Durante diez meses, esos salmonídeos han permanecido en estado de descomposición, lo que ha generado ácido sulfhídrico por la descomposición de esos elementos orgánicos. Se trata de un gas más pesado que el aire, el que puede llegar a producir la muerte de quien lo inhale.
Santiago, 18 de agosto de 2018. (radiodelmar.cl)– La empresa a cargo de los operativos para retirar la basura salmonera del barco Seikongen reconoció que apesar que la nave cuenta con «todas las condiciones de seguridad que requirió y exigió la Autoridad Marítima Nacional y Local, (…) en la medida que siga pasando el tiempo sin realizarse la descarga a la planta de tratamiento, significa un creciente riesgo medioambiental».
Así lo afirmo Peter Pietka CEO de la compañía Ardent en un comunicado difundido este viernes (17.08.2018) en el que solicita a las autoridades «permitir el trabajo normal que requiere este tipo de operaciones».
La nota señala que Ardent es una empresa especializada en emergencias marítimas como naufragios y extinción de incendios en el mar y fue contratada por CPT Empresas Marítimas S.A. Las cuales estarían trabajando para la salmonera Camanchaca propietaria de las 200 toneladas de salmón que transportaba el Seikongen cuando se hundió frente a la costa de Chonchi (mar interior de Chiloé), en octubre de 2017.
Ardent afirma que el 50% de su carga fue retirada antes de su salvataje y el resto de la carga, «según estudios y mediciones de laboratorios especializados, no es carga peligrosa ni tampoco presenta problema alguno para ser tratado en las plantas procesadoras que existen en Chile».
Sin embargo, existen otras visiones. Durante diez meses, esos salmonídeos han permanecido en estado de descomposición, lo que ha generado ácido sulfhídrico por la descomposición de esos elementos orgánicos. Se trata de un gas más pesado que el aire, el que puede llegar a producir la muerte de quien lo inhale.
Daniel Varela, director del Centro i~mar de la Universidad de Los Lagos, dijo al diario El Llanquihue que puede haber problemas «en tanto el gas esté en el ambiente, no mientras esté en el barco. Los gases se evaporan y no generan problemas a las personas, si es que no están cerca».
Mientras que Nelson Urra, director de la Escuela de Medio Ambiente de la Universidad Mayor, afirmó al mismo diario que «hay otros riesgos relacionados con el ecosistema», en caso que esa materia orgánica en descomposición entre en contacto con una columna de agua. «Se va a alterar el ambiente para especies como el fitoplancton, zooplancton y toda la red trófica. Es decir, la fauna donde se llegue a depositar», estimó.
El especialista subrayó al matutino que aunque el barco esté sellado, el peligro es la fuga en sus drenajes. «Está presente el riesgo que haya fuga del agua del lixiviado que se va generando, producto de la descomposición. Así como los barcos pierden petróleo por fisuras, puede aumentar el peligro por un mal manejo de estas cámaras», advirtió.
