06 - noviembre - 2024

El Manual del Cocinero que usa la clase política en el Parlamento chileno

Para un político chileno es mucho más grave que sus pares en el congreso los acusen de traidor a que la misma ciudadanía los trate de esa forma. Andrés Zaldívar es un ejemplo literal de esa realidad…


Por Andrés Gillmore


El profundo malestar que ha dejado la llegada de Andrés Zaldivar al Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias sobre todo en el mundo ciudadano, no tiene nada que ver con que sea un hombre octogenario, que por si mismo podría ser algo positivo para el cargo, si fuese un hombre arriba del bien y el mal, de esos considerados como hombre buenos, que a esa altura de la vida lo único que busca es el bien del país por sobre todas las cosas y que de verdad cree en que puede ser un aporte para el desarrollo sustentable del país y que cumplirá una labor ética en la comisión.

Pero la verdad sea dicha, que este político de larga data y reconocido como uno de los históricos del medio ya que esta desde los tiempos del gobierno DC de Frei-Montalva (1964-1970) donde ejerció como ministro de economía y con el récord de ser el más joven de la historia, que a pesar de contar con una imagen física como que no le hace daño a nadie, se desarrolló políticamente en los tiempos en que las manipulaciones y los intereses creados estaban a la orden del día y esta en el grupo de la vieja guardia política, que crearon el manual para manipular esos intereses y aprovecharse de ello y que pasado tantos años, lo toman como lo más natural del mundo.

Tanto ha sido así, que no ha dudado en todos estos años de recibir financiamiento de Aguas Andinas, de ejercer presión para manipular las leyes para sacar ventajas comparativas para los negocios familiares que ha heredado como PESCA CHILE y que de acuerdo con esos intereses, no dudo en sacar adelante la nefasta ley de pesca (la llamada ley Longueira) que les quitó el mar a los pescadores artesanales de todo Chile, para que empresas como las que Zaldivar posee y de sus amigos, hagan y deshagan a voluntad en el mar que es de todos los chilenos, sin importarles la destrucción de miles de vidas que se sustentaban de los recursos mar y que sus flotas depreden la fauna marina con la pesca de arrastre para producir harina de pescado, sin importarles el daño social y ambiental que estan haciendo, solo para seguir enriqueciéndose y asegurar la vida de las próximas 20 generaciones de familiares.

Lo que no deja de ser interesante es analizar la votación del senado de hace dos días, que apoyó con amplia mayoría que Zaldivar asumiera el cargo. La razón es bien simple, por lo menos desde mi punto de vista y demostrándonos una vez más que el senado, es un grupo de amigos que hace lo que quiere para hacer de las suyas y que no tienen verguenza para asegurar sus intereses. Uno de los grandes temas del Congreso y que aun no se ha tocado con la profundidad que se merece, es el tema de las asesorías truchas que han realizado por décadas los senadores; que les ha permitido literalmente llenarse los bolsillos para gastos de índole personal y en esto el senador Zaldívar es un verdadero cocinero con características de Chef de alta cocina.

Como Pdte del senado Zaldívar se negó terminantemente a entregar la información que le fue requerida para comenzar con una investigación como corresponde por las asesorías y lo hizo más que nada, no porque fuese buen amigo de los otros senadores, si, porque el mismo tiene tejado de género en este tema y no soltó prenda, a sabiendas que si lo hacía el mismo quedaria en evidencia. Todos sabemos que quien nada hace nada teme y sobre todo cuando estamos hablando de un senador de la república y que además es Pdte del Senado; por eso el senador Zaldívar mordió el hueso y no lo soltó más a pesar del tironeo que fue intenso.

La estrategia utilizada por los senadores es simple y me consta en como lo hacen o hacían por el tema de las asesorías. Los senadores cuentan con algunos millones mensuales para contratar asesorías profesionales en temas afines con el cargo. Si estos cupos no son usados se pierden y los fondos quedan en las cuentas del Congreso. Lo que ha llevado a que muchos senadores por no decir todos, para no perder esos dineros a los que tienen derecho por ley, han caído en el descaro de hacer “tratos” con profesionales amigos o familiares que cumplan con los requisitos exigidos por el Congreso, para que estos les entreguen facturas (no boletas) ideológicamente falsas, a cambio de algún porcentaje del monto y los senadores quedándose con el vuelto.

Por eso según mi opinión personal y teniendo como base algo de información y algunos documentos que me han llegado, los senadores apoyaron con tanta vehemencia que Zaldivar entre al Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias. Porque su llegada hace que se sientan seguros ante cualquier investigación y que defenderá sus intereses por sobre todas las cosas, porque al mismo tiempo estará defendiendo los suyos; tan simple como eso. Que explica también el entre líneas, del porque en la Cámara de Diputados hubo ese álgido debate por la llegada de Zaldivar al Consejo. Los diputados saben perfectamente bien el trasfondo de la llegada de este personaje al Consejo y lógicamente no se atreven a denunciarlo de frente, porque tienen miedo de caer en desgracia con sus pares si revelan este tema y les hagan la ley del hielo en el Congreso y los traten de traidores y los apunten con el dedo

Para un político chileno es mucho más grave que sus pares en el congreso los acusen de traidor a que la misma ciudadanía los trate de esa forma. Zaldívar es un ejemplo literal de esa realidad como tantos otros casos existen. Demostrándonos una vez más que la política esta contaminada por la falta de escrúpulos, de una casta de seudos oligarcas, sobre todo en los senadores, que ha cambiado la vergüenza, las buenas costumbres y la ética de vida, por continuar en el poder cueste lo que cueste y enriquecerse ilícitamente a costillas de todos los chilenos y del futuro del país.

Como simple ciudadano, la decepción es tremenda ante estos sucesos que una vez más nos dicen que las instituciones chilenas de las que hace tan pocos años atrás teníamos tanto orgullo y nos llenábamos la boca comparándolas positivamente con nuestros vecinos, no son más que centros de poder, manejados y liderados por mafias de cuello y corbata con estudios en Universitarios, que poco y nada les interesa el país, que entran al servicio público para asegurarse que podrán contar con las herramientas necesarias para apoderarse de los fondos del Estado y desarrollar sus intereses personales.

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