En conversación con Radio Universidad de Chile, el director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas denunció el trasfondo que existe a raíz de la “populista” campaña que está realizando el Ejecutivo para mitigar los impactos de una eventual “plaga” de lobos marinos que estarían arrasando pesquerías y afectando el desarrollo económico, principalmente en la región de Los Lagos.
Por: Rodrigo Fuentes, Radio Universidad de Chile
08 de diciembre de 2018
La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) creó en junio pasado una iniciativa para afrontar las complicaciones causadas por el lobo marino en la extracción pesquera.
Un concurso participativo que busca recoger propuestas de solución sobre el problema que traería la especie para el sector artesanal al depredar sus pesquerías, consumir y destruir sus capturas e incluso “hundir sus embarcaciones”.
Según el Gobierno, la presencia del mamífero que eventualmente pondría en riesgo el desarrollo económico y pesquero– exportador de las regiones costeras chilenas.
Sin embargo, para el médico veterinario y director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, esto no sería más que una cortina de humo para desviar la atención pública y de la pesca artesanal sobre la aguda crisis socio ambiental que afecta a las sobre-explotadas pesquerías nacionales y el actual intento por “maquillar” la Ley de Pesca y acuicultura.
“Se usa al lobo marino como moneda de cambio, porque los que están moviendo esto no son más de cuatro dirigentes de confederaciones de la pesca artesanal. La historia de estos representantes, particularmente en Puerto Montt y Chiloé, son personas acusadas por delitos de corrupción, de coimas por parte de la industria pesquera y salmonera. Esta última es la que está detrás de esto, porque el sector empresarial necesita que eliminen al mamífero en la zona por su interacción con las balsas jaulas”, afirmó.
Recordemos que actualmente los lobos marinos es una especie protegida por una veda temporal (D.S. N°31), que impide su caza, extracción y comercialización en aguas chilenas, hasta el año 2021.
Según el representante de la ONG, el intendente de la región de Los Lagos, Harry Jürgensen, es quien encabeza la campaña contra esta eventual “plaga” de lobos marinos, siendo la Fundación Chinquihue de Puerto Montt, la que ha presentado un proyecto de mitigación de las interacciones entre la especie y la pesca artesanal.
Al respecto, el director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, indicó que llamativo de ésta situación, es el hecho que esta fundación privada que utiliza recursos públicos, tiene a la autoridad regional como presidente de su directorio.
“Fundación Chinquihue es un espacio donde existen conflictos de interés impresentables. Representantes del Gobierno están elaborando proyectos, los que posteriormente ellos mismos deciden y donde se involucra gran cantidad de dineros públicos. Esta fundación más parece una instancia de blanqueo de recursos económicos, por parte de la industria pesquera, salmonicultura, hacia los dirigentes de la pesca artesanal”, argumentó.
Recientemente sostuvieron una reunión, dirigentes de la pesca artesanal Hualaihué, Puerto Montt y Calbuco, en la Región de Los Lagos, con el ministro de Economía, José Ramón Valente, para discutir el tema, sin embargo, según Juan Carlos Cárdenas el problema de los lobos marinos quedó de lado a raíz de los acuerdos económicos y cuotas de captura establecidos.
Lo que para el director de Ecocéanos ratificaría sus afirmaciones.
“Si te fijas, la supuesta plaga y daño que provoca la especie pasa a un lugar periférico a cambio de la entrega de 500 millones para gastos varios, y se aumentaron las cuotas de merluza y se flexibilizó la rendición de dineros públicos. Genial la forma como se utiliza el tema lobos marinos como “moneda de cambio” para conseguir dinero, cuotas y condonaciones”, subrayó.
Para el director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, el Parlamento debe investigar las anómalas situaciones y el millonario financiamiento de programas que eventualmente resolverían el problema de la “plaga”. Dineros que han recibido empresas privadas, consultoras, universidades nacionales e internacionales, ongs y dirigentes artesanales, entre los años 2003 y 2018, relacionados con los supuestos problemas que han originado estos mamíferos en desmedro de las flotas pesqueras y la industria salmonera.