La madrugada de este jueves, el poeta, escritor y abogado Armando Uribe falleció producto de una insuficiencia respiratoria. Armando Uribe, que al momento de su fallecimiento tenía 86 años de edad, perteneció a la llamada generación de 1950, comenzando su obra literaria con el poemario Transeúnte Pálido, publicado en 1954. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura el año 2004.
En las nocturnas casas de fundo
a la hora del salteo
el adulterio doble de cuñadas con cuñados e incestos
dando vueltas tortillas y panqueques
en el sartén de las camas de paja,
tocando el pito entre los estridentes quejidos de los perros,
en las casa de fundo se gestaron las bajas clases altas.
Nació el 28 de octubre de 1933. Recibió el Premio Nacional de Literatura 2004
Estudió Derecho en la Universidad de Chile. Luego de dos años de especialización en la Universidad de Roma, comenzó a ejercer su profesión junto a la producción literaria. Fue embajador en China y Representante Diplomático en Washington, Estados Unidos. Realizó el ramo de Derecho Minero en la Universidad de Chile.
En 1954 publicó su primer libro de poemas, «El engañoso laúd» y en 1974 «El Libro negro de la intervención norteamericana en Chile«. El año 1990 recibió el Premio Municipal de Literatura de Santiago y en 1993 se incorporó como miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua. En 1998 lanzó su obra «Odio lo que odio, rabio como rabio«. Fue distinguido con los Premios Altazor de ensayo y poesía, por «A peor vida» y «El fantasma de la sinrazón y el secreto de la poesía», respectivamente, en 2002.
Ha desempeñado distintas cátedras en el área del Derecho en Michigan State University, Estados Unidos; en la Universitá degli Studi di Sassari, Italia y Paris I, Francia, además de Casas de Estudios chilenas.
Criticas a la vida política
La dictadura
no fue un error, tiene apellidos,
como colas de rata o lagartija,
y su elenco de honor para asesinos
los regocija todavía y dura
indefinidamente; no fue un malentendido
sino la voluntad de pasar una lija
de hierro por encima de los niños.
Críticas a la vida social
¿Y qué fue del chileno
viril, culto, vernáculo,
señor de alguna tierra,
que sabe algo de leyes,
tranquilo? Se acabó, estará enterrado:
ya no corren los trenes,
las cortinas de fierro ya se cierran,
la ciudad y los campos son como cementerio.
Barata
Huyan de las baratas, niños lindos.
Esta barata tiene piernas.
Súbanse niños a los guindos.
Esta barata come carnes tiernas.
Corrieron tanto que enfermaron de hernia.
Comieron tantas guindas que los trataron
de indios.
De: La inquietante extrañez
Tengo una rabia
Tengo una rabia sin gusto a rabia
que se expresa en una sed sin forma de sed
y tiene su ideal en un vaso de agua pero sin agua
sino hiel, hiel, hiel, hiel.
Y quien se oponga se llevará un chasco,
sí, un verdadero chasco,
porque tendrá que tomarse el vaso de hiel,
él él él él él él él él.
