23 - noviembre - 2024

Periodismo en tiempos de desastres: Colegio de Periodistas de Valparaíso llama a respetar dignidad de damnificados

Una vez más Valparaíso debe enfrentar una tragedia que conmueve a la ciudad, al país y al mundo entero, a partir de los relatos que la prensa y el periodismo ofrecen en sus múltiples formatos y discursos. El incendio de este inicio de año 2017, aplicable para todas las demás catástrofes que enfrentamos, sin embargo, tiene una dimensión que siempre será inabarcable para quienes tenemos como profesión informar a la población y es, precisamente, el dolor y la desesperanza que viven personas, familias y comunidades que ven extinguidos sus hogares, sus recuerdos y los lugares más íntimos que nos dan sentido como seres humanos.



En ese marco, y a propósito de la crítica que hiciera el Alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, al desempeño de algunos colegas y medios, nos parece oportuno señalar lo siguiente:

–       El Periodismo es ante todo una herramienta con fines sociales claramente establecidos. Así lo declara el artículo primero del Código de Ética de nuestro Colegio, que en su concepción más elevada lo sitúa como un ejercicio ético que debe ante todo resguardar la dignidad y entereza de las personas, de los seres humanos y sus comunidades, especialmente cuando una tragedia de esta magnitud transforma las fisonomías territoriales y la vida de cientos de mujeres, hombres, niños, niñas y ancianos.

–       Ello, por supuesto, no colisiona en ningún sentido con la necesidad y deber de informar acerca de una situación de esta magnitud. La ciudad, el país y el mundo deben ejercer ese derecho a la información que permita, además, organizar acciones de apoyo y recuperación de lo perdido. Allí, el modo de informar, la relación con la fuente, la sutileza de los y las periodistas termina siendo un rasgo definitorio que debe ser ejercido desde una ética implacable, fundada en el respeto a los derechos humanos de las personas que sufren, sus familias y comunidades.

–       Por eso, resulta inaceptable hacer de los escenarios de la tragedia (lugares quemados o albergues) una pasarela para quienes hacen del dolor un producto transable y operador del morbo, olvidando el sentido de la noticia y volviéndose ellos mismos actores de la misma. Allí, los medios, comités editoriales y jefes de informaciones deben ser los primeros en establecer los principios éticos para sus equipos.

–       Comunicar en condiciones de catástrofe, guerra, transgresión de derechos humanos, emergencias, hechos policiales u otros, es una oportunidad para abordar los temas de fondo. Siempre existirá una primera y necesaria instancia para consignar datos del hecho noticioso, pero una vez que ya está consignado es vital adentrarse en los temas de fondo, en las causales, en el análisis de las múltiples y complejas variables que pueden estar convergiendo. Como periodistas y trabajadores y trabajadoras de las Comunicaciones debemos propender a tener actitud vigilante del entorno. Entonces, se hace imprescindible contar con herramientas para una mirada del periodismo centrado en lo humano, en, con y por los derechos humanos.

–       Como Colegio de Periodistas reivindicamos el deber de informar y el derecho a ser informado, pero lo hacemos protegiendo el respeto irrestricto a los derechos humanos, especialmente en situaciones de catástrofe como la vivida en Valparaíso en estos días.

–       Nuestro país tiene en su historia un periodismo serio y responsable, valiente incluso en los peores días de la dictadura cívico militar. Esa misma tradición y fortaleza ética la han demostrado decenas de medios que se han articulado para informar a la población de Valparaíso, en el transcurso de estos días, de modo especialmente respetuoso frente al dolor de los otros. Reconocemos a esos colegas que entienden que el Periodismo es ante todo una experiencia humana al servicio de los otros.

______________________
04 de enero de 2017, Colegio de Periodistas de Valparaíso


 

[gs-fb-comments]
spot_img

Últimas Informaciones

Artículos Relacionados