Semana chanta… para seguir perpetuando las ganancias de una ética patronal farisaica, que comulga los domingos,
y que es un poco menos voraz que el virus Hanta.
Semana chanta… para seguir homiléticamente impasibles ante el abuelo abandonado, cuya pensión no le alcanza para curar su soledad,
su voz ignorada, atascada en su garganta.
Semana chanta… para seguir escuchando a un sanedrín de a$egurado$ que predican crecimiento económico y “normalidad laboral obrera”
ofreciendo una recompensa en el más allá…
¡No sabemos cómo la gente aguanta!
Semana chanta… multitudes «bíblicas» comiendo pescado, arrastradas por «la mano invisible»… ¡Típico! …en la tele Pedro,
un Jesús como espectáculo… y un gallo que nos canta.
Semana chanta… todo seguirá igual… se lo damos firmado: los abusos e injusticias que estallan como denuncia el 18 de octubre
seguirán siendo camufladas por el poderoso, sin pudor bajo su manta…
Semana chanta… ese 18 de octubre habló Jesús en Chile, pero ha sido desoído por los guardianes del modelo…
O sea, por los mismos que por celo religioso, ¡hostia!, ponen ahora ojitos de cordero y carita “santa”. ¡Semana chanta!
Por: Noé Bastías, Profesor de Filosofía, Chile. 13 de abril de 2020
