La comunidad de Isla Caguach iniciará la recuperación del mar mediante un Espacio Marino Costero de Pueblos Originarios: un triunfo comunitario isleño ante el creciente proceso de enajenación y contaminación industrial de la industria salmonera y miticultora.
Chiloé, 11 de noviembre de 2018. (radiodelmar.cl)– Una sola voz en defensa de la espiritualidad, el patrimonio y la biodiversidad costero marina fue la que se escuchó este fin de semana en Caguach luego que la comunidad, donde se mezclan sectores religiosos, indígenas, de pescadores y organizaciones sociales, plantearan su firme decisión de no negociar con la compañía salmonera y de miticultura Trusal que intenta imponer centros de cultivo acuícola en el litoral de esta Isla.
Fue el viernes que los diversos sectores se autoconvocaron en una reunión para tratar el tema y donde el protagonismo de las comunidades se reforzó al proyectar avanzar a solicitar un Espacio Costero Marino en base a lo que les permite la Ley Lafkenche (20.249) para proteger su maritorio frente al avance de salmoneras y cultivadoras de choritos.
En la ocasión, en un primer instante se reunió la comunidad sin la presencia de los representantes salmoneros, que no habían sido invitados, pero que de todas formas llegaron al encuentro. En esta primera conversación el mensaje fue claro y contundente: «el Nazareno de Caguach y todo lo que lo rodea, no se negocia. La salmonera Trusal no debe instalarse».
En la reunión hay Juntas de Vecinos, comunidades indígenas, centro aposerados, pescadores, recolectoras, organizaciones religiosas y familias de agricultura familiar campesina.
La decisión es que antes de fin mes ingresarán a tramite oficial la Solicitud de una Espacio Costero Marino de los Pueblos Originarios, lo que debería congelar las tramitaciones empresariales en proceso, incluidas las de Trusal y de un particular que funciona como «palo blanco» y especulador.
El problema para las comunidades locales además son varias otras concesiones de acuicultura industrial concedidas a empresas antes del 2010 y que tienen un carácter legal de perpetuas.
Luego del acuerdo establecido por la comunidad, se permitió la entrada a los salmoneros que a pesar del rechazo, igual intentaron negociar, pero se enfrentaron repudio de toda la gente del lugar.
Ahora viene un proceso en que se debe seguir fortaleciendo el diálogo al interior de estas comunidades isleñas y la unidad para la defensa de la espiritualidad, el patrimonio, la biodiversidad del archipiélago y el protagonismo local.
