El pasado 11 de septiembre se conmemoró el 45° aniversario del inicio de la dictadura chilena al mando de Augusto Pinochet. Este 16 de octubre se cumplen 20 años de la detención del dictador. Tras el emblemático arresto se encuentra Joan Garcés, abogado español, asesor del presidente Salvador Allende y galardonado con el Right Livelihood Award (‘Premio Nobel Alternativo’).
En octubre de 1998, Augusto Pinochet viajó a Inglaterra para someterse a una intervención quirúrgica. Fue detenido mientras estaba internado. La orden de arresto librada el 16 de octubre de 1998 por el juez español Baltasar Garzón a petición del abogado Joan Garcés fue cumplimentada por las autoridades británicas.
“Los crímenes de las dictaduras son realidad presente en muchas partes del mundo. Y sus consecuencias perduran más que ellas. Por consiguiente, que a los más altos responsables de esos delitos se les pueda exigir responsabilidad por las violaciones a las leyes de mayor envergadura, como son los crímenes de lesa humanidad o de genocidio, es una necesidad de la humanidad como tal”, expresa Joan Garcés, quien fuera el asesor más cercano del presidente Salvador Allende hasta el 11 de septiembre de 1973.
Desde la fundación española Presidente Allende, Garcés fue el impulsor del proceso que desde 1996 persiguió la detención de Pinochet con fines de extradición para ser juzgado por crímenes de genocidio, terrorismo y torturas. Este vigésimo aniversario constituye para Garcés un antecedente que sigue reivindicándose por tratarse de “una necesidad de interés colectivo”, sobre todo en la actual coyuntura. “Por ejemplo, el presidente de Filipinas está consintiendo miles de ejecuciones extrajudiciales. En Brasil, ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales una persona que defiende la tortura y los crímenes de la dictadura brasilera. El actual presidente de Estados Unidos también defiende públicamente la tortura”.
Por su incansable trabajo para ponerle fin a la impunidad de los dictadores, Garcés fue reconocido internacionalmente con el ‘Premio Nobel Alternativo’ en 1999, distinción otorgada en Suecia por la Fundación Right Livelihood Award. Desde entonces y a través de las armas del derecho internacional, ha continuado trabajando contra las consecuencias de las dictaduras y a favor de los derechos democráticos.
“Hay que llamar la atención sobre los crímenes que se están cometiendo, los que se anuncian, y sobre la necesidad de sancionarlos. Son imprescriptibles, hay que denunciarlos y documentarlos mientras se cometen, y enjuiciarlos cuando sea posible en interés de las víctimas y de la Humanidad”.