Como saben, este año se otorgan dos premios Nobel en literatura. El año pasado, el trabajo de la Academia Sueca con el Premio Nobel se hizo imposible por los escándalos y la turbulencia que podría haber llevado a un colapso total.
Pero después de todas las crisis, un cierto orden y paz laboral ha resurgido.
Clemens Altgård, poeta y crítico literario sueco
La autora polaca Olga Tokarczuk recibe el premio del año pasado, mientras que el premio de este año va para el extremadamente controvertido austriaco Peter Handke.
Se puede debatir si la decisión de otorgar dos premios este año fue realmente una buena idea, ya que el resultado ha sido que la mayoría de los medios de comunicación han salido a la luz sobre el arrogante y odioso periodista Handke, cuyo compromiso proverbial durante las guerras de los Balcanes todavía provoca enojo, especialmente porque el autor se niega a pedir disculpas por cosas como haber relativizado la masacre de Srebrenica y el discurso que pronunció en el funeral de Slobodan Miloševic.
La elección de Handke no fue inesperada, ya que ha sido candidato para el premio durante muchos años y ha tenido una gran influencia en otros escritores importantes. Por otro lado, parece casi una provocación de una academia muy disputada para nombrarlo justo después de la probablemente peor crisis en la historia de la institución.
Pero la elección de Handke no debería ser más escandalosa que la elección de Mo Yan 2012, (miembro del Partido Comunista de China), que no se encontró con protestas igualmente extensas.
Es cierto que se designó un comité externo en 2019 en consulta con la Fundación Nobel, pero se ha descubierto que Handke ya estaba en una lista que ya se había desarrollado. Darle el premio a Handke puede verse como una (nuevamente) afirmación de la tesis de que la literatura trata sobre política.
Olga Torkarczuk, por otro lado, parece ser una opción internacionalmente indiscutible. Es principalmente en la tierra natal de Polonia donde se la percibe como controvertida al cuestionar en su escritura y su actitud las fuerzas nacionalistas y chovinistas que han tomado el poder en el país.
