Los sucesos acontecidos en la Mina Delia II ubicada en el sector de Fachinal al sur de la comuna de Chile chico, con la desaparición de dos de sus trabajadores debajo de la laguna verde, es la muestra fiel que las instituciones no funcionan y que van en contra del desarrollo sustentable de la comuna y de la región.
Por Andrés Gillmore
27 de diciembre de 2018
Uno de los peores problemas a la cual una sociedad puede enfrentarse, es cuando las instituciones no funcionan y pierden credibilidad ante la ciudadanía. Esa famosa frase de Ricardo Lagos “dejen que las instituciones funcionen” pasó a ser un chiste más, lo que se denomina en sociología como la ruptura del pacto social y cuando eso sucede, los países se van y literalmente al tacho de la basura.
El pacto Social es la base de sustentación de lo que delimita el acuerdo real o hipotético que se sostiene al interior de una sociedad y fundamenta la relación entre el Estado y los ciudadanos, para que los derechos y los deberes de todos sean respetados siempre y no solo algunas veces. Si una sociedad pierde el respeto por el pacto social que ha establecido en los fundamentos de la confianza mutua entre la ciudadanía y las instituciones; el Estado termina perdiendo irremediablemente su credibilidad y eso en si mismo es peligroso para cualquier sociedad.
En Aysén solo a modo de ejemplo por mucho tiempo y de variadas maneras se ha estado pasando por alto el pacto social. En la actualidad poco y nada se confía en las autoridades que administran el territorio y mucho menos en las instituciones. Si no fuese por el mundo ciudadano regional, que se ha organizado para entrar en batalla en contra de los intereses económicos de las grandes corporaciones, que desde siempre han querido apoderarse de la territorialidad de Aysén; hace rato que la región estaría mucho más contaminada y destruida de lo que esta y para ello se han formado diferentes frentes para hacer frente a esas intenciones, que en sus comienzos fueron bienvenidas, pero que a poco andar demostraron que más que a proyectar desarrollo, estos intereses venían a enriquecerse a costillas de la región. De no haber sido por la organización ciudadana, sencillamente eses poderes económicos habrían destruido hace rato el futuro de las comunidades regionales, con proyectos que iban totalmente en contra de los intereses regionales y en contra de la anhelada sustentabilidad y el buen vivir que se necesita para desarrollar el Aysén que debe ser y no el que pudo ser.
Las instituciones por muchos períodos han venido tomando decisiones sustentados en intereses foráneos, pasando a llevar los intereses de las comunidades regionales. Los mayores ejemplos son las intenciones de proyectos de la calaña de Alumisa en los años 90, HidroAysén y Central Cuervo hasta hace un par de años a tras; que más que un aporte eran sinónimo de destrucción y retroceso.
El mundo ciudadano en Aysén desde los tiempos de la colonización, ha realizado enormes esfuerzos para desarrollarse en la territorialidad que le pertenece por orden de llegada y ha tenido que entrar en batalla para defender sus derechos en muchas oportunidades y que no ha sido un trabajo menor bajo ningún punto de vista y ha tenido que realizarse en las horas libres del mundo ciudadano, después del trabajo, sin recibir remuneración alguna, dejando de lado a sus familias y con todo el costo que eso representa muchas veces en las relaciones personales y en los comienzos sin la comprensión de sus comunidades, que se ven manipuladas por la ideología de esos mismos intereses de los cuales estan siendo defendidos y para tener el honor de entrar en batalla, han tenido que poner muchas veces dinero de su propio pecunio y sin ninguna de las regalías que reciben los que se suponen estan para hacer esos trabajos en las diferentes instituciones del Estado y eso en si mismo demuestra la existencia de un desbalance enorme en la forma y en el fondo y responde el porqué estamos como estamos y que la región desde hace décadas este constantemente en ascuas en lo que al futuro sustentable se refiere y que comunidades deban estar constantemente monitoreando y defendiéndose del fuego foráneo de los intereses de las grandes corporaciones extranjeras y lo que es peor, con gente que dice amar Aysén representando esos intereses con oscuras intenciones bajo la manga.
Los sucesos acontecidos en la Mina Delia II ubicada en el sector de Fachinal al sur de la comuna de Chile chico, con la desaparición de dos de sus trabajadores debajo de la laguna verde, es la muestra fiel que las instituciones no funcionan y que van en contra del desarrollo sustentable de la comuna y de la región. La primera vez que transite por la inmediaciones de la laguna verde, lo hice a caballo en el año 1986 con mi vecino Don Renato Poblete, ambos en esos años éramos pobladores del valle del león y viajamos esa primavera desde el valle a comprar harina a Chile Chico y por el tan mentado paso las llaves, por no haber habido harina en eso años en Puerto Guadal y dada esta realidad tuve la suerte de hacer ese trayecto a la vieja usanza y acampar cerca de la laguna verde y haber tenido la suerte de haberme regocijado con la vista de numerosos Flamencos Rosados y Patos Picaso que deambulaban por la laguna, sumados a las grandes parvadas de cauquenes y avutardas, que eran miles de miles apostadas en las inmediaciones, que en ese entonces eran consideradas como una plaga (años después morirían gran porcentaje envenenadas con la ceniza del volcán Hudson) y quede maravillado con la belleza de la laguna contrastada con la omnipotencia del maravilloso lago General Carrera (Chelenko) que más que un lago es un mar interior.
En el año 2012, me di cuenta que la Cerro Bayo Mining Company que explotaba oro en ese sector había transformado esta hermosa laguna en un pozo de relave y en un dique de cola y que el subsuelo de la laguna esta perforada como un queso Suizo. Quedé consternado con lo que vi. Hable con pobladores del sector y ellos denunciaban lo mismo. Además acusaban a la Cerro Bayo de extraer el agua de las veranadas sin tener los permisos correspondientes para su uso. Ese mismo mes me contactaron varias organizaciones ambientalistas de Los Antiguos en Argentina, denunciando que el pozo de relave y el dique de cola estaba contaminando el lago Carrera y que ellos tal como los chilechiquences y todas las comunidades de la cuenca bebían el agua del lago y que perfectamente podía estar contaminada al filtrarse desde la laguna al gran lago Carrera. Además, muchos muchachos hijos de amigos míos del sector que trabajaban en la Mina Delia II, comentaron que las condiciones laborales no eran buenas y que se podía prever una desgracia.
Converse el tema con organizaciones de la cuenca del Carrera y de Aysén por el tema y poco se entendía del tema ese 2012. Todos estaban cansados por HidroAysén. Pero yo que había estado en la laguna antes de la minera y compararla con lo que era, no era muy difícil darse cuenta que estaba contaminada a más no poder. Teniendo en vista que nadie quiso acompañarme, puse una denuncia en Sernageomin por mal manejo ambiental y laboral de la Cerro Bayo Mining Company como ciudadano con mi carnet de identidad. Al año recibí un correo con la respuesta de Sernageomin que todavía poseo, en la cual me informaban, que en una visita rutinaria realizada el mes pasado se había constatado que todo estaba en orden. Al año despues volví a pasar por la laguna y me encontré con más contaminación y se notaba un tremendo desgaste de la orilla y ahora el dique de cola era aun más grande y que se estaba transformando en un peligro constante que todo se viniera abajo ante la intrincada red de túneles que se estaba perforando sin las medidas de seguridad adecuadas. Esta vez en Santiago aprovechando la ocasión, me apersone en las oficinas de Sernageomin en AV Andrés Bello al otro lado del río Mapocho, en persona y no por la página Web como la primera vez; entable otra denuncia ante la Cerro Bayo Mining Company por el tema. Ocho meses después recibí la misma contestación, en “visita rutinaria a Fachinal se ha constatado que todo esta en orden”.
Un año después en Junio del 2017 sucedió lo que tenia que suceder y desaparecieron dos trabajadores al desbordarse la laguna y se descubrió, que la minera Canadiense trabaja sin los permisos, sin el Estudio Ambiental y sin las medidas de seguridad adecuadas para la operación de Mina Delia II y todo fue acallado por la Ministra de Minería del segundo gobierno de Bachelet, la señora Aurora Williams, representante en el gobierno de las empresas del tío Andrónico Luksic. La semana pasada se supo del fallo judicial de la demanda impuesta por las familias de los trabajadores desaparecidos, que obliga a la Cerro Bayo Mining Company a pagar 600 millones de pesos por concepto de indemnización por la desaparición de los dos trabajadores y se inició un proceso judicial por cuasidelito de homicidio en contra del gerente de la mina el señor Stuart Andrew.
Si analizamos el tema como corresponde, esta claro que la tragedia pudo haberse evitado y como no, pero solo si la institucionalidad hubiese funcionado y Sernageomin hubiese realizado su trabajo de fiscalizar a la empresa minera como debe ser y sobre todo ante una denuncia. Si los diputados de la región de ese entonces, David Sandoval Plaza (UDI) y Iván Fuentes (DC) hubiesen fiscalizado como corresponde al cargo que ostentaban en ese entonces, esto no hubiera sucedido y eso puede ser muy aplicable también al Señor Gobernador de la época y en menor instancia el Municipio y como tal, sucedió lo que tenia que suceder, lo que era una crónica de una tragedia perfectamente predecible y la pregunta cae de cajón. Porque Sernageomin y los Diputados de la República no cumplieron con su deber profesional y se hizo la vista gorda para solventar las relaciones con la empresa con la institucionalidad y vaya uno a saber además qué tipo de tratos estaban puestos sobre la mesa a costillas de los trabajadores, del medio ambiente, las comunidades y la sustentabilidad del territorio.
Aysén no puede seguir depredando su medio ambiente como hasta ahora; todo lo que se decida en la actualidad en cuanto a las capitales mineros foráneos que quieren introducirse en las comunas de Chile-chico y Puerto Ibáñez, terminara repercutiendo en los próximos años y no habra vuelta atrás y sera demasiado tarde, si no tenemos la capacidad de entender las externalidades negativas y las terribles repercusiones para el futuro de la Cuenca Chelenko, si se permite que las mineras extranjeras intervengan la territorialidad del subsuelo y destruya el proceso de desarrollo sustentable de las comunidades de la cuenca.
