A pesar del informe optimista de la salmonera, el Centro Ecocéanos alertó sobre la creciente pérdida de credibilidad en la opinión pública nacional y en algunos mercados internacionales, de la información y estadísticas que entrega la industria salmonera que opera en Chile.
Puerto Montt, 19 de octubre de 2020. (Radio del Mar)– La mega empresa salmonera Blumar señaló que la aplicación de su Plan de Monitoreo Integral entregó como resultado que el hundimiento de 875.125 salmones Atlántico (Salmo salar), hecho ocurrido el 27 de junio del 2020 en el centro Caicura, Seno de Reloncaví, región de Los Lagos, “no habría alterado significativamente” los parámetros ambientales en el sector marino-costero del evento catastrófico, ni en las zonas aledañas.
Blumar no se refiere a los efectos de los 103.720 salmones, especie carnívora introducida en aguas chilenas-, que escaparon hacia los ecosistemas marinos de la región de Los Lagos en ese mismo evento. Según el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), 16 jaulas del centro de cultivo industrial se hundieron arrastrando a 771.405 salmones al fondo marino.
Optimistas resultados dice empresa
La optimista información entregada por Blumar provienen de los estudios de prospección y análisis de imágenes tomadas con dos robots submarinos, y sonares de alta tecnología, realizados en concordancia con lo solicitado por Sernapesca.
Los monitoreos del área siniestrada se realizaron durante agosto y septiembre, consideraron el estudio de las corrientes marinas de la zona y sus condiciones físico-químicas de la columna de agua y del fondo marino. Entre los hallazgos más llamativos destacan la no existencia de variación del oxígeno disuelto en el agua, y la saturación entre la zona del hundimiento y los otros puntos de control, “los que presentarían valores normales para esta época del año (sic)”.
La empresa afirmó que los valores registrados “son positivos para el ecosistema, pues muestran que no han bajado los niveles de oxígeno en el fondo marino, donde se encuentra encapsulada la biomasa hundida. Igualmente el pH se ha mantenido en los rangos normales para la zona, de acuerdo a la información histórica del sector, recopilada por la boya oceanográfica que opera en la zona hace más de tres años”.
Según Blumar, de propiedad del Grupo Yaconi-Santa Cruz y la familia Sarquis, vinculados a la producción de harina de pescado en la región del Bío Bío, los resultados de los muestreos en agosto de la columna de agua, resaltan el hecho que del total de 14 parámetros químicos analizados en laboratorios, 6 de ellos presentaron valores por debajo de sus límites de detecciones (ej., amonio, clorofila-a, DBO5, nitrito, nitrógeno amoniacal, y el sulfuro total).
A su vez, la toma de más de 100 muestras de ácido sulfhídrico en las últimas 10 semanas mostrarían “una muy baja presencia de este compuesto en la superficie, la que se encuentra muy por debajo de los niveles que podrían considerarse inadecuados”.
Blumar: La descomposición de 771 mil salmones sería favorable para el medio marino
Según Pedro Pablo Laporte, gerente del área de Salmones de Blumar, la empresa ha enviado 40 informes voluntarios a la autoridad, expresión de más de 140 muestras de parámetros químicos y de revisiones semanales del estado de las jaulas, estructuras y la biomasa. Esto “nos ha permitido determinar que los peces están encapsulados en el fondo marino y que su proceso de degradación está ocurriendo a tasas lentas, lo que es favorable para el medio marino, ya que permite una asimilación natural del proceso en el ecosistema (sic)”.
Para Laporte, “Las mediciones voluntarias han mostrado parámetros normales para la época del año, y que las jaulas no se han desplazado de su posición original. Además, han permitido constatar que la biomasa encapsulada tiene una tasa promedio de degradación diaria baja, lo que resulta en un bajo impacto para el medio acuático y que se produce por las condiciones particulares del fondo marino”.
Ecocéanos: Crisis de credibilidad pública de los informes ambientales y sanitarios de la industria del salmón en Chile
En este contexto, el Centro Ecocéanos alertó sobre la creciente pérdida de credibilidad en la opinión pública nacional y en algunos mercados internacionales, de la información y estadísticas que entrega la industria salmonera que opera en Chile.
Según la organización ciudadana, “ello es en parte consecuencia de que el Estado y sus entes fiscalizadores dependen de la entrega de información sanitaria y ambiental proveniente de las propias empresas salmoneras. A ello se une la debilidad estructural y la falta de voluntad política para aplicar sanciones equivalentes a la gravedad de los ilícitos corporativos”.
Ante el aumento y la gravedad de diversos ilícitos, el Sernapesca ha iniciado procesos sancionatorios por la entrega de información falsa durante el 2019 de un laboratorio encargado de elaborar los Informe Ambientales (INFAS) de los centros de cultivo de la empresa noruega-norteamericana Nova Austral (caso GEEAA Ltda.), unida a la adulteración del fondo marino en el Centro de Cultivo Aracena 14, situación que fue presentada por medio de una denuncia a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA).
Así mismo, se encuentra a nivel de los tribunales la sanción aplicada por la SMA a la transnacional noruega Mowi/Marine Harvest por entregar información adulterada a Sernapesca en el proceso de recuperación de 691.000 ejemplares de salmón escapados el 2018 en la región de Los Lagos, sur de Chile.