Lo más grave de la geriátrica carta de Villalobos es que afirma que existe impunidad para cometer crimenes. «Los descendientes de araucano han recibido tierras de regalo, que no saben aprovechar, poseen televisores, computadores, celulares, vehículos, y gozan de impunidad para cometer fechorías y crímenes».
Santiago, 13 de diciembrede 2016.(radiodelmar.cl)— El nacional-racista historiador chileno, Sergio Villalobos, volvió a insultar al Pueblo Mapuche en una carta publicada hoy (13-12-2016), por El Mercurio en la que otra vez elimina de un plumazo la existencia de los Mapuche y acusa a los descendientes de los araucanos de vender sus tierras y ser civilizados.
En esta ocasión llama a leer el trabajo del historiador Leonardo Leon que en sus trabajos ha evidenciado que los araucanos vendieron sus tierras de manera legal en el siglo XIX. Algunos historiadores afirman que hace años estaría trabajando para ser una especie de albacea de Villalobos.
Existen investigaciones de “Leonardo León que prueban que gran parte de las tierras de La Araucanía fueron legalmente vendidas en el siglo XIX por sus antiguos poseedores», dice Villalobos
Desconociendo toda la legislación internacional que ha impulsado Naciones Unidas y el derecho ancestral de los Pueblos Originarios, Villalobos afirma que «los descendientes de los araucanos (mestizos chilenos del sur) gozan de buena salud y disfrutan de una situación espectable, por todos los beneficios que recibieron de la acción civilizadora de españoes y chilenos».
Con su lógica racista y colonizadora agrega que “el pueblo de La Araucanía, desde sus oscuros orígenes, ha sido transformado hasta disfrutar de todos los avances de la modernidad (…) solo hubo violencia en los comienzos, y que luego primó el entendimiento, que a la larga significó la incorporación de la antigua etnia a todas las ventajas de la civilización».
Lo más grave de la geriátrica carta de Villalobos es que afirma que existe impunidad para cometer crimenes. «Los descendientes de araucano han recibido tierras de regalo, que no saben aprovechar, poseen televisores, computadores, celulares, vehículos, y gozan de impunidad para cometer fechorías y crímenes».
Esta es la carta de Villalobos
La Araucanía
Señor Director:
Como buen abogado que es, mi excelente amigo Carlos Aldunate del Solar, en respuesta a una carta publicada en estas páginas, ha procurado deslizarse fuera de la causa que he planteado. Así se ahorran tiempo, alegatos y papel.
En la presentación de mi caso alegué que los descendientes de araucanos (mestizos chilenos del sur) gozan de buena salud y disfrutan de una situación espectable, por todos los beneficios que recibieron de la acción civilizadora de españoles y chilenos. No desconozco que hubo luchas y abusos, como en todo el accionar del hombre, pero al fin, la promoción de todo el viejo contingente araucano ha sido espectacular.
En la defensa de Aldunate hay una contradicción palmaria. Se alude a la falta de lectura de una abundante bibliografía sobre los orígenes del conflicto en el sur, pero tememos que se refiere a publicaciones anticuadas y carentes de una concepción científica, basadas en ideas vulgares de índole populista y solamente impulsivas.
La investigación serena y metódica ha llevado las cosas por otro camino. El pueblo de La Araucanía, desde sus oscuros orígenes, ha sido transformado hasta disfrutar de todos los avances de la modernidad. Se cultiva, sin embargo, el resentimiento, resultando toda clase de fechorías.
Mi contradictor reconoce que existe una abundante bibliografía y documentación sobre el problema de La Araucanía, pero no la analiza ni califica, quedándose únicamente con la que apoya su punto de vista. Es una tendencia populista y demagógica destinada a impresionar.
Pero existe otro grupo de investigaciones basadas en excelente documentación y elaborada con método adecuado, que ha probado hasta la saciedad que solo hubo violencia en los comienzos, y que luego primó el entendimiento, que a la larga significó la incorporación de la antigua etnia a todas las ventajas de la civilización. Desde hace siglo y medio el hecho es evidente. Es inútil, en consecuencia, buscar odiosidades desde siglo y medio para atrás.
Los descendientes de araucano han recibido tierras de regalo, que no saben aprovechar; poseen televisores, computadores, celulares, vehículos, y gozan de impunidad para cometer fechorías y crímenes.
Me pregunto si Carlos Aldunate conoce las investigaciones de Leonardo León que prueban que gran parte de las tierras de La Araucanía fueron legalmente vendidas en el siglo XIX por sus antiguos poseedores. Por mi parte, lo he comprobado en las cercanías de Nacimiento.
Todo ello ha sido publicado.
Sergio Villalobos R.