- La Ley 20.293, conocida como Ley del Santuario Ballenero, es “una herramienta clave y nueva oportunidad para avanzar en la protección de las poblaciones de ballenas en las aguas del Pacífico Suroriental.
- “No hemos visto en este gobierno, ni en los anteriores, ningún avance real para detener la expansión de la salmonicultura, la que continúa sin control”.
Chiloé 14 de agosto de 2023. (Ecocéanos News)- En el contexto de la celebración de los 15 años de la creación del Santuario de Ballenas en el mar de Chile, el Centro de Conservación Cetácea (CCC) demanda al Estado y gobierno chileno la urgente implementación de la Ley 20.293 para la protección de las vulnerables poblaciones de ballenas que se encuentran gravemente amenazadas en aguas chilenas del océano Pacífico Suroriental.
En la actualidad las prístinas aguas de la Patagonia chilena se encuentran afectadas por múltiples impactos ambientales derivados de la acelerada expansión del monocultivo industrial de salmón destinado a la exportación, así como por las operaciones de las flotas pesqueras, el desregulado incremento del tráfico y tamaño de las flotas navieras y de transporte de la industria salmonera, a lo cual se suman los efectos asociados al cambio climático.
Una de las consecuencias derivadas del actual asalto industrial a las aguas patagónicas son las crecientes interacciones letales entre las operaciones de pesca y acuicultura industrial sobre las vulnerables poblaciones de ballenas, tales como ballena azul, jorobada, sei, de aleta y franca austral, todas las cuales se encuentran en peligro o estado crítico.
Un accionar del Estado chileno insuficiente
En este contexto, Bárbara Galletti Vernazzani, presidenta del Centro de Conservación Cetácea (CCC), cuestiona el papel del Estado chileno, cuyo actuar califica como insuficiente. “Hace años que apoyamos la campaña de establecer una moratoria a la expansión de la industria salmonera debido al insuficiente control del Estado y los graves impactos sobre los ecosistemas de la Patagonia. No hemos visto en este gobierno, ni en los anteriores, ningún avance real para detener la expansión de la salmonicultura, la que continúa sin control”.
En entrevista con Ecocéanos News, Galletti precisa que “las acciones realizadas por el Estado chileno a través de sus organismos han sido insuficientes. Ejemplo de ello, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Senapesca) trata de atender los varamientos de cetáceos sólo para determinar las causas de sus muertes, y no para prevenirlas, lo cual es el aspecto clave que falta.
Agrega que la Subsecretaría de Pesca (Subpesca), en tanto, “ha implementado un estudio para la evaluación del riesgo que representan las diferentes pesquerías para los mamíferos marinos, pero sin la inclusión de los impactos de las operaciones de acuicultura”.
La investigadora asegura que el Estado chileno puede implementar medidas ya existentes a nivel mundial, tal como el reducir la velocidad de las embarcaciones, lo que evitaría de inmediato la muerte por colisión de muchos cetáceos, unida a acciones de mitigación referidas a las operaciones y empleo de redes que disminuirían los enmalles de mamíferos marinos”.
La Comisión Ballenera Internacional advierte al Estado chileno sobre la amenaza que representa la industria del salmón en la Patagonia
La presidenta de la CCC señala que el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) ha advertido al Estado chileno sobre los diversos impactos producidos por la expansión de los cultivos industriales de salmones. Galletti destaca entre las principales amenazas para los cetáceos los enmalles en artes de pesca industrial y artesanal, las colisiones letales con embarcaciones, y la contaminación química y orgánica de los ecosistemas marinos.
En este contexto, insta al gobierno chileno a revisar la efectividad que tienen las áreas marinas protegidas para una verdadera implementación, no permitiendo la presencia en su interior de diversas actividades extractivas e industriales.
Para la investigadora, “las prioridades del Estado chileno están puestas en asegurar la expansión territorial y el crecimiento productivo de la salmonicultura de exportación, y no en la conservación de los mamíferos marinos”.
Por ello, el Estado debe focalizar sus esfuerzos y recursos humanos y financieros en la conservación y no en la promoción de la expansión de la mega industria salmonera, la que presenta un alto incumplimiento de la ley”.
Respecto al Acta de Protección de Mamíferos Marinos de los Estados Unidos, la cual comenzará a ser implementada en Chile a partir del 1 de enero del 2024, Galleti indica como una deficiencia que no considera los letales impactos que tiene sobre las ballenas de la Patagonia las operaciones de la flota naviera de transporte vinculada a la salmonicultura, la cual quedó fuera del ámbito de la aplicación del acta de protección de estos mamíferos marinos.
La implementación del Santuario Ballenero y la presión ciudadana: Claves para la supervivencia de las ballenas en aguas chilenas
La conmemoración de los 15 años de la promulgación de la Ley 20.293, conocida popularmente como Santuario de Ballenas, la que con posterioridad a una masiva campaña ciudadana de información, educación y presión pública encabezada por el CCC y el Centro Ecocéanos, fue promulgada bajo el gobierno de la presidenta Michele Bachelet el 2008.
Para la investigadora, esta ley constituye una herramienta clave y nueva oportunidad para avanzar en la protección de las poblaciones de ballenas en las aguas del Pacífico Suroriental.
Bárbara Galletti recuerda que tanto CCC y el Centro Ecocéanos, junto a las organizaciones de la ciudadanía y pesca artesanal, impulsaron la legislación del Santuario de Ballenas en Chile, la cual contó con un 99%
de aprobación de la ciudadanía, según la encuesta Adimark, y el apoyo de la Armada, el Congreso y el Ejecutivo de la época.
“A 15 años de su promulgación, los ciudadanos y ciudadanas están más conscientes y valoran la presencia de cetáceos en nuestro mar. Además existe un creciente interés de parte de los científicos, así como la preocupación de las comunidades costeras para informar la presencia de varamientos. Esto es clave, ya que es la ciudadanía – donde incluyo a los científicos-, quien puede presionar para generar la voluntad política en el actual gobierno y Estado chileno, para que priorice y fortalezca las acciones de conservación que permitan detener la destructiva expansión de la salmonicultura exportadora en aguas chilenas”.
