“Tenemos un enorme patrimonio natural que debemos cuidar, más aún con la creciente carga de visitantes que nos obliga a redoblar los esfuerzos por proteger el medio ambiente, algo para lo que nuestra dotación lamentablemente no es suficiente”. Este es un artículo publicado por el diario La Prensa Austral de Punta Arenas.
Así expresó el guardaparques del sector Laguna Azul del área norte del Parque Nacional Torres del Paine, Juan Toro Quirilef (66), su preocupación ante la necesidad de que la Corporación Nacional Forestal (Conaf), entidad a la que ha estado ligado por 45 años, fortalezca la dotación de sus pares. Esto último, para cautelar de mejor manera el cuidado de la denominada Octava Maravilla del Mundo, que ayer celebró su aniversario número 60, instancia que tuvo lugar en el salón Terra Australis de la Universidad de Magallanes.
Y es que para el experimentado profesional, es imprescindible no descuidar esta importante área de interés turístico creada el 13 de mayo de 1959 y que desde 1973 es administrada por Conaf, en un área que a la fecha totaliza 242.242 hectáreas. “Es un territorio muy amplio y como cada año llegan más turistas, tenemos que ofrecer un mejor servicio, lo que con la cantidad de gente que tenemos, no es posible como quisiéramos. Es primordial que la Corporación contrate guardaparques permanentes, porque la mayoría son transitorios. Nosotros somos unos 28”, acotó.
Pero a juicio de Juan Toro, lo descrito es sólo una parte de la solución, ya que hay más elementos a tener en cuenta. “Hay otras cosas más, por ejemplo, el que falta educar más a los visitantes, lo que es parte de nuestro trabajo y por otro lado, que las autoridades se comprometan un poco más porque una de las medidas que sería pertinente aplicar en el parque es que no se sigan haciendo concesiones al interior del recinto, porque de algún modo, eso representa un impacto al medio ambiente”, señaló.
Desafío de Conaf
Por su parte, el director regional de la Corporación Nacional Forestal, Mauricio Véjar afirmó que justamente para superar brechas, está en vías de materializarse el plan de inversión de la entidad para este año. “Con él apuntamos a mejorar la seguridad, conectividad e infraestructura del Parque, de modo tal que logremos estándares internacionales, tanto en la habitabilidad que tenemos para nuestros guardaparques, como para la mejora de senderos e inclusión de otros nuevos, aptos para personas con capacidades diferentes. A esto, se agrega la restauración ecológica del recinto, ya que en los últimos años, 1985, 2005 y 2012, hemos sufrido incendios grandes, donde fueron afectadas 5 mil hectáreas de bosques”.
En otro aspecto, agregó que se gestionan actualmente los fondos regionales pertinentes -que sumarían $10 mil millones, a tres años-, los que permitirían realizar las obras necesarias, que consideran además pasarelas, puentes colgantes, nuevas guarderías y un centro de información ambiental, entre otras.
En cuanto a la baja dotación de guardaparques -que por cierto es reforzada por unos 100 transitorios en la época estival, de los cuales quedan unos 30 en invierno-, señaló: “Sin duda requerimos más personal, pero los recursos son limitados, así que estamos haciendo todas las gestiones posibles para poder aumentar ese presupuesto y poder alargar los contratos de los refuerzos de los guardaparques que vienen en las épocas donde se requiere más vigilancia”, dijo acotando que menos del 1% de la superficie del Parque está destinado a recreación.
Se refirió además a las ‘reservas’ como una buena y necesaria medida que ha permitido regular el flujo de visitantes y descongestionar así el parque.
Este año se esperan 300 mil visitantes a este importe nodo turístico.