La propuesta de los partidos políticos para avanzar a una nueva Constitución, además de lanzar un salvavidas al violento régimen de Piñera, intenta seguir imponiendo formas antidemocráticas de elección, anular la representatividad ciudadana y engañar con una falsa participación de todos los sectores sociales. De más está decir que sigue invisibilizando y negando a los Pueblos Indígenas.
Por Colectivo Informativo Mapuche Mapuexpress.- Sábado 15 noviembre 2019.-
Justo hace un año, el gobierno de Chile por medio del Comando Jungla, asesinó a nuestro lagmien Camilo Catrillanca y mientras un sector de la clase política chilena mentía y se hacía cómplice del homicidio, otro guardaba silencio.
Hoy, luego de un mes de protesta social de los pueblos en Chile y Wallmapu contra los abusos de la Constitución Pinochetista, del desigual y segregador modelo neoliberal y del explotador sistema capitalista, esa misma clase política empresarial presenta su acuerdo para crear una intermedia nueva Carta Fundamental de la República de Chile, llamada “Convención Constitucional”, muy distante de la exigida“Asamblea Constituyente”.
Este llamado de “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución”, se da, paradójicamente, en el contexto de manifiesto Terrorismo de Estado, de las graves y sistemáticas violaciones a Derechos Humanos que incluyen asesinatos, tortura, violaciones, detenciones ilegales, la mutilación de los ojos de más de 200 personas, más de 2.381 heridos , 346 acciones judiciales por parte del Instituto de Derechos Humanos de las cuales 246 son por torturas y tratos crueles, 58 por violencia sexual, 13 por lesiones, 7 por homicidio frustrado y 5 por homicidio)i. Ello sin dejar de mencionar la prisión política en que se encuentran, debido a largos procesos judiciales, varios dirigentes y líderes Mapuche, entre estos el longko Alberto Curamil del Lofmapu Radalko, Facundo Jones Huala de Puelmapu, Álvaro Millalen, Daniel Canío, José Cáceres, entre tantos otros.
Asimismo, hoy, vemos como las movilizaciones son enfrentadas con querellas por la Ley de Seguridad Interior del Estado, utilizada ampliamente en dictadura y múltiples proyectos de Ley que tienen por objetivo criminalizar aún más, la protesta social por medio de ambiguos Proyectos de Ley como la Ley Antiencapuchados, la Ley anti saqueos, la Ley anti barricadas, entre tantos otras, propuestas por un gobierno cuyo Presidente, hoy enfrenta querellas por delitos de lesa humanidad.
Frente a esto, como Colectivo Mapuexpress hacemos recuerdo de la ruta Mapuche señalada por el Movimiento por la Libre determinación, Trawun de Temucuicui: “La desmilitarización de nuestros territorios, esclarecimiento histórico respecto al genocidio ocurrido con el pueblo Mapuche, continuar la recuperación y control territorial, y la Libre Determinación”, anulando así las acciones de domesticación, paternalismo y colonialismo que nos quiere una vez más, imponer el Estado Chileno.
Pu Lagmien, debemos preguntarnos: ¿La “Paz” que propone el régimen de Piñera y el acuerdo de los cuestionados y muchos de ellos corruptos parlamentarios, es el mismo modelo de “Plan Impulso Araucanía”, ahora implementado en el Pueblo de Chile?
La propuesta de los partidos políticos, además de lanzar un salvavidas al violento régimen de Piñera, intenta seguir imponiendo formas antidemocráticas de elección, anular la representatividad ciudadana y engañar con una falsa participación de todos los sectores sociales. De más está decir que sigue invisibilizando y negando a los Pueblos Indígenas.
Basta sólo señalar el punto 4 de este acuerdo: “En el caso de la Convención Constitucional sus integrantes serán electos íntegramente para este efecto. La elección de los miembros de ambas instancias se realizará en el mes de octubre de 2020 conjuntamente con las elecciones regionales y municipales bajo sufragio universal con el mismo sistema electoral que rige en las elecciones de Diputados en la proporción correspondiente.”ii Los firmantes del Acuerdo por la Paz fueron: la UDI, Partido Socialista, Partido por la Democracia, Partido Radical, Partido Comunes, Evópoli, Renovación Nacional, Partido Liberal, Partido por la Democracia, Revolución Democrática. El único partido que se excluyó fue el Partido Comunista. La Convención, considerada como “victoria para el país”, no es más que otro engranaje de dominación y que requiere además un quórum de dos tercios para aprobar los artículos de la nueva Constitución, quórum que seguramente será difícil de obtener con la extrema derecha de los/as integrantes parlamentarios/as.
Existe el alto riesgo que las mismas fuerzas políticas-empresariales que hoy dominan el parlamento, sean electas en esta Convención Constitucional debido a que se usaría la misma proporcionalidad con la que hoy se eligen a los cuestionados y corruptos parlamentarios.
El actual sistema de elecciones de congresistas es un sistema cuestionado porque que no representa las verdaderas fuerzas sociales y políticas en las ciudades, pueblos y comunidades en Chile y Wallmapu. Mucho menos reconoce el sentir, los derechos y las forma de organización de los Pueblos Indígenas, en particular del Pueblo Mapuche, ya que no se establece ni se garantiza de manera alguna la participación indígena en la redacción de una nueva Constitución.
De este modo no toma ni siquiera en cuenta el potente, masivo y simbólico llamado de la protesta social chilena expresada en las icónicas imágenes de las calles estas últimas semanas: La Wenufoye, la bandera más representativa del Pueblo Mapuche en las últimas décadas y que expresa el sentir de un proyecto político, de una hermandad de pueblos, de plurinacionalidad, de reconocimiento al pueblo mapuche y el rechazo a un Estado que impone una sola cosmovisión, una sola historia, una sola educación, una sola economía. La Clase política chilena no quiere que esto aparezca en las discusiones.
Una nueva Constitución en Chile, debería, en el mejor de los casos, expresar ese sentir que tienen los Pueblos Indígenas y el pueblo chileno y obligar a las fuerzas políticas a reconocer la historia ocurrida en Wallmapu y aceptar y esclarecer que el Estado de Chile y la clase empresarial están sentados sobre el genocidio, ocupación, saqueo y despojo de los territorios Mapuche. La histórica reivindicación Mapuche, y ahora también el illkun chileno frente a los que mal gobiernan ¿se solucionan con una nueva Constitución creada por los mismos actuales parlamentarios y bajo un modelo capitalista y neoliberal, sin Libredeterminación Mapuche?
A esto debemos agregar que este acuerdo presentado por los partidos políticos, monitoreados por La Moneda, también llama a la Paz y al respeto a los Derechos Humanos. Frente a esto, como Mapuche conocemos mucho sobre la semántica de esa “Paz” que el modelo quiere imponer. Primero fue la “Pacificación” ahora la “Paz en la Araucanía”, es lo que pequeños, pero despiadados grupos, nuevamente han tratado de ejecutar en Wallmapu, al criminalizar a nuestra justa e histórica lucha, al generar asesinatos y encarcelamientos selectivos de nuestr@s lagmien, cooptar organizaciones y dirigentes y al seguir intentando ocupar nuestros territorios, ya sea comprando tierras, el mar, ríos y lagos, o imponiendo sus destructivos proyectos extractivistas y energéticos.
Es un hecho, no se está contemplando en participación indígena, así es claro que ha llegado el momento de asumir nuestra autodeterminación: En todos los territorios mapuche machi, gempiñ, longko, werken, kona, pu weychafe, entre otros, están asumiendo de forma plena nuestra ngijainmawün, mapudungun ka az mapu, las propias instituciones, formas de organización y de representación ancestral ¿Si no es ahora cuando?
A esto debemos sumar nuestras nuevas formas de existir en las ciudades y en la comunidad internacional. Nuestra institucionalidad ancestral y nuestras nuevas formas de organización en las ciudades apuntan a ser protagonista en la comunidad internacional. Y por tanto en la creación de esta nueva Constitución en los territorios donde habitamos debe contemplar estos elementos que, legítimamente, contribuyan al gran propósito que hoy nos convoca: la Reconstrucción de la Nación Mapuche.
Pu peñi, pu lagmien, son tiempos complejos, de grandes desafíos, y hay que estar yafo (alentados, avispados, despabilados), atentos a lo que está ocurriendo ahora. Por nuestra parte seguimos llamando a que la lucha continúe. Reafirmamos el derecho a nuestro territorio ancestral, establecido además en la legislación internacional.
Apoyamos a tod@s y cada uno de los Lof y organizaciones políticas, sociales y ambientales, que continúan fortaleciendo el ejercicio de recuperación y control territorial, que no sólo es la tierra, es el territorio, el mar, el aire, los bosques, la educación, es la historia, las comunicaciones y nuestro legítimo derecho a habitar también estas nuevas formas de vida en las ciudades, en este nuevo tiempo.
La lucha continúa. Es necesario seguir cuestionando y luchando contra el modelo económico y político neoliberal y el capitalismo. Mientras este modelo no sea erradicado, las violencias e injusticias contra los Pueblos van a continuar. Mientras Piñera siga en el poder violando los Derechos Humanos, continuarán las movilizaciones tanto en Chile como en otros países.
Es necesario que Chile se saque el velo de muerte y sepulte la violenta y racista Constitución de la dictadura Cívico-Militar de Pinochet, la cual fue y es apoyada por la mayoría de los que hoy gobiernan. Este paso para crear una nueva Constitución no fue gracias al parlamento, ni al gobierno, ni a la Corte Suprema ni a los empresarios. Es un paso que dieron los Pueblos de estos territorios. Son los pueblos unidos que avanzaron sin partidos y que gritaron al mundo: ¡Aquí nació el neoliberalismo y acá va a morir!
Por eso Pu Peñi, Pu Lagmien: ¡ Amulepe Taiñ Weichan !
————————————-
i Fuente: Instituto Nacional de Derechos Humanos a la fecha 15 de noviembre de 2019, 12:30 horas.- Enlace: https://www.indh.cl/
ii Elecciones 2017 Claves para entender el nuevo sistema electoral proporcional http://www.uchile.cl/noticias/133013/claves-para-entender-el-nuevo-sistema-electoral-proporcional
