Sentimientos xenófobos florecen descaradamente en toda la sociedad- Por Lars Klint
Por Lars Klint, periodista sueco del diario Kvällsposten.
No Muerto. Suena como una especie de tema imaginado para un Viernes Santo.
No lo es. Lo que pasa es que terminé allí luego de una excursión al pueblo de Sjöbo durante esta semana santa para inspeccionar la tapa del desagüe de materiales distintos al hormigón.
Fue hace 30 años que el diario Kvällposten envió allí al joven escritor Omar Pérez Santiago para, como refugiado, retratara la recepción en el centro de la xenofobia de Suecia, el pueblo de Sjöbo y su emergente sello racista. Un referéndum se declaró puesto que las opiniones estaban dividas frente a la recepción de 15 refugiados por el municipio. El líder local del Partido del Centro, el agricultor Sven-Olle Olsson, fustigó la atmósfera con imágenes de horror a la delincuencia y a la cultura de la violencia. El espíritu Sjöbo se convirtió en un término nacional por su tono racista.
Omar Pérez, que entonces se llamaba Pancho y nueve años antes huyó de la persecución de la dictadura militar de Pinochet en Chile, describió afinadamente sus días en Sjöbo. Las reuniones y las impresiones. En la peluquería, la escuela, la librería, la oficina de empleo, el cine, el kiosko de completos. Y el hotel Gästis.
Yo era responsable del reportaje en el diario Kvällsposten y recuerdo que yo me pregunté si Omar Pérez Santiago realmente había sido bien recibido en todas partes.
– Sí, así fue en la superficie, afirmó Pancho. Los residentes de Sjöbo estaban avergonzados de toda la atención negativa y culpaba a sus políticos. Ellos mismos no estaban en contra de los inmigrantes y extranjeros. Eso fue lo que dijeron.
– Que ellos fueron positivos y acogedores. Pero aun así consideraban que era bueno un referéndum.
Pienso en Omar Perez – «Pancho» – cuando yo deambulo en busca de la delgada tapa del desagüe de plástico o metal ligero de un diámetro de 78 centímetros.
Me pregunto cómo sería tratado y a qué conclusiones llegaría hoy en una nueva visita. Ese referéndum en 1988 terminó después con un no desgarrador. Casi el 70 por ciento de los votantes fueron muy duros contra la idea de dar refugio allí a los 15 refugiados, principalmente del Líbano. Y el espíritu de Sjöbo sigue vivo. En las elecciones de 2014, el partido de extrema derecha Sverige Demokraterna alcanzó el 30 por ciento de los votos en las elecciones parlamentarias y el 21 por ciento en las elecciones municipales.
El sentimiento xenófobo ha echado raíces en todos los posibles lugares de cultivo y florece sin vergüenza en toda la sociedad.
Recibo de correo electrónico de contacto con Omar Perez Santiago. Admite que la imagen que hizo hace 30 años no se ajustó a los resultados de las elecciones. La gente tenía una más dura resistencia a los refugiados que lo que simulaban con él. Hoy en día probablemente serían más honestos. Las tendencias racistas se han establecido en toda Europa, incluso en otras partes del mundo, así lo señala.
Le pregunto si quiere realizar una nueva visita.
Promete tener noticias de la próxima vez que esté en Suecia. Ahora es un autor respetado y tiene un sólido perfil cultural en la capital chilena, Santiago. Se beneficia de sus habilidades lingüísticas suecas.
Aquí es donde los muertos vivientes o los No Muertos entran en el cuadro.
Omar Pérez habla líricamente sobre el poeta y crítico literario de Malmö, Clemens Altgård, que en los años 90 fue una de las fuerzas impulsoras de la fracción poética Liga de Malmö, inspirados en punk y que dominó la escena de la poesía de la región. El cineasta Lukas Moodysson fue otro miembro.
Omar Pérez Santiago dice con orgullo que él ha traducido al español el libro de poesía de Clemens Altgård, No-muerto y que acaba de salir en las librerías chilenas.
Felicidades, le digo. Y feliz Pascua.
Sjöbo puede esperar. Atormentados por su propia No Muerte y como todos en Suecia contemplar el mensaje de amor, un triste Viernes Santo, una semana después de lo ocurrido en Drottninggatan de Estocolmo.