Pérez Santiago, escritor.
El cine está lleno de público, algo notable para un día lunes y para una película chilena, Pacto de Fuga, un impresionante film carcelario, valioso, bien hecho, imperdible, un entretenidísimo cine de aventuras absolutamente recomendable.
El director David Albala logró unir un buen guión, mejores actores (Benjamín Vicuña, Amparo Noguera, Roberto Farías y Francisca Gavilán) y la música de Los Prisioneros, Aparato Raro y Ana Tijoux. Agrégale una superproducción y una impresionante dirección de arte con locaciones construidas artesanalmente para el efecto. De ese modo, la película logra mantener el suspenso y se pone a la altura de los mejores films de escape de una cárcel, clásicos como Victory de John Huston, Escape de Alcatraz de Don Siegel, o El Gran Escape de John Sturges.
Los personajes son un grupo presos políticos militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez que deciden organizar una fuga de la antigua Cárcel Pública de Santiago, en 1990 al final de la dictadura de Pinochet, en plena época del plebiscito del sí y el no. Mediante un sistema hermético y compartimentado, la fuga fue realizada por hombres inteligentes, disciplinados y preparados, y con solidaridad de cofradía, basada en la mayor fuga de la historia de Chile donde 49 hombres alcanzaron a huir de la Cárcel Pública después de dos años de trabajo, a través de un túnel excavado durante 18 meses. Un plan que al comienzo parecía imposible.
David Albala tiene 48 años y estudió periodismo y cine. El año 2002 un accidente lo dejó tetrapléjico. Trabajo 3 años el guión de la película junto con el rodriguista Raúl Blanchot, uno de los líderes de la Fuga de la Cárcel Pública.
La sincronía del film es también sorprendente. Hoy se cumplen 30 años de la fuga real, el 29 de enero de 1990.
