Jorge del Carmen Ripper
La noticia nos sorprende al despertar. El presidente Donald Trump anunció hoy viernes que tanto él como su esposa Melanie dieron positivo por el coronavirus, un acontecimiento sorpresivo justo en la recta final de su campaña de reelección. Además, Trump se había reído de las recomendaciones de los expertos para prevenir la propagación de la enfermedad. Trump ignoró las advertencias, el distanciamiento social y el uso de máscaras.
Estaríamos frente a un caso de Cisne Negro. La teoría del cisne negro describe un suceso sorpresivo de gran impacto y que, una vez pasado el hecho, se racionaliza por retrospección (dando impresión de que se esperaba que ocurriera). Según su creador, el investigador libanés Nassib Taleb, son sucesos inesperados de gran magnitud, que juegan un papel dominante en la historia. Estos hechos, considerados atípicos y extremos, juegan roles mucho más grandes que los sucesos regulares.
El contagio de Donald Trump sería un ejemplo perfecto de Cisne Negro. Cumple con todos los criterios establecidos por Taleb: no se esperaba su contagio a días de la elección, el impacto puede ser mundial, y será sometido a exhaustivas racionalizaciones post-hoc de los asesores políticos que buscarán explicar que era probable que se contagiara.
El contagio de Trump lo pone en una zona política de alto riesgo. Su empeoramiento sería inquietante en el sistema político.
Inmediatamente se pone en cuestionamiento sobre lo que debe hacerse o no en una campaña electoral y pondrá en defensiva a los políticos del mundo. Sería un caso de Cisne Negro que desestabilizan y desconciertan a sociedades enteras. Además emiten ondas expansivas y cambian la idea cultural de lo que es posible que suceda en la política.
Es obvio que la salud de Trump está en la zona de riesgo. El contagio de Trump es una amenaza real para su salud por sus 74 años y su obesidad de 104 kilos.
La enfermedad ha causado la muerte de más de 200.000 estadounidenses y más de 1 millón de personas en todo el mundo.
Ya los mercados de valores se desplomaron ante la noticia de la infección de Trump.
Su contagio le pasaría la cuenta política por su impulsividad egocéntrica y su ausencia de compasión y sensibilidad con los enfermos y familiares de los muertos por coronavirus.
Trump es un caso probable de Cisne Negro en estudio.
