Publicamos la presentación que el destacado arquitecto Marco Muñoz Ortiz sostuvo en el seminario Bauhaus 100 que organizó recientemente la Escuela de Arquitectura de la Universidad Tecnológica Metropolitana, el día 16 de mayo.

La Bauhaus es una de las escuelas de arquitectura más vanguardistas y reconocidas del siglo XX y celebra este año el centenario de su fundación. Son numerosos los iconos de la arquitectura surgidos durante los 14 años de existencia de esta escuela de arte modernista (1919-1933). Entre el profesorado de la Bauhaus se contaron creadores de renombre y multidisciplinarios que lograron fusionar las profesiones manuales con la creación artística. Las ideas y los trabajos nacidos de esta escuela tuvieron una influencia duradera en el mundo.

El método Bauhaus. Enseñanza que no muere

Por Marco Muñoz Ortiz, arquitecto

Santiago de Chile- mayo 2019.

La concepción de trabajo de taller, no es nada nuevo en la historia de la arquitectura, desde sus inicios ha existido la lógica de aprendices y maestros, pero el método Bauhaus, fue el detonante revolucionario que hoy hace que nuestro oficio alcance ribetes de ciencia y tengamos el total dominio de las técnicas constructivas de nuestro oficio.

Sin la escuela Bauhaus, no podríamos haber alcanzado los estándares de racionalización, de constructividad y de desarrollo proyectual los que hoy deslumbran y apuestan desde una nueva mirada de la arquitectura.

Complementado teoría y práctica de sus alumnos, docentes y directores tuvieron la audacia de transformar desde su propio hacer el modo de hacer arquitectura, proponiendo y marcándonos un camino.

Mies Van der Rohe, Hannes Meyer, y Walter Gropius, con sus marcadas tendencias y lógicas de pensamiento, son los pilares que hasta hoy dirigen el arte arquitectural, tanto teórica como compositivamente.

El método Bauhaus y su concepción de especialización del aprender haciendo, fueron los detonantes a cambiar las mallas de gran parte de las escuelas de arquitectura y dar el punta pie inicial en una transformación total de las academias.

La escuela Bauhaus y sus directores, metodizaron y llevaron a la práctica de manera única, los parámetros de gran parte de la arquitectura del siglo xx y por qué no del siglo xxi, todo depende si somos capaces de dar coherencia a un arte funcional y no dar paso a un sólo proceso especulación formal.

Sus premisas fueron:

El racionalismo métrico.

El espacio función, con la premisa la función hace la forma.

El equilibrio visual desde la geometría.

La concepción del menos es más, donde se deja en manifiesto el sentido y cambio de una época que propone un avanzar desde lo simple.

El arquitecto como un sujeto de cambio y acción social.

Son premisas dichas más de una vez por sus tres directores que se plasmaron en textos, libros y en su propia obra, como premisas de desarrollo proyectual.

Mies Van der Rohe, Hannes Meyer, Walter Gropius hicieron un método de enseñanzanza que culminó con su propio hacer arquitectural, donde fueron capaces de llevar a cabo sus ideas y teorías, transformando a la escuela Bauhaus en una escuela universal.

Si sintetizamos, a sus tres directores en ideas fuerzas, podríamos mencionar que  Walter Gropius (Berlín,1883- Boston, 1969) aportó a un arte funcional, donde la forma nace a partir de la función sin detalles estilísticos, sino que plasmando la pureza geométrica y llevar a la plenitud visual el uso de materiales contemporáneos.

Mies Van der Rohe (Aquisgrán,1886 – Chicago, 1969)  postuló una  arquitectura racional, divisible, donde la estructura es parte de la forma, de simpleza geométrica, donde es la materialidad y el vacío su concepción diáfana de una arquitectura imperecedera.

Hannes Meyer (Basilea, 1889- Lugano,1954), con su búsqueda teórica social, donde pone al arquitecto como un agente de transformación, comprometió el discurso con los menos favorecidos, haciendo prevalecer el rol del arquitecto  con los cambios societales, siendo desde la técnica un agente de trasformación social, incitándonos a ser vanguardia de los procesos sociales.

Estos tres guías y directores de la Bauhaus, son las matrices inculcadas a fuego en las escuelas de arquitectura del siglo xx y son sus ideas y convicciones las que  transforman a un arquitecto común, en un arquitecto universal.

A modo de concluir esta exposición, y de manera provocativa, es que quiero incitar a los presentes a llevar en nuestros propios procesos profesionales y académicos  el re encantarse con las premisas esenciales de la Bauhaus.

A nivel académico, que los talleres lleven la lógica del aprender haciendo,  racionalizando desde sus inicios formativos, haciendo sus proyectos divisibles y replicables, tanto en sus lógicas compositivas como de materiales. Apostar a una composición visual desde la simpleza geométrica y,  por qué no,  inculcar la importancia del rol social de los arquitectos y su aporte a la sociedad que los rodea.

Y nosotros como profesionales, en cada encargo que tengamos en nuestros tableros, tratar de ser un aporte. Quién sabe si en 100 años, se estará hablando de alguno de nosotros, como hoy lo hacemos de la Bauhaus.