El periodista y escritor Óscar Contardo informa en su muro de Facebook que el párroco de La Legua, el padre Gerardo Ouisse, nuevamente se encuentra amanezado de muerte por narcos.
Este es el testimonio de Óscar Contardo:
«Hace unos años conocí a Gerardo Ouisse, el párroco de La Legua. Es un señor francés, que se hizo sacerdote obrero y vino a dar a Chile en los 80. Aquí conoció a Pierre Dubois y trabajó en poblaciones de la zona sur poniente de Santiago hasta que lo mandaron a La Legua. Yo supe de él porque lo habían amenazado de muerte los narcos. Habían baleado su iglesia y dejado recados en su casa. Luego de un tiempo cesaron las amenazas. Hoy supe que los narcos volvieron a emprenderlas en su contra y que incluso le pagaron a un sicario. Me lo contó Pablo Walker, el capellán del Hogar de Cristo, que sabe que lo conozco. Walker me dijo que una manera de protegerlo es que se haga público que el cura Gerardo está amenazado. Ouisse es un hombre bonachón y sencillo, sin ínfulas de nada, un hombre de familia trabajadora que protege a su comunidad con lo poco que tiene. El cura Ouisse rehuye de los periodistas -no confía- y es muy querido por los legüinos. Ojalá mis contactos católicos puedan hacer algo por él, por su seguridad publicando su situación. La Legua es un lugar de gente orgullosa y trabajadora que se merece vivir en paz.»
¿QUIÉN ES GERARDO OUISSE?
El padre Gerardo Ouisse tiene 79 años y es oriundo de Nantes. Llegó a Chile en 1985 a la población José María Caro, de Lo Espejo. Desde hace años es el párroco de la población La Legua, de San Joaquín. Ha debido enfrentar situaciones complejas, con riesgo de su vida. Hace años, cuando las balaceras asolaban la población, causando la muerte de personas inocentes, el padre Gerardo, tomó un megáfono y salió a la calle pidiéndole a la gente que dejara de disparar. En marzo de 2011 le envió una carta al ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, pidiendo frenar la violencia en la población.
“Vivimos prisioneros de la dictadura del narco”
El Gobierno realizó un plan para remodelar La Legua, construir viviendas y áreas verdes. El padre Gerardo recibió amenazas de narcotraficantes y debió estar dos meses con resguardo de dos carabineros de civil . Finalmente se cansó de la situación y decidió seguir realizando sus labores de manera habitual, sin protección policial. La parroquia desempeña una importante labor social, gracias a iniciativas como comedores populares, un programa para buscar trabajo a dueñas de casa, un centro psicológico y de terapias alternativas y cuenta con un grupo folclórico, que ayuda a apartar a los jóvenes de la droga.