la librería Livin.
Las editoriales independientes afirman en su convocatoria: «A nosotros no nos gusta cobrar entrada por ir a ver libros. Por eso le ofrecemos libros de editoriales independientes baratísimos, lecturas de escritores, performances, música y fiesta. Sí, gratis.»