Cuando hablamos de si ambas actividades económicas pueden ser compatibles, claramente se ve la diferencia y la incongruencia de ambas en el mismo espacio geográfico, sin dudas con una industria salmonera que haga estudios científicos a conciencia y que invierta más dinero en cuidar el recurso natural a perpetuidad y que no sea extractivo a corto plazo, sin medir consecuencias, seguramente podríamos hablar de una realidad diferente.
Andres Gader, Presidente AGHyAN, Asociación Gremial de Hostels y Afines, Puerto Natales.
La principal pregunta que se hacen muchas personas en medio del avance indiscriminado y altamente creciente de la salmonicultura en nuestra región, es si realmente el turismo y la salmonicultura son compatibles, la verdad que el problema radica en el modelo de salmonicultura que Chile presenta a diferencia de otros sectores del mundo, nadie puede estar en desacuerdo con nuevas actividades económicas que puedan traer inversiones y mano de obra a la región, pero siempre que esto no conlleve a un retroceso o daño a otras actividades económicas que están en constante crecimiento, como el turismo. Se habla mucho y se esgrimen antecedentes de la cantidad de divisas que las empresas van a invertir en la ciudad y región, pero, cuántos puestos de trabajos reales van a aportar? Es mano de obra calificada la que se va a cubrir? Los ciudadanos locales van a poder acceder a esos puestos de trabajo, y de ser así, cuáles serán los salarios reales?
Esas son las primeras preguntas que podríamos hacernos en el ámbito socio económico, pero no se habla de las posibles consecuencias que podría traer aparejada una inversión tan grande sin medir los cambios ambientales que esto va a traer aparejado, el ser humano en cada actividad que desarrolla va produciendo cambios en el medio, y eso es algo que no podemos olvidar, la cosa es mitigar ese cambio y evitar futuras acciones que no tengan procesos de reversión. En ese sentido y con leyes y reglamentaciones que estén a la altura se podría desarrollar una actividad económica que no impacte en las sociedades locales, y que sea sustentable y sostenible en el tiempo. Lamentablemente hasta que eso no ocurra corremos un grave peligro dejando libertad de crecimiento a estas empresas.
El vocabulario lindo y cuidado, las presentaciones con narrativas atrapantes y mucha tecnología, la facilidad económica para influir en empresas y organismos locales, muestran tan solo una parte sesgada de la realidad económica y lo que realmente involucra el compromiso socio ambiental de estos empresarios. Se habla de millones de dólares en inversiones y el desarrollo local, a cambio de puestos de trabajo, pero eso realmente es así? Cuánto dinero ha ido invirtiendo el estado nacional y regional en generar condiciones para la habitabilidad de estas zonas y el desarrollo del turismo? Alguna vez el estado y la sociedad se pusieron de acuerdo para elevar propuestas colaborativas que sirvan para la sustentabilidad a largo plazo de nuestro desarrollo local?
Se sigue la misma matriz económica de extracción sin pensar en la cadena de valor y como las actividades económicas sustentables y que preservan el medio ambiente pueden influir a futuro en la concreción de economías locales fuertes y crecientes, que además puedan tener una sostenibilidad en el tiempo.
En ese sentido podemos ver como el turismo tiene la capacidad de repartir más equitativamente y a muchas más personas las ganancias propias de la actividad. Unas de sus características principales es sin duda la baja inversión que se necesita para poder comenzar y aprovechar las diversas oportunidades económicas en comparación con las salmoneras. La profesionalización de la mano de obra, las oportunidades personales de desarrollar pequeñas actividades manuales y que esto influya en una retribución inmediata, el crecimiento del comercio minorista, el mejoramiento de infraestructura en la ciudad que aporta a una mejor calidad de vida para toda la sociedad y no tan solo para un grupo acotado. Si comparamos ambas actividades económicas con datos reales, podemos ver como la actividad de servicios viene en alza y que la distribución de las ganancias permiten a una gran cantidad de personas mejorar rápidamente su realidad económica, y ayuda a la inclusión social con alta participación de mujeres, jóvenes y adultos mayores. Según datos del propio gobierno nacional el turismo ha crecido más del 150% en los últimos 10 años y tan solo en el año 2017 entraron $ 4.200. millones de dólares al país, esto demuestra la capacidad de crecimiento y aporte al desarrollo nacional.
Cuando se habla de las inversiones y ganancias de la salmonicultura, no se plantea que la ganancia final se reparte entre pocas familias y que ninguna de ellas habita estas zonas, solo nos muestran números duros que no hacen más que marear y seducir a algunos funcionarios públicos que salen en su defensa. Sería muy interesante que respondan porque no quieren hacer estudios científicos de los cambios que pueden afectar el medio natural en donde vivimos y además reconocer que les es más fácil construir sus centros de manufactura en las cercanías de ciudades, que tiene todos los servicios básicos cubiertos y vías de transporte estables, tan solo para reducir sus costos operativos. A esta situación tendríamos que agregarle el impacto social que trae aparejado, el manejo de nuevos grupos de trabajadores que traen a ciudades en donde aún no se ha logrado resolver problemáticas habitacionales, sistema de recolección de basura eficiente, educación de calidad garantizada y seguridad publica acorde a los cambios que estamos teniendo en los últimos años.
Lo más duro en este sentido de la implementación de nuevas formas económicas es la falta de criterio y planificación por parte del Gobierno, simplificando la problemática a la apertura de nuevas fuentes de trabajos, sin medir cuales podrían ser las consecuencias a futuro. No hay que olvidar qué, para que una economía local surja y se mantenga en el tiempo hace falta implementar infraestructura acorde a los cambios que se necesitan en el desarrollo de ésta, y que además la base fundamental es estimar la capacidad de carga que la actividad puede desarrollar sin alterar el medio natural y la calidad de vida de sus habitantes.
Lamentablemente parte de la comunidad no ve los cambios que afectan al medio marino, porque éste, está bajo agua, pero si tuviéramos la posibilidad de verlo en los campos circundantes se comprendería muy sencillamente lo que el exceso de carga de un medio significa. Si ponemos demasiados animales en predios muy pequeños la vegetación termina siendo dañada por completo y puede llevar a procesos de desertificación y contaminación de sectores con agua circundantes.
Entonces cuando hablamos de si ambas actividades económicas pueden ser compatibles, claramente se ve la diferencia y la incongruencia de ambas en el mismo espacio geográfico, sin dudas con una industria salmonera que haga estudios científicos a conciencia y que invierta más dinero en cuidar el recurso natural a perpetuidad y que no sea extractivo a corto plazo, sin medir consecuencias, seguramente podríamos hablar de una realidad diferente. Pero el mayor problema en esta discusión es el rol del Estado, y como el manejo de influencias del establishment deja al descubierto las grandes falencias de nuestras leyes en cuanto al cuidado real de nuestras riquezas y bellezas naturales, y el interés de una repartición de las riquezas, más equitativa para la ciudadanía en general.